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Jimin no entendía por qué sentía una extraña atracción hacia aquel pálido alfa, este era muy educado y respetuoso con él, ambos estaban en la cafetería comiendo unos nachos mientras se conocían un poco más.

—Con mi familia no nos llevamos bien. —hablo Yoongi. —tuvimos problemas en el pasado y por ello cada uno tomó su rumbo.

—Eso debió ser duro para ti. —dijo Jimin.

—Lo fue. —miró su comida. —y yo cometí un gran error del cual me arrepiento mucho.

—De los errores se aprenden. —lo tomo de la mano. —de hecho yo también cometí errores o al menos eso he escuchado.

—¿Errores? —le pregunto.

Jimin apartó la mirada y miró todo el lugar, para soltar una suave risa y dirigir su vista otra vez a la del pálido.

—Yo soy adoptado, mis padres biológicos me dejaron tirado en una casa de un matrimonio. —trago saliva. —dijeron que yo era un niño maldito y que debido a eso podría traer mala suerte a sus vidas.

—Maldito. —susurro.

—Así es. —hablo. —mis madres dicen que consultaron a un chamán y éste les dijo que fue un castigo divino hace mucho tiempo y en cada vida tendré el mismo futuro.

—Vaya, no sé qué decir. —lo vio.

—No pienses que es contagioso. —negó. —cuando era pequeño algunos niños me molestaban por eso y mis madres tomaron la decisión de educarme en casa y cambiar de hogar.

—Debe de ser duro para ti. —hablo el pálido.

—No lo es. —se rio. —ya estoy acostumbrado.

—Jimin. —le dijo. —¿Qué harías si te encontrarás a la persona que te maldijo?

—Le preguntaría por qué lo hizo. —hablo Jimin. —yo debí de ser bueno supongo y si fui malo en el pasado entiendo y aceptaré mi castigo.

Yoongi lo tomó de la mano y cuando iba a cortar la maldición a lo lejos vio a su hermano Namjoon el cual lo miraba de manera fría. Jimin vio como el pálido miraba a un punto fijo y se giró para ver qué miraba, pero solo había arbustos y árboles enormes, volvió a ver al alfa.

—Yoongi. —lo movió.

—Yo. —trago saliva. —debo irme ya casi inicia mi clase.

Jimin vio como el pálido escribía algo en un papel y se lo daba, este tomó sus cosas y se fue de ahí, Jimin miró el papel y vio que era el número de teléfono del alfa. El omega sonrió y lo guardó junto al libro que el pálido le había dejado, Yoongi por su parte entró al bosque y miró todo el lugar hasta que vio a su hermano sentado en una roca viéndolo fijamente.

—Después de mucho tiempo nos volvemos a encontrar Hades. —le dijo de manera burlona.

—No estoy para tus juegos Zeus. —lo vio.

—Veo que estás nuevamente con el mortal. —se acercó a paso lento. —así que debo de recordarte las reglas.

—El tiempo para ello ya pasó. —hablo Yoongi. —cada dios vive como quiere.

—Supongo que debo de recordarte cómo termina todo. —dijo serio.

—¡No te atrevas a tocarlo! —le gritó.

—Yo no haré nada. —sonrió de lado. —al menos no personalmente.

Sol de media noche [Y.M][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora