Ilulu: ¿Qué van a hacer Tohru y Sebastián?
Kanna: Quieren jugar, solo que en vez de como juegan los humanos, lo hacen como lo hacemos los dragones.
Ilulu: Vaya
Kanna: Me parece curioso que ahora papá si quiera jugar así.
En ese momento, Ilulu inclino la cabeza un poco a su izquierda, mientras recordaba su batalla con Tohru en la ciudad.
Ilulu: Ahora que lo recuerdo... creo el porque quieren jugar así.
Kanna: ¿Eh?, ¿Por qué?
Tohru: ¿Estás seguro que quieres pelear con la gran Tohru, solecito?
Sebas: Claro, quisiera practicar un poco
Tohru: ¿Tiene que ver con las habilidades que mostraste cuándo vino mi padre y cuándo peleamos con Ilulu?
Sebas: Así es, a veces cuando estoy solo en la casa intento invocar la espada, pero no lo consigo así que llegué a la conclusión de que podría aparecer si estoy en peligro.
Tohru: ¿Yooo?, ¿Un peligro?, tu no correrías peligro junto a mi... salvo tu virginidad, esa si fufufu.
Sebas: ¿Quién te dijo que era virgen?
Tohru: ¿Queeeeeee?
Sebas: No nada, nada, ¿Comenzamos?
Tohru: Esta bien, empezaremos con algo no tan fuerte, intenta concentrarte para invocar tu espada y bloquear los ataques.
Sebas: Entendido.
Fue así que Tohru, apunto a Sebastián como si su mano fuera una pistola, generando en su dedo esferas de magia naranja con destellos amarillos, mientras que Sebas separaba sus piernas, cerrando sus manos como si tuviera la empuñadura de su espada entre ellas y esperando el ataque, el cual no tardó, sin embargo no fue solo uno, si no que múltiples disparos de ese ataque mágico, pese a su concentración no pudo generar aquel arma que una vez le ayudo a combatir algunos enemigos, recibiendo de lleno estás esferas de magia, las cuales chocaron diferentes puntos de su cuerpo, empezando con una pequeña molestia, pasando a un enorme ardor en el pecho, siguiéndolo a uno en su muslo y finalmente otro en su hombro.
Fue asi como el chico cayó de rodillas adolorido.
Tohru: ¡Sebastián!
Sebas: Aggg, (no mames, esto duele un chingo), aaaaaa
Tohru: Tranquilo, tranquilo, ya te curo
Tanto Ilulu como Kanna se acercaron a auxiliar a Sebastián.
Kanna: ¿Qué le hiciste a papá?
Ilulu: ¿No crees que exageraste?, es un humano normal, por supuesto que existen humanos mas fuertes.
Kanna: Pero Sebas no es uno de ellos
Sebas: *molesto* Mejor no me ayuden niñas.
Tohru: Perdón, perdón.
Tras curar a Sebastián este se puso de pie y rápidamente volvió a hacer ejercicios de estiramiento.
Sebas: Hagámoslo otra vez
Tohru: ¿Estás seguro?
Ilulu: *susurrando a Kanna* ¿Trajiste el teléfono?
Kanna: Sí
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La Dragona de mis Quincenas.
FanficLa vida de un maestro que apenas comienza puede ser demasiado difícil y sin emociones, pero todo puede cambiar con la compañia adecuada. Descubre como una simple borrachera cambiará totalmente la vida de este profesor de historia de secundaria. -His...