Capitulo 37.

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He recorrido todo Londres, me asesorado con los mejores, legalmente Thomas no puede hacer nada, al haberme repudiado por decirlo de alguna manera no puede probar que Hope es hija suya.

Para hacerlo nuestro matrimonio no podría estar anulado, y como lleva los apellidos de William por mucho que lo intentará ya ni podría hacer nada.

Si es verdad que desea tener un hijo que hable con su mujer si no se lo quiere dar que adopten a un huérfano ya que por desgracia hay muchos.

Hoy estoy algo más tranquila así que dedico toda la mañana a trabajar, aunque delego gran parte de ese trabajo en otros hay cosas que solo las puedo hacer yo. Aliss ya ha llegado y por más que he insistido se ha quedado en casa de Catherine, mi casa es mucho más grande que la de ella aún así a declinado mi oferta alegando que estamos recién casados y necesitamos intimidad...

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Thomas Mideltong

Mis recuerdos son vagos pero en mi sueños siempre aparece ella mi ángel de pelo castaño, sonriendo y llenando mi corazón de calor.

Despierto otra mañana en la misma casa, con la misma mujer la cual apenas si calienta mi cama, no hay un solo día que no me arrepienta de mis acciones, de mi poco valor para enfrentar a mi madre.

Gracias a ella he perdido el amor de mi vida y al fruto de nuestro amor, si tan solo hubiese sido valiente una sola vez.

Creí que era feliz con la decisión de mi matrimonio, creí que de verdad estimaba a Ellen, pero todo fue otra de sus artimañas, ahora pago las consecuencias de acatar sus órdenes y sus peticiones.

Solo en un matrimonio ya no sin amor porque nunca lo hubo ni lo habrá pero si al menos consiguiese que fuésemos amigos, no hay nada más que desee en este mundo que tener un heredero pero ella no queda nunca en estado, estoy empezando a creer en las habladurías de la gente y eso me irrita y me enfada a partes iguales.

Si mi desgracia ya no fuese suficiente Ellen ha vuelto a Londres y no lo ha hecho sola, se ha casado con William, ése estúpido sin pretensiones en la vida, solo vive para ayudar a los demás un héroe a sus ojos.

No puede resistirme a verla de nuevo, pero la fuerza no me alcanzaba y bebí demasiado al alcanzar un valor que no tenía en ese momento, fui imprudente y estúpido estuve a punto de obligarla a besarme... los celos me consumían mi corazón aún llora por ella y se que nunca dejare de amarla.

Pude atisvar a mi pequeña en la lejanía escondido entre los árboles, es igual de hermosa que su madre pero pude distinguir que sus ojos son igual que los míos. Vi que la amaban aún no siendo de su sangre, se que ahora estará bien cuidada y será feliz.

He tomado una decisión quizás la más difícil de toda mi vida, pero esta vez nada me va a hacer cambiar de opinión.

Me marcho a América allí pretendo comenzar unos nuevos negocios y quizás una nueva vida y si algún día ellas me perdonan me gustaría que mi hija no se avergonzará de su padre.

Si me quedo aquí nunca podré ser feliz, me consumiré una y otra vez atado a un matrimonio infeliz y viendo al amor de mi vida de manera inalcanzable.

He escrito tres cartas una para Catherine se que solo ella conseguirá que Ellen lea mi carta esa es la segunda y la tercera es para Hope, ella espero que la lea en su mayoría de edad.

Mi esposa y mi madre no quedarán desamparadas dejo fortuna para que puedan vivir holgadamente el resto de sus vidas, aunque conociendo un poco a mi esposa no les durará más que un par de años.

Quizás anule el matrimonio y se vuelva a casar, no me importa la verdad.

Salgo de la habitación con una pequeña maleta, ellas duermen aún, así será todo más fácil. Cierto la puerta y camino hasta el puerto...

Desde el barco veo como Londres se aleja de mi visión, creo que esta es la única decisión acertada que he tomado en los últimos tiempos.

****

Unas semanas después en Dorset...

— Ellen te ha escrito Catherine, te dejo la carta en tu desspacho— dice William dejando un beso sobre mis labios y saliendo de casa.

Me acerco al escritorio y veo un gran sobre, este parece contener un testamento ya que es bastante abultado.

Saco tres cartas del interior y veo que en una de ellas aparece mi nombre, en otra el de Hope y en la última pone Catherine.

Cojo el de Catherine, que estará tramando ya! Quito la lacra y comienzo a leerla.

En su carta me dice que Thomas ha partido a América allí desea comenzar una nueva vida y desea mi felicidad y la de Hope. Me pide que le lea su carta y al menos así cerraré un capítulo de mi vida, uno muy doloroso pero que es necesario cerrar.

Sujeto la carta entre mis manos dudando. Ahora no estoy preparada la leeré más tarde, guardo las cartas en el cajón y salgo del despacho para preparar las habitaciones de mis suegros, echan tanto de menos a Hope que han decidido pasar una temporada con nosotros.

Después de  haber acondicionado todo ya solo me quedaba visitar a Aliss, ahora era ella la que portaba una vida en su interior. Después de todas las cosas malas que había tenido que sufrir al fin el cielo y Dios la permitían ser feliz.

Anita también estaba bastante bien, ni William se explicaba su buena evolución. Apenas si recordaba ese incidente, por lo que suponíamos su recuperación había sido más rápida.

La vida iba poniendo cada pieza en su lugar y yo lo único que tenía que hacer era disfrutarla al lado mi hija y mi doctor. Uno que había llegado a mi vida para sanar mi corazón.

Fin.

Dueña de mi DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora