Cuando le conté a Tyler ese mismo día de lo que había dicho Enid y su estúpida ley del hielo, claro que mi mejor amigo sólo se pudo reír de mí.
—Mer~~ —me sacudió para que le preste atención, a lo que sólo rodé los ojos—. La pequeña Nid es toda una manipuladora.
Yo asiento, totalmente de acuerdo.
—Tendrás que ir y decirle~ —canturreó, y lo ignoro mientras cargo un par de libros y camino hasta su sección—. ¡Dilo, dilo, dilo, dilo!
—Enid Sinclair, te amo.
—¡Pero no me lo digas a mí, idiota! —me golpea y no puedo evitar reír—. Díselo a ella.
—Sí, Tyler —hablo, con una sonrisa estúpida en el rostro—. Estoy esperando el momento.
—Te encanta hacer esperar a los demás —sólo le dedico una mirada enojada porque sé que si lo golpeo, me lo devolverá más fuerte.
Hablo con Enid más seguido y bastante, pero ella no dice ni una sola palabra, asiente, niega y sonríe, hasta llega a reír. Aunque la ley del hielo que me aplaca es contundente.
—Al menos no te ignora —comenta Tyler cuando le cuento—. La ley del hielo original implica que hagas como que no existes y no te habla, al menos reconoce tu presencia.
—Gracias por tan lindas palabras —es lo único que respondo.
Pero por más que estamos bien en esa extraña relación de mudismo, simplemente no puedo decirlo, esas dos palabras no surgen estando con ella o son interrumpidas por algo más, y lejos de estar triste, Enid parece decepcionada, pero está feliz de alguna forma a mi lado, se le nota en sus ojos y en su sonrisa, o en su rubor.
Apenas pasan dos o tres días luego de eso, ya no sé correctamente, y veo a Tyler en la entrada de mi casa, estoy en uno de esos días donde no quiero salir de mi soledad y prefiero ahogarme en la oscuridad de mi cuarto.
—Vas a ir y se lo dices —comienza, mientras busca ropa en mi armario, que conoce perfectamente—. Te vistes bien, te arreglas ese pelo feo que tienes.... El poco que te queda, y le dices que la amas de una vez por todas.
—Tyler...
—Ni que Tyler, ni que tres vergas, Merlina Addams —me interrumpe—. Enid no va a esperar por siempre.
Yo no respondo.
—¿Tengo que desvestirte yo mismo? —pregunta, con irritación, y le hago una seña para que salga del cuarto.
Al terminar de arreglarme no puedo evitar sentirme incómoda con el estúpido vestido, Tyler
me lleva en su auto hasta donde está Enid, me palmea el hombro, me dice unas últimas bruscas palabras de ánimo antes de dar unos pasos atrás y hacerme sentir completamente sola frente a una batalla.Al ver la puerta, me preparo mentalmente para aumentar mi grado de valentía una última vez, tomo una bocanada de aire, entrando con rapidez.
Es momento de terminar con todo esto.
Mis tacos bajos hacen eco en esa habitación. Me desabotono los primeros botones del abrigo para estar un poco más cómoda.
Enid está ahí, es la única, ahora, toda esa sala es para nosotras dos, y el pandita, que está a su lado.
—E-Enid... —mis palabras suenan contadas por los nervios entre otras emociones, mientras me acerco a ella—. Lo siento, ya no lo soporto, a la mierda el lindo momento... ¿Me dejas decirte todo lo que siento ahora, bebé? Hace días que no me hablas, no te va a costar aguantar unos minutos. Es un poco largo, pero... En serio tengo mucho para decirte.
Me inclino hacia ella, mi mano duda en tocar su mejilla y tardo unos segundos en acomodarla finalmente en esta, dejando caricias con mi pulgar.
—Te amo —confieso—. Te amo tanto, tantísimo, te amo desde el primer día, te amo desde esa cita... O quizás te amo desde antes, es lo más probable.
>> Soy una idiota, lo sé, tu también lo sabes... Pero soy aún más idiota por creer que no te amaba, que no te quería, que no me gustabas... Y-y nunca te lo aclaré... No te odio, nunca lo hice, no podría odiarte, mierda, ¿qué podría odiar de ti? ¿Lo malditamente perfecta que eres, quizás?
>> Me gustas, Enid, desde hace muchísimo tiempo... Y estos días, estas semanas que pasamos juntas, en serio me hicieron enamorarme de ti como nunca en mi vida.
>> Son las mejores porque tú eres la mejor. ¿Lo sabes?
Le sonrío, aunque por dentro no sé cómo sentirme.
—Eres hermosa, eres la mejor persona que conozco, eres la chica más perfecta que podría haber en toda la tierra. ¿Cómo no me iba a enamorar de ti, joder?
>> Te amo. ¿Te lo puedo decir más veces? Te amo, te amo, te amo...
>> Perdón por tardar tanto en decirlo, bebé, perdón por hacerte pensar que no estaba enamorada, perdón por ser tan lenta y darme cuenta después de lo perdida que estaba por ti... Pero te diste cuenta que estaba enamorada de ti antes de que yo misma lo aceptara, ¿no?
>> Pero te amo ahora, te amo desde hace bastante, pero ya lo dije... Ya puedes terminar esa estúpida ley del hielo —me encojo de hombros—. Aunque ya lo sabías, ahora puedo decir que yo también lo sé, y te lo diré todos los días. ¿Sí, bebé?
La miro un momento y las lágrimas no tardan en fluir, las estuve acumulando todo mi discurso, me acerco a ella y dejó un beso suave en su frente, acariciando su cabello.
—Perdón por no decirlo cuando aún te quedaba tiempo, bebé.
No puedo aguantar mucho más, me separo de ella y bajo la tapa del ataúd, escondiendo por completo su cuerpo dentro de este.
Fin
[♡]
Queda un extra y un final alternativo, pero estoy dudando en subirles este último porque quiero que sufran, jfkakkd, broma. Pero en serio, ¿les gustaría que lo suba o no?
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confession; wenclair
PoetryA Enid Sinclair le queda poco tiempo en este mundo, decide declararse a su crush mientras pueda. A Merlina Addams le asusta salir del armario y que la chica linda de la escuela se le declare no parece real. ¿Podrán confesarse a tiempo antes de que a...