Sol de media noche [Y.M][✓]

38

—¿Entonces no hay nada con ella? —hablo Jimin.

—De hecho si hubo algo. —lo vio. —luego de que te maldije me alejé por un tiempo del Olimpo y cuando volví decidí casarme a la fuerza con ella. —dijo. —ella se negó, pero al final fue obligada por Namjoon.

—Ya veo. —susurro.

—Nunca me acosté con ella. —hablo. —ya que mi mente solo pensaba en ti, además ella nunca dejó que la tocará, además para nuestra noche de bodas ella durmió con su alfa.

—Debió ser duro para todos. —dijo Jimin.

—Lo fue más para ella. —hablo. —ya que debido a todo lo que sucedía ella sufría constantes abortos, ella piensa que no lo sé, pero sabía que había algo raro en ella y una vez escuché su conversación con Atenea y con Afrodita.

Jimin no dijo ya nada solo se acomodó en el pecho del alfa y cerró sus ojos para dormir, al amanecer Yoongi abrió los ojos y se encontró con la hermosa vista del omega durmiendo de manera tranquila, él sonrió y le dio un corto beso en la mejilla haciendo que Jimin abriera los ojos y sonreía cansado.

—Buen día, alfa. —hablo Jimin.

—Buen día, cariño. —susurro Yoongi. —dormiste bien.

—Contigo aquí sí. —se sentó en la cama. —ya debes irte.

—Tan rápido. —lo atrajo a su cuerpo haciendo que quedará sobre él.

—Tengo que ir a mi trabajo y luego a la universidad. —lo vio.

—Tonterías. —le apretó una mejilla. —no debes trabajar yo te doy todo lo que me pidas.

—¿Me quieres mantener tú? —levantó una ceja.

—No es como yo lo llamaría. —dijo Yoongi. —lo llamaré darte la vida de un dios.

—¿De un dios? —se rio.

—Eres el novio del dios Hades, dios del inframundo. —lo tomó de ambas mejillas. —conmigo tendrás los lujos que quieras, la vida en sueño.

—En ese caso señor dios del inframundo. —se levantó el omega. —se me hace tarde para el trabajo.

—Piensa en lo que te dije. —se levantó de la cama y se acomodó su ropa. —no necesitas matarte por trabajar cuando yo puedo darte oro, joyas, autos todo lo que quieras.

—Una vida sin lujos. —hablo Jimin. —quiero una vida feliz y plena, como en el pasado que vivíamos en la playa sin mucho dinero, pero felices.

—No quiero que tengas esa misma vida, porque me recuerda al daño que te cause. —se acercó y le dio un beso en la frente. —mereces mucho Jimin, pero si deseas una vida humilde no te lo voy a negar.