Una Pareja Dispareja (Ambrosius x Ballister)

24. La Gala. (Cosplayeando)

No será cosplay precisamente, me fui pro algo similar como disfraces y después conecte neuronas hasta la palabra "Antifaz" Así que... bueno aquí.

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No estaba seguro de como había aceptado esto.

Y es que, vamos, él no era exactamente fanático de las fiestas.

Pero...

"Maldición" pensó.

-Shhh... Bal, has silencio.-

Besó su mejilla cariñosamente.

-¡MmmMh! Esto es tu culpa, Goldenlo-¡Ah! Hijo de...-

El rubio solo atinó a reír.

Ambos estaban en una pequeña habitación del palacio. Eran los Reyes, si querían podían irse simplemente a su habitación. Pero serían unos muy malos anfitriones por hacerlo.

Ambos estaban dando una fiesta en el castillo, una gala para ser exactos.

Al ser los nuevos monarcas del Reino estaban prácticamente obligados a seguir con las tradiciones del mismo, entre esas tradiciones esta la gran gala de antifaces.

Una tradición en donde, una vez al año, todo el día, los habitantes del Reino portaban un antifaz para cubrir parte de sus rostros.

La tradición consiste en mezclarse en la oscuridad y dar oportunidad a Gloreth de resurgir y brillar para que su espíritu siga protegiendo al Reino de las amenazas. Simbolizado en que los habitantes utilizan mazcaras o antifaces oscuros para que el Rey heredero utilice un antifaz dorado.

Claro, si hace meses le hubieran dicho a Ambrosius que ese mismo año él sería el portador del antifaz dorado se hubiera sentido honrado, pero tras saber la verdad de la historia de Nimona y Gloreth, incluso podría decirse que se sentía ligeramente decepcionado.

Pero por su pueblo lo haría todo.

Oh bueno...

-Ufff ah! Ah! Ah! Es-espera- Mnh!-

-no creo que pueda esperar más, Bal....- dijo besando dulcemente su mejilla.

Tenía al moreno con su rostro pegado a la pared, mientras em por detrás se encontraba embistiendolo.

-Como nos encuentren...- amenazó.

-Descuida, no lo harán-

Una, y otra, y otra más, varias eran las certeras embestidas que el de tez clara le estaba brindando.

Sentia como el antifaz negro que traía puesto se resbalaba ligeramente de su rostro, le incomodaba pero no tenía manera de acomodarlo pues sus manos se encontraban aprisionadas contra la pared justo arriba de él por las fuertes manos del de ojos castaños.

-Am-Amor! Ah! Cr-creo que estoy cer-cerca...- hizo un gran esfuerzo por hacérselo saber, pues en sus susurros de calentura antes de comenzar la acción, el rubio le propuso una solución para evitar mancharse con sus fluidos, por lo que apenas escucho a su esposo, dejándo un beso en su nuca, salió de él.

Habia una mesita que se encontraba ahí y sin importarle los objetos que estaban sobre ella, los empujó con su brazo para poder sentar a Ballister ahí. Él mismo se quitó el antifaz dorado dejándolo en dicha mesa.

Se agachó lo suficiente para llegar a su entrepierna y se apresuró a meter el pene del moreno en su boca.

Ballister por reflejo, llevo rápidamente sus manos a la cabellera del rubio y arqueo su espalda ante la calida sensación.

Mordió su labio para evitar hacer más ruido del que ya estaba haciendo y comenzó a crear un suave vaivén con la cabeza de su esposo.

No tardo mucho en terminar en su boca y el rubio sin ninguna dificultad aparente, se lo trago.

Un ligero espasmo recorrió el cuerpo el de cabello negro al sentir como la temperatura de su cuerpo comenzaba a regularse.

El rubio se comenzó a masturbar cada vez más rápido centrando su visita en la sexy imagen que le brindaba el moreno después de su orgasmo, además que ese antifaz le daba cierto toque de intriga al poder observar sus grandes ojos cubiertos de lagrimas atravez de las ranuras y su linda boquita abierta buscando aire para regular su respiración.

Sus gruñidos comenzaban a irregularizarse y cada vez sentía más calor además de cansancio en su brazo.

Balliser al observarlo y ver como sus piernas comenzaban a temblar, se puso de rodillas y detuvo la mano del de tez clara para para utilizar la propia en el miembro ajeno.

Cuando sintió un par de espasmos departe del rubio, rápidamente introdujo el miembro en su boca casi atragantandose por la repentina intromisión.

Con un poco más de dificultad logró calmar sus arcadas para poder tragar el semen del rubio.

Ambos con el corazón acelerado se sonrieron entre si y se dieron un fogoso beso mezclando sus salivas y dejando que sus lenguas se reunieran de nuevo explorandose con experiencia.

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Necesito dormir, espero que les haya gustado.

Los quiero

Dia #24: -Cosplayeando- ✔️