Capitulo 16.

993 152 6
                                    

El almuerzo con mi suegra está resultando muy grato, las damas en cuestión están tan mansas como si de gatitos se tratara.

Una criada llega corriendo y con la cara desencanjada.

— Señora... Señora en el mercado dicen que vamos a la guerra—dice la chica con palabras atropelladas y llena de preocupación.

— Isabel cálmate y explícame todo mas despacio—dice mi Lado con esa tranquilidad que la embarga.

— Yo... Señora había ido al mercado como se me indico, estaba comprando lo necesario para el estofado, cuando escuché a unos chiquillos a mi espalda diciendo que íbamos a la guerra junto a los franceses... Algo de los rusos y un conflicto. Señora no escuché más pero traje el periódico, todavía no leo bien y preferí que lo leyera usted. Estoy tan preocupada señora. Si hay guerra el señorito tendrá que ir...—

— Isabel, vale yo lo leeré y después te contaré todo. Ahora retirate por favor...— dice interrumpiendo a la criada.

Algo de lo que ha dicho me hace pensar, ellas suelen llamar señorito a Thomas, no entiendo cómo que tendrá que ir a la guerra él? Miro a mi suegra y esta parece estar muy absorta en la lectura del periódico, sus caras y sus muecas lo dicen todo.

Una sensación extraña recorre mi cuerpo.

— Señoras damos por terminada la reunión, quedamos al pendiente de las donaciones. Tengan un buen día—

Todas las señoras se retiran de la casa, unas parecen enfadadas y otras tristes y preocupadas.

Una vez que nos quedamos solas, saco valor y pregunto directamente.

— Qué es lo que ocurre? Y que tiene que ver Thomas en todo esto—

— Siéntate querida, será mejor que lo estés cuando escuches lo que tengo que decir—

Me siento y la preocupación ya es palpable en mi estado, juego con mis dedos mientras espero que responda a mis preguntas.

— Lo que te voy a decir ahora no te traerá más que preocupaciones por desgracia, pero es algo que no de puede ocultar. La familia de mi marido siempre se ha distinguido por su servicio a la corona, hay desde capitanes a generales entre toda la saga familiar, tu esposo es uno de ellos y en caso de conflicto bélico el debe acudir al llamado como un soldado más...—

— Pero no se puede negar!—

— No, querida no es tan simple... ya no es por una razón de estatus es más por honor, ellos hacen un juramento que no pueden romper...—

— Está bien entiendo, ahora me voy a casa, necesito ver a mi esposo antes de que se marche a esa estúpida guerra—

Me levanto y beso en la mejilla a mi Lady, el camino a casa lo paso pensando en mil situaciones,será que la vida no me lo va a poner ni siquiera por una vez un poco fácil? Ahora que soy feliz que lo tengo todo y sobre todo que lo tengo a él, tengo que renunciar y quedarme en casa esperando a que vuelva. Si es que vuelve claro está.

Llegó a casa y en el saloncito me encuentro a Thomas sosteniendo entre sus dedos una copa de whisky, en verdad es serio porque él nunca toma estas horas.

Me acerco hasta él y lo abrazo, las lágrimas desbordan mis ojos, la aflicción comprime mi pecho.

— No llores amor, regresaré a tu lado y y nada ni nadie nos podrá separar jamás—

En otros momentos no habría dudado de su palabra, pero en la situación actual poco puede hacer si le alcanza una bala. A miles de kilómetros de mi...

—Cuéntame que es lo que pasa exactamente— pregunto una vez me he calmado, Thomas coge mi mano y se sienta a mi lado en el sillón.

—Se que nunca te ha interesado demasiado la política, por lo que te explicaré todo con detalle...—hace una pausa y toma un sorbo de whisky.

— El Reino Unido y Francia temían que el Imperio otomano se transformase en vasallo ruso, lo que hubiese trastornado el equilibrio político entre las potencias europeas...

La tensión se agudizó por las disputas por el control de los Santos Lugares en Palestina entre cristianos occidentales y orientales. Llegados a este momento los rusos emplearon estos roces para exigir concesiones de los otomanos que estos, sostenidos por las potencias europeas occidentales, se negaron a otorgar, lo que ha desencadenado una guerra entre los dos imperios. Eso no ha hecho otra cosa que hacer que los rusos y otomanos se enfren en el Cáucaso y el delta del Danubio; si a eso le sumamos el rechazo ruso a evacuar los principados danubianos, sometidos a los otomanos, ha determinado la entrada en guerra del Reino Unido y Francia. Temiendo que el Imperio austriaco interviniese también en favor del enemigo, y eso es lo único que te puedo contar por el momento—

— Me quieres decir que todo esto es por qué a un señor se le ocurrió la buenísima idea de ampliar su territorio—respondo molesta.

—Las guerras son así querida—

— Cuándo te tienes que ir?—pregunto sin querer conocer la respuesta, una respuesta que no me agradará de ninguna de las maneras.

— En tres días...—

Suspiro y me agarro fuertemente a mi esposo, siempre he tenido que hacer todo por mi misma, mi madre me enseñó a no depender de nadie más que de mi misma, pero no he podido evitar dejar entrar en mi corazón y en mi vida a Thomas, ahora que haré son el? Sin su compañía, sin su protección...

—Thomas... prometeme algo?—

—Lo que me pidas amor—

—Durante los días que te quedan aquí conmigo, no habrá ningún trabajo, solo estaremos tu y yo—

—Mi esposa está picarona...—

— Llamalo como quieras, solo quiero estar todo lo posible con mi esposo... sentirme amada y que tú te sientas amado para que tengas una razón de volver a mí—

— No sabes cuánto te amo, no puedes imaginar desde cuándo te tengo clavada aquí—dice tocándose el corazón.

— Desde cuándo?-pregunto curiosa.

— Desde el primer baile, allí supe que ibas a ser para mí—

—Que tan seguro estabas..—

— No creas, me costó llegar a tu corazón un poquito—

— Pero llegaste, y no te marcharas de él jamás, eso es lo único que importa ahora y siempre—

Dueña de mi DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora