¿Pueden los dragones convivir y llevar una vida "normal" en el mundo humano?
Esta es la historia de un joven profesor de secundaria, el cuál cansado de la carga de trabajo y soportar quejas de padres de familia, se va una noche a beber para relajars...
En una verde pradera hace ya varios años cuatro niños jugaban mientras estaban corriendo, uno de estos niños era Ilulu.
?: ¿Otra vez jugando con los humanos?
Ilulu: ¡Sí!
?: ¡Ellos son muy amables!
Ilulu: Realmente son agradables
?: Ya veo, tal vez podría considerar la extraña idea de coexistir.
De la nada el ambiente se tornó a uno lleno de llamas igual de ardientes como el fuego del infierno, junto a esto muchos dragones entraron en pánico.
?: Siempre pasa lo mismo, cuando bajamos la guardia... ¡Malditos humanos, no los perdonaré!
Ilulu: ¿Y mis papás?
?: Lo lamento, Ilulu
?: ¿Ya no podremos jugar con los humanos?
?: ¡Claro que no!, ellos fueron los responsables de este ataque y de quitarles a sus padres; siempre serán nuestros enemigos, nunca podremos entendernos.
De vuelta en el presente, la noche seguía su curso con normalidad, nuestro protagonista finalmente había llegado a su hogar, este se encontraba sudando de la frente, aún no sabía porque sentía calor, abriendo su puerta con cuidado para según el no despertar a nadie, ya que las luces de su departamento estaban apagadas; lo que no esperaba era que Tohru saldría del baño, con una toalla encima, indicando que está había salido justo de bañarse.
Tohru: Ah Sebastián, si vas a llegar tarde por favor avísame.
Sebas: Eh... *sonrojado*
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Nuestro profesor, no podía dejar de ver los pechos de la dragona.
Gignac: Cierra la boca que te va a entrar una mosca.
Tohru: ¿Te pasa algo? tu nariz está roja. ¿No será un resfriado? *poniendo su frente junto a la de el*
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