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—Yo lo iba a dejar a mi manera. —hablo Yoongi mientras cargaba al omega. —pero tenías que llegar tú a arruinarlo todo, siempre metiéndote en dónde no lo llaman.

—Yoongi. —le dijo. —escucha.

—¡Basta! —le gritó. —siempre haces que todos te escuchen ahora te toca cerrar la boca y escuchar.

Yoongi acarició el rostro del omega mientras sus lágrimas resbalaban, no tenía caso seguir luchando por el omega, sabía que jamás podría estar con él. El pálido vio a su hermano el cual lo miraba sin decir nada, Yoongi volvió su vista hacia el omega y sonrió mientras lágrimas seguían resbalando por sus mejillas.

—Quizás y tengas razón. —hablo Yoongi luego de un largo silencio. —y solo estoy encaprichado con él debido a su maldición de belleza. —sonrió débilmente. —tal vez deba marcarlo para que muera y no reencarne para que así no me sienta mal.

Yoongi sonrió al ver lo delicado que se miraba el omega en sus brazos, le hacía recordar aquellas tardes cuando él se las pasaba en el templo y se ponía a hablar con el omega sobre algunas cosas.

—Cuando lo hice mi esposo recuerdo que cuando aparecí como dios y le dije que me iría cien años. —trago saliva. —él dijo que su alfa era un regalo mío y que se sentía agradecido por ello. —miró a su hermano. —pero tienes razón dioses y humanos jamás estarán juntos.

Yoongi apego a su cuerpo al omega y miró por última vez a su hermano para desaparecer de ahí, el pálido puso en una cama al omega, esperaría para que despertara y así poder hablar con este. Al poco tiempo Jimin despertó y miró el lugar confundido, se asustó al ver la puerta siendo abierta y también a la persona que la atravesó.

—Me alegra saber que ya despertaste. —dijo el pálido.

—Aléjate de mí. —le dijo.

—Solo quiero hablar contigo. —se quiso acercar, pero Jimin le apuntó con la lámpara.

—Alejate o te rompo está maldita lámpara. —hablo.

—Está bien Jimin. —retrocedió. —solo quiero contarte todo.

—¿Qué me dirás? —lo vio. —intentaste abusar de mí.

—No fui yo. —hablo Yoongi. —fue mi hermano haciéndose pasar por mí para que te alejaras de mí.

—No mientas. —lloro. —fingiste ser mi amigo para aprovecharte de mí.

—Solo quiero que sepas la verdad de todo, de tu maldición. —dijo suplicante. —dejaré que te calmes, si deseas hablar estaré en el estudio de la puerta blanca y si no deseas hablar dejaré que te vayas y no te molestaré nunca más.

El alfa salió de la habitación y se fue al estudio donde estaban los cuadros de Jimin, la puerta se abrió y dejó ver a un castaño el cual le entregó un libro y él lo tomó.

—¿Se fue? —pregunto.

—Hace unos minutos. —respondió.

—Ya veo. —hablo. —quiero estar solo.

El castaño asintió y salió de la habitación dejando al dios solo, él vio los cuadros y movió su mano para que cada uno de estos se quemará, luego iría a ver al omega mientras dormía y le quitaría su maldición y toda memoria de él.

Sol de media noche [Y.M][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora