Capítulo 13: Aparece el Emperador de la Muerte. Damocles.

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Era una mañana de cálida y tranquila en el hogar de nuestros protagonistas, los cuales se encontraban desayunando tranquilamente; una vez terminaron, había llegado la hora de dejar a Kanna en la escuela.

Sebas: Si quieres hoy llevó a Kanna a la escuela para dejar el pago de su kermes.
Tohru: Esta bien, me sirve para lavar las cobijas de las camas.
Sebas: ¿Necesitas que te traiga algo?
Tohru: Yo creo que algo de fruta, sirve que podemos darle algo de fruta picada de lonche los próximos días.
Sebas: Bueno, ¿lista para irnos Kanna?.
Kanna: Siiii. *Dice tomando su mochila*
Sebas: Okey, vámonos de una vez.
Tohru: Te veo en un rato solecito.
Que te vaya bien en la escuela Kanna. *Dice dándole un abrazo a la niña*
Kanna: Adiós mamá.

Sebastián y Kanna salieron del departamento rumbo al colegio de la pequeña, dejando así a Tohru en casa.

Tohru: Vaya, quien diría que Kanna comenzaría a vernos a Sebas y a mi cómo sus padres. *Sonriendo alegremente* Ahora solo falta casarme con el para que seamos una familia formal.
Bueno ¡vamos a limpiar!

Antes de comenzar a limpiar, Tohru decidió poner algo de música, empezando su rutina lavando las cobijas de la recamara que comparte con Kanna, colocandolas en la lavadora.

Tohru: Bien, en lo que terminan de lavarse voy a barrer y trapear.

Dicho y hecho Tohru se puso manos a la obra barriendo y trapeando en su totalidad todas las habitaciones de su hogar; para su sorpresa, terminó justo en el momento en que la lavadora terminó de lavar, se apresuró a tender las cobijas.

Tohru: *Tendiendo las cobijas* Mmm, voy a sorprender a mi amorcito con su almuerzo favorito.

Acto seguido, fue a la cocina y comenzo a preparar unos huevos revueltos con salsa, pero a la vez su energía comenzaba a desaparecer, al mismo tiempo que su sonrisa se transformaba en una expresión de preocupación con tintes de tristeza.
Al terminar de cocinar, apagó la estufa y fue a sentarse al sofá, al momento que lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos.

¿CUÁNTO TIEMPO PIENSAS SEGUIR CON ESTO?
Tohru: ¿Quién eres?.
SOY TU INQUIETUD, SOY ESA GRAN DUDA QUE SIEMPRE ESTA EN TU INTERIOR.
Tohru: mmm...
¡RESPONDE LO QUE TE PREGUNTE! ¿CUÁNTO TIEMPO PIENSAS SEGUIR CON ESTA MENTIRA?
Tohru: Solo quiero disfrutar mi nueva vida, quiero ser la sirvienta de Sebastián.
NO DIGAS TONTERÍAS, TU MISMA LO SABES, NO GANAS NADA MINTIENDOTE, ¿NO ES ASÍ?. TENDRAS QUE VOLVER ALGÚN DÍA.
Tohru: Yo no quiero volver... ¡No voy a volver!. Me quedaré aquí con Sebas, ¡porqué soy su sirvienta!.
NO LO ERES, ERES UN DRAGÓN.

En ese momento la característica cola y alas de Tohru se dejaron ver.

¿Y SI LA GUERRA EMPEORA?
¿SI QUIERES PELEAR?
SI SEBASTIÁN...
MURIERA

En este punto Tohru se enfureció, pero rápidamente su ira se convirtió en temor. El ambiente se hacía cada vez mas pesado, el cielo se nubló en cuestión de segundos.
La preocupación de Tohru creció en el momento en que pasos se comenzaron a escuchar en el pasillo del edificio, los cuales cada vez parecían estar mas cerca de la entrada del departamento acompañados de un humo negro tan denso que opacaria la luz de la linterna más brillante.
De un momento para otro los pasos dejaron de escucharse, al mismo tiempo que el humo negro estaba entrando por debajo de la puerta.
Tohru solo se encontraba esperando a que la puerta fuera abierta o simplemente fuera destruida para abrir paso a lo que estuviera afuera... pero en un solo parpadeo y en un instante apareció aquel hombre del cuál provenían sus pasos; justo frente a ella.

La Dragona de mis Quincenas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora