Incluso horas después de que Merlina se va, aún sigo llorando.
Le he mandado muchísimos mensajes, pidiéndole disculpas por esa estúpida broma, preguntándole si en serio me odia, recordándole que la amo... Pero sólo recibo vistos de su parte, hasta que le ruego que responda algo y escribe simplemente "No molestes", y mí corazón duele más que antes.
Quito la conversación y el fondo de pantalla, una foto que saqué de ella, me hace doler aún más.
Pienso en llamar a Yoko o a Divina para que me consuelen, pero una pareja como ellas sólo me haría sentir peor por mí terrible situación con mi "pareja".
¿Querrá cortar conmigo? ¿O es sólo una "pelea"? ¿Es el fin de mi mayor felicidad?
Tener un corazón roto no era parte de la lista, pero supongo que me lo he ganado.
Me tiro sobre mi cama, mirando el techo, y sólo puedo seguir llorando.
Me duele pensar que lo que más deseo ahora es yo decir un "Te amo" y que Merlina responda con un "También te amo". Sufro de mil maneras con esa idea que hasta ahora sólo ha ocurrido en mi mente.
En cambio en la vida real, recibo un "No te amo" y un "Te odio" que arden como puñaladas en mi corazón.
Está de más decir que paso todo el día en la cama, no ceno ni como nada, y sólo me levanto al otro día para ir a la universidad y esperando que algo cambie cuando vaya a la biblioteca a verla.
Quizás el tiempo entre ayer y hoy la ayudó a calmarse un poco, quizás pueda perdonarme y quizás no me odie.
Al verla, ella está igual que siempre, simplemente perfecta, acomodando libros en la sección de "Ciencia".
—Merlina... —murmuro, detiene sus movimientos y me mira por sobre su hombro.
Las lágrimas amenazan con salir de nuevo, quiero que me abrace y que me diga que todo está bien, pero en vez de eso se dedica a mirarme mientras me trago el llanto con esfuerzo.
—¿Sigues enojada?
—Pues no estoy feliz —replica, deja de mirarme y vuelve a acomodar más libros.
—Y-Yo... Yo tampoco —no dice nada y a los segundos me obligo a hablar—. Yo, lo siento, Mer, e-
—Merlina —dice, y no comprendo, me mira sin expresión alguna—. Mi nombre es Merlina.
Sollozo sin poder evitarlo.
—Merlina... Lo siento, en serio lo siento —no parece afectada por mis palabras en lo más mínimo, me dejo caer de rodillas y apoyo la frente en el suelo, le ruego—. Lo siento, e-en serio... En serio lo siento...
Quiero decirle miles de cosas más, quiero pedirle volver a estar conmigo como antes, quiero pedirle bien que finalmente diga que me ama.
Siento una mano en mi espalda y alzó el rostro rápidamente para verla, pero en cambio no es Merlina, es Tyler.
—Nid... ¿Qué pasa? —se arrodilla a mi lado, y sólo puedo soltar sollozos al ver que Merlina ya no está ahí—. Oh, pequeña... —murmura, saca un pañuelo de su bolsillo y limpia mis lágrimas, un brazo rodea mis hombros en un patético abrazo—. Nid... Ya. ¿Quieres que llame a Merlina?
Niego.
—Está enojado conmigo —digo—. Me odia.
—¿Que te odia? ¿Qué dices? Enid, Merlina te ama.
Niego otra vez.
—Ella dijo que no.
—¿Que qué?
Borro mis lágrimas con mi mano, pero Tyler la aparta y lo hace él con el pañuelo.
—Y-Yo... Quería que dijera que me ama y-y... Sí me pasé, lo sé y l-lo siento, pero.... Está muy enojada, me odia y no me ama.
—Enid, el odio le opaca un poco todo el amor que tiene por ti, pero te ama, en serio te ama... Anda, cuéntame, ¿qué pasó?
Sorbo mi nariz y vuelve a limpiar mis lágrimas.
—N-Nosotras tuvimos la primera vez anoche... —murmuro y suelta un gritito—. Y-Yo le dije que la amaba pero ella sólo se me quedó mirando y no correspondió... —la sonrisa eterna de Tyler se borra—. D-Después le hice un broma pesada, entiendo...
—¿Qué broma?
—Finji tener un paro —murmuro.
—¿Y se la creyó?
Asiento.
—Demasiado.
—¿Pero es que es idiota? ¿No se fijó el pulso o la respiración? Esta chica es tonta porque quiere...
—Se enojó mucho —continuo—. Me dijo que no me ama y que me odia.
Tyler suspira.
—Merlina es más idiota de lo que pensaba —se frota la cien con fastidio—. Enid, eso no es verdad, ella te ama, te ama muchísimo, está muy lejos de odiarte, ¿lo sabes?
—Por más que lo sepa o no... Ella no lo ha dicho, Tyler... ¿Por qué? Digo, yo... Me confesé frente a ella, le he dicho que la amo, y ella nunca... Me ha correspondido... Nunca ha dicho que me quiere, menos que me ama, nunca me ha dicho que le gusto... Nunca se me confesó.
El castaño suspira con fastidio.
—Voy a hablar con ella seriamente —su tono es serio y su voz se hace un poco más grave—. Te comprendo, Enid. Dime, ¿te estabas disculpando con ella cuando te encontré?
Yo asiento.
—Qué idiota —murmura, refiriéndose a Merlina—. No te ridiculices más, Enid, deja de pedir disculpas, fueron suficientes, no te rebajes.
Asiento de nuevo, sin decir nada.
Acaricia mi cabello y me ayuda a levantarme, me da un último abrazo y se aleja de mí, para buscar a Merlina.
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confession; wenclair
PoetryA Enid Sinclair le queda poco tiempo en este mundo, decide declararse a su crush mientras pueda. A Merlina Addams le asusta salir del armario y que la chica linda de la escuela se le declare no parece real. ¿Podrán confesarse a tiempo antes de que a...