2. Preocupaciones. (Beso)

4.7K 362 90
                                    

Ballister no tenía complejo alguno por lo de su brazo, mucho menos le tenía rencor a su amado por el incidente.

Si, algunas veces tenía complicaciones para realizar ciertas actividades en específico, pero nada que no se pudiera realizar con un poco de ayuda y burlas (más que nada por parte de Nimona) de Ambrosius y Nimona.

A Ballister, lo podrían llamar idiota, descerebrado, iluso, débil, o como quisieran por el hecho de haber perdonado a quien le había cortado el brazo, pero, ¿podían culparlo? ¡Vamos! Era su novio, qué lo hizo por un bien mayor, él también hubiera hecho lo que sea si se presentaba una amenaza en contra del reino.

Y seamos honestos... la directora lo engañó hasta a él, no le sorprendía que su novio también creyera cada maldita palabra de esa bruja de mierda.

Pero... si bien, Ballister no parecia tener ningún tipo de rencor, Ambrosius seguía cargando con culpa cada día de su vida.

Y es que... ¡Por Gloriana!

¡Le corto el brazo al amor de su vida!

Si, si, el reino y todo eso... pero ¡Vamos!. ¿No podia haber empujado simplemente? ¿O patear la espada o algo por el estilo?

¡No!

¡Tuvo que cortarle el maldito brazo!

No podia con la inmensa culpa que se apoderaba de él cada vez que lo veía batallar con su prótesis para abrir alguna lata o frasco. Cada vez que por algún mal movimiento su piel rozaba con el metal causándole molestia y hasta dolor.

Incluso cada vez que dormían y lo abrazaba se sentía la ausencia del miembro de su cuerpo faltante y, aclaremos, no es que Ballister le pareciera feo o "menos" por la falta de su extremidad, al contrario, Ambrosius estaba  convencido de que Ballister con cada día que pasaba se volvía cada vez más y más atractivo, pero tenía miedo... de dañarlo de nuevo, de que Bal lo detestara.

Él se creía incapaz de lastimarlo de nuevo, estaba seguro de que preferiría clavarse él mismo una espada en su corazón antes de volver a dañar a Ballister, pero, sabía como era... conocía las fallas humanas.

Él mismo se había prometido algo similar, de nunca lastimarlo, antes de todo lo ocurrido con la Reina. Y miren... ¿Qué tal terminó?...

Es por eso que algunas veces, no dormía nada, sentía que si lo hacía, inconscientemente le haría daño... sentia tanto miedo de sí mismo.

Intentaba ocultar ésto de Bal. No necesitaba generarle más molestias o preocupaciones... ¿No bastaba con lo que le había hecho ya?

Ni siquiera entendía del todo como Ballsiter aún lo quería cerca.

Pero, los problemas y secretos siempre salen a la luz, es por eso que es malo guardarse ambos.

________________________________________

Una noche, de las tantas en las que Ambrosius no lograba conciliar el sueño, se exaltó al notar movimiento a su lado.

-¿desde cuando llevas despierto?- preguntó el moreno para después bostezar.

El rubio solo sonrió enternecido ante la imagen adorable (aún que no muy perceptible debido a la poca luz).

Aún qué poco duró la sonrisa al recordar el motivo de su falta de sueño.

-N-no es nada Bal... regresa a dormir- dijo el caballero dorado para dejar un tierno beso en su frente y revolver ligeramente su cabello.

Pero Ballister no era estúpido (al menos no tanto). Así que se sentó en la cama y extendió su único brazo para encender la lámpara que se encontraba en su mesita de noche.

Una Pareja Dispareja (Ambrosius x Ballister)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora