Sol de media noche [Y.M][✓]

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Los toques de pieles, las caricias y los besos estaban presentes en aquel lugar donde un dios y un mortal por fin se iban a unir, luego de años de sufrimiento, luego de muchos dolores y tormentos al fin podían ser uno solo, por fin iban a poder romper cualquier maldición que ambos en sus fotos corazones habían puesto. Yoongi acariciaba cada parte del cuerpo al que lograba tener acceso, besaba y dejaba marcas en la piel del omega, en partes visibles y no visibles para que todos vieran que el omega le pertenecía a alguien y si estuvieran en el pasado, esas marcas fueran una sentencia de muerte a cualquier alfa o beta que le quisiera hacer daño a su pareja.

Jimin cerraba los ojos y apretaba las sábanas cada vez que sentía los colmillos del dios rozar su piel, pues Yoongi ya había mostrado sus colmillos en señal de marcar al omega, pero aún no lo hacía, pues quería disfrutar todavía un poco más; el omega sintió como poco a poco el alfa se hacía paso con sus dedos en su interior, pues estaba preparándolo para poder hacer el amor y luego dar paso a la marca.

Los movimientos eran lentos y cuidadosos, pues Yoongi no solo temía lastimar al omega, sino que perderlo en el acto, Jimin soltaba suaves gemidos en los cuales el nombre de su amado se quedaban a medias, pues el placer que recibía era mucho. Yoongi al sentir que su omega ya estaba preparado, sacó sus dedos de manera lenta y poco a poco fue entrando en su interior y a pesar de no tener aún el lazo de la marca ambos podían sentir como sus corazones laten en un mismo ritmo, como cada uno de sus sentidos se iba agudizando, como cada poro y cada parte de su ser se volvía uno, no solo por la mezcla de aromas, sino que eso iba más allá de sus conocimientos.

Lo que ambos sentían en ese momento era prueba de que ambos habían existido para estar juntos que a pesar de ser diferentes en muchos aspectos el dios Hades existía para amar y ser amado por un hermoso omega que su propósito en la tierra era salvarlo de aquella oscuridad en la que por siglos se vio atormentado, en la que por siglos creyó estar solo, pero eso cambió al ver al hermoso omega de cabellos rosas y ojos color cielo descansar en su templo.