Dueña de mi Destino

Capitulo 35.

Después de desayunar hemos llevado a Hope con su abuelo, ella también se ha encariñado con el y eso que apenas lo conoce además de eso ella es muy reacia a estar con extraños.

Ya he visto que la dichosa gaceta está en portada, pero ahora no tengo ganas de disgustarme ya la veré más tarde porque estoy segura de que habla de mi por mucho que me pese.

Llegamos a casa de Catherine, me hubiera gustado salir caminando pero hay que regresar a por Hope y hacerlo a pie nos llevaría mucho más tiempo.

Bajamos del carruaje y en la puerta ya nos espera Steven, este se acerca hasta nosotros y nos da sendos abrazos.

— Preparaos para lo que viene, está de muy molesta— dice comenzando a reír.

Me adelantó un poco y los dejo hablando animadamente, paso hasta la salita y allí encuentro a Catherine sentada en un sillón.

— Tienes valor! No podías haber esperado unos meses—

— Lo siento no fue planeado, como te encuentras? Si no estás bien podemos dejarte descansar durante las fiestas, no queremos molestar—

— Voy a hacer que no he escuchado esto último, estoy perfectamente pero el doctor me ha preinscrito no viajar en los primeros meses, no pienses que te vas a deshacer de mí tan fácilmente, y por tus suegros no te preocupes ya lo he invitado—

— Ellos quieren celebrar una gran fiesta...—

— Pues se celebra y se callan las bocas de esas viejas urracas —

— Está mal que pregunte por...—

— No, y he decir que cierto Lord camina por la vida como alma en pena, ella es... Cómo decirlo... un poco simple, bella por fuera por podrida por dentro —

— Supongo que cada uno tiene lo que se merece después de todo—

— Bueno cuéntame cómo es tu vida de casada?—

— Tu quieres saber lo que pasa en la alcoba!—

— Si eso también—

— Soy feliz es todo lo que necesitas saber—

— Eres mala y los detalles—

— Señoras el té y los pastelitos ya están preparados en la terraza, si hacen el favor de acompañarnos— dice Steven acercándose a Catherine.

— Estás bellísima, si quieres podemos perdernos un rato—

— Doctor creo que debe mirarse la calentura—

— Solo hay alguien que puede curarme...—

— No siga me ruboriza y nos pueden escuchar.—

— Está bien, pero no crees que ellos saben de sobra como...—

— William!—

— Me gusta cuando te avergüenzas, no veo el momento de llegar al dormitorio—

— Desde cuando te has vuelto tan descarado—

— No puedo evitar amar a mi esposa y desear hacerla mía—

— Vayamos a la terraza ya se deben estar preguntando por nuestro retraso—

— Ellen le decía a Steven que debemos comprar sillas, crees que vendrá Aliss?—

— Dijeron que llegarían en Noche Buena, además te recuerdo que el mi casa hay espacio de sobra y no tendrías que comprar más mobiliario...—

— Voy a ser la anfitriona por una vez, no me quites esa alegría—

— Está bien como quieras—

Pasamos unas horas agradables con ellos pero es hora de regresar a por Hope.

****

— No puedo creer como está mi padre, ha rejuvenecido varios años, Hope le ha devuelto la alegría mañana planea llevarla al parque—

— Me alegra de que este feliz y tú madre?—

— Está feliz aunque no lo demuestre. Papa hablo con ella antes de nuestra llegada si montaba algun drama la mandaría a la casa de campo y por otra parte ella sabe que si no os aceptaba no me volvería a ver jamás, así que no le quedó otra supongo—

— Hope duerme así que...—

Pega sus labios a los míos, me coge en brazos y me lleva a la cama...

****

La gaceta de Lady Cotilla

Bienvenidos y maravillosos días, después de unos meses sin nada interesante que contar, hoy les traigo noticias muy jugositas...

Ha vuelto a Londres para pasar las Navidades la Duquesa despreciada como la apodan algunas damas...

Cómo recordarán su primer matrimonio fue anulado, dicen que la señora Mideltong nunca la vio apropiada para su hijo.

Estará encantada con su nueva nuera ya que están cortadas por el mismo patrón. De ella se cuenta que suele abusar de ciertos tónicos para no poder alumbrar vida, ella que se ama a si misma más que a nada en el mundo no está dispuesta a pasar por el cambio de la maternidad.

Sera verdad o tan solo un chisme y de ser así que pensara su esposo...

Volvamos a lo importante, la Duquesa no ha vuelto sola lo ha hecho de la mano del próximo conde de Caster, nuestro doctorcito dejo la soltería y si lo sé, muchas de vosotras estaréis verdes de envidia, menudo partido se ha llevado la duquesa, si Lord Thomas era apuesto, Lord William no le hace sombra.

Pero el disgusto no queda ahí, ellos ya se han casado en una boda secreta. Sin fiesta, ni invitados. Pero lo más jugosito de todo es que Lord William es el padre oficial de la pequeña Hope, una informadora pudo ver de primera mano como cambiaron sus apellidos a los de él.

El conde ejerce de abuelo y no cabe en si de felicidad, la condesa ya es agua de otro costal, pero me consta que está feliz con la unión y con la nueva incorporación a la familia.

Eso sí curiositas habrá celebración y por todo lo alto, recuerden que Lord es hijo único ya que sus padres lo tuvieron mayores. Las mejores familias de Londres estarán invitadas a excepción de una, como se sentirá al no ser invitada...

Una servidora sería gustosa de ver la cara de Lady Mideltong, pero no habría nada más bochornoso que asistir a la boda de tu ex nuera. Ah es verdad disculpen que dicha boda no existió.

Lo que hace el dinero curiositas, ahora estás casada ahora ya no lo estás...

Se despide de vosotras vuestra más humilde servidora. Deseando que llegue la celebración para no perder detalle.

Lady Cotilla...

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— Ellen  por que lees esas cosas, solo pretenden hacerte daño—

— Lo sé querido, pero aunque te pueda parecer raro esta vez no se separan conmigo, creo que cierta familia debe estar tirándose de los pelos. En estos momentos ellos son la comidilla de Londres—

— No quiero que veas a Thomas—

— A qué viene eso?—

— Soy tu esposo—

— William que demonios te pasa, tu no eres así—

— Lo siento Ellen pero tengo miedo a que me dejes y vuelvas con él...—

— Sabes que eso no pasará jamás, yo a quien amo es a ti, él es parte de mi pasado así que te pido que confíes en mí—

Asiente con la cabeza no muy convencido pero es normal que tenga dudas y miedos yo en su lugar también los tendría. Me acerco a él y dejó un beso sobre sus labios, lo que relaja su semblante y acerca su cuerpo más al mío.