CAPÍTULO 4

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Habían pasado las horas, no aparecía el menor de la familia y una madre estaba a punto de angustiarse, que se movía de un lado para otro en aquella sala, trataba de alejar su mente temiendo lo peor leyendo algo, pero nada la podía tranquilizar, tenía ese presentimiento de que su hijo estaba en problemas.

—Jihwan vamos a buscarlo —dijo en tono de preocupación tomando unas llaves.

—Mamá, Hong está bien seguro fue a tomar algo por ahí —Soltó, mientras esté encendía la televisión— en un rato regresa.

—¡Que vamos a buscar a tu hermano! —respondió ya histérica por la situación.

—Ya voy, ya voy —cogió su abrigo del perchero y abrió la puerta— anda, vamos.

Salieron los dos de la casa y en el auto iban pensando en posibles lugares que llamaran la atención de Hongjoong pero ninguno de los locales estaba abierto, el menor no podía venir a una pequeña ciudad donde todo estaba cerrado, la siguiente teoría era que Hongjoong pudo tener problemas con alguna persona y tal vez fue a dar a alguna estación que al parecer en el pueblo solo había una.

Llegaron y vieron varios oficiales, estaban en el lugar correcto. Bajaron del auto y se adentraron a la oficina policial con el nudo en la garganta esperando que su hijo y hermano estuviera en ese lugar.

—¿Hace cuantos días su hijo no aparece?

¿Dias? La pobre madre angustiada no sabía cómo responder a esa pregunta, lo único que podía decir era que su hijo corría peligro porque lo sentía en su corazón y este uniformado con una expresión poco agraciada le hacía una pregunta de la cual ya sentía que no tendría una buena respuesta.

—Mi hijo lleva seis horas perdido no ha regresado a casa, él es nuevo, nosotros somos nuevos en la ciudad y no conocemos mucho.

—Lo lamento señora, necesita más tiempo para reportarlo como desaparecido —tecleaba en una computadora sin prestar mucha atención.

—¡Pero es un menor! —exclamaba la dama ya dejando caer lágrimas por su rostro— solo es un niño que seguramente está perdido.

—Dijo que se llama Kim Hongjoong y tiene 19 años, ¿cierto? —la fémina asintió y el oficial volvió a teclear— Seguramente como todo adolescente, su hijo va por ahí buscando algo diferente no se preocupe pronto mandarán oficiales a buscar en todas las zonas pero 24 horas son 24 horas.

—¡Es que no ve que presiento que está en peligro! —gritaba en toda la estación cayendo al suelo con su voz quebrantada.

—¿Ve esta oficina? No hay ninguna mujer porque solo se dedican a llevarse por instintos inexistentes.

—¡No le hables así a mi madre! —el primogénito de la señora tendida en el suelo, agarró por el uniforme al oficial y enseguida vinieron otros y lo detuvieron.

—No hace falta oficiales este niño solo está igual de perdido que su madre —el oficial mandó a que lo soltaran— ya dije y no volveré a decirlo, vengan cuando las 24 horas se cumplan.

Los dos salieron del peor lugar en donde habían sido tratados. Jihwan firmaba papeles y la señora decidió salir para tomar aire fresco. Sin tener idea de con quién se encontraría.

—No fue elegido, no era algo al azar. —un chico medio perdido mentalmente se sentaba a su lado.

—¿Que quiere decir? —observaba a aquel joven casi de la misma edad de su hijo menor.

—Mi hijo no debio volver, él debía quedarse en su ciudad muy lejos.

—¿Disculpe? Parece que se burlara de mí, déjeme en paz por favor —se levantó y caminó a su auto.

—Señora Ji Eun —la miró fijamente— su hijo está muerto, considere que ya no existe, cuando caen en sus manos ya no hay vida solo muerte.

Al escuchar esas palabras que provenían de esa boca que solo dejaba salir palabras desalentadoras y las decía con tanta serenidad como si lo que pasará fuera algo que no debías darle mucha importancia, como si la vida de su hijo ya no importará y le dieras el nombre de caso perdido.

Los nervios de la dama se fueron a tope que cayó al suelo por un punzón que había en su corazón cuando aquellas palabras hicieron eco una y otra vez temiendo lo peor. Tocó suelo llevando consigo un leve suspiro que salió de su boca.

«Hong vuelve a casa»




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Sombras • MinjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora