—Donovan, ¿qué es un Succubus? —lo interrogué sin rodeos.
Él abrió los ojos ampliamente.
—¿Lo escuchaste todo?
—Lo suficiente —aseveré—. Dime, ¿qué es eso que eres?
—No es nada —contestó antes de darme un corto beso con sus labios cerrados.
—Dímelo.
—No lo haré —volvió a besarme con suavidad.
—¿Por qué? —empecé a enojarme.
—Porque no necesitas saberlo —apartó algunos cabellos de mi rostro y me dio otro beso, éste fue un poco más extenso.
—Gracias por la información, me ha servido de mucho —lo alejé, empujándolo débilmente para abandonar el recinto.
Me atrapó de la cintura desde atrás.
—Angelique, en serio, no tienes que saber cosas como ésa. No es necesario —presionó sus labios contra mi cuello.
—No creas que soy tan inocente, Donovan —me giré para enfrentarlo y junté mi boca a la suya. Apoyé una mano sobre su mandíbula al tiempo que con la otra acariciaba su pecho—. Puedo escuchar cualquier cosa.
Él se mostró desconcertado por mi repentino cambio de actitud. Sus músculos se tensaron, sacudió la cabeza.
—No voy a decirte.
Se marchó hacia su habitación, dejándome sola, sin imaginar que yo no planeaba descansar hasta averiguar lo que era un Succubus.
En mi camino hacia la biblioteca del castillo, me sorprendió encontrar a Nina y Alan juntos en el sofá del salón, a medio vestir, durmiendo uno encima del otro. La escena me provocó ternura.
Una vez en la biblioteca, me di cuenta de que el sitio estaba abarrotado de literatura vampírica. Había una gran cantidad de tomos sobre ellos: sus orígenes, poderes, jerarquías, rangos, debilidades y especialmente cómo matarlos.
Matarnos, me recordó una voz dentro de mí.
Encontré el término Zephyr:
"Vampiro de alto rango con mucha antigüedad y edad avanzada, poseedor de elevados poderes y prácticamente del todo inmortal. Encargado de dar órdenes a otros vampiros en clanes o independientes, de procurar que otros humanos no sean transformados sin consentimiento y de proteger la clandestinidad de su condición de vampiros de la comunidad mortal. Creador de leyes e importantes códigos y juramentos de su raza. En su mayoría son príncipes, reyes o líderes de grandes territorios. Son conocidos por asesinar de las formas menos piadosas a los quebrantadores de las leyes y beben sangre de humanos y otros vampiros. Comparten algunas características con los Succubus".
Buena definición, pensé. Aunque mencionaba la palabra Succubus, eso no me decía nada. Indagué en otro libro con un extraño símbolo en la fachada y me percaté de que eran ejemplares de conjuros en otro idioma, con páginas arcaicas y ambarinas que contenían símbolos complejos en cada una de sus hojas.
Al pasar otra página, escuché un ruido a mis espaldas. Me volví y vi algo que me dejó patidifusa: una diminuta puerta en la pared acababa de abrirse, dando paso a Harvey. La entrada secreta volvió a ser invisible en segundos mientras él colocaba un sillón para ocultarla.
—Hola, neófita de vampiro —saludó el hombre.
Me sentí atrapada con las manos en la masa. ¿Acaso Harvey lo sabía todo? Aunque no lo pregunté en voz alta, él pareció leer mis pensamientos y respondió.
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Tentación (More explicit version)
Fantasía¿Qué sucedería si de un momento a otro, en cuestión de segundos, tu vida cambiara para siempre? Si así como si nada, todo lo que conoces se fuera a la basura. Si una noche despertaras siendo diferente, con una sed y hambre que necesita ser saciada y...