Saint Seiya: La Guerra Santa de la luna

Capítulo #28: Comparación

—Komachi: ¿Acaso no tienes respeto por ti mismo, pegaso?—Lo miró con algo de disgusto, le hacía el trabajo más tedioso—Acepta la muerte de una vez, no tendrás otra oportunidad para morir sin dolor.

—Seiya: Lamento rechazar su oferta, Cure Mint, pero no aceptaré mi muerte——No hasta asegurarme de que Atena esté con vida—Saltó y se colocó detrás de ella—¡No moriré antes de eso!—La agarró por los hombros—¡Destello Rodante de Pegaso! Aunque le faltará potencia a su ataque, fue bastante efectivo.

—Kiriya: Mocoso, ¿Qué es todo ese ruido?—Salió con un poco de molestia por el alboroto—¿Un ángel?

—Seiya: ¿Usted cree?—Preguntó mientras se movía como gusano en sal para evitar los puñetazos y patadas de la de ropas verdes.

—Kiriya: ¿Te quito a la garrapata de encima? ¿O prefieres seguir con esto?—Preguntó con algo de buen humor, el ángel no se veía de mucho nivel y qué chistoso ver a Pegaso recibir una paliza de alguien así—Yo puedo ver esto todo el día.

—Komachi: ¿Un santo de oro?—Se distrajo y pegaso aprovecho para golpearla en la cara—¡Idiota!—Pisoteo la cabeza de Seiya—¡Has colmado mi paciencia, pegaso!

***

El fénix y Camaleón habían Sido enviados a oriente, el general de guerra había recibido la noticia de que un par de personas con armaduras habían tenido una pelea en un colegio humano.

Ikki fue el primero en llegar a Japón, no planeaba perder su tiempo, pero antes decidió pasar al orfanato, vería si Miho sabía algo de su hermano.

—Miho: ¡Hola Ikki!—Ella no estaba tan enterada de la actitud del fénix, puesto que después del torneo Galáctico ella no tuvo contacto con él.

—Ikki: Buenos días, Miho—Respondió un poco más dócil de lo que a menudo era, ella no se merecía malos tratos.

—Miho: Hace doce años que no te veo, ¿Cómo te encuentras?—Él se recostó contra la reja que separaba la calle y el orfanato.

—Ikki: He estado mejor.

—Miho: Qué lástima.

—Ikki: No te sientas mal, han pasado muchas cosas últimamente—Miro a los niños jugar.

—Miho: ¿Y viniste a Japón por alguien?

—Ikki: No, tengo una misión que cumplir, estoy esperando a que llegue mi compañera—Explicó.

—Miho: Entonces le diré a Shun que viniste de visita—Sonrió, Ikki quedó estupefacto ante esa frase, aunque pensándolo bien no sería raro.

—Ikki: ¿Shun dijiste?—Ella asintió un tanto confusa por la pregunta de Ikki—¿Y tú sabes dónde está?

—Miho: Yo no lo sé, solo sé de que está yendo a una escuela, ha venido un par de veces en uniforme junto a una chica—Explicó.

—Ikki: ¿A la escuela?

—Miho: Sí—Miro hacia el cielo—A esta hora debe estar en el colegio.

—June: ¡Ikki!—Se acercó corriendo al fénix, y para poder recuperar su respiración natural se apoyó de la reja—Por fin te encuentro—Suspiró.

—Miho: Ella es la que estabas esperando, ¿Verdad?—Ikki asintió.

—June: Yo soy la que sabe dónde está la escuela, debiste esperarme—Reclamó.

—Miho: Pues si hablan de la escuela de Shun, se encuentra cerca de aquí—Señaló hacia la izquierda—Sigan la autopista hasta ver unos edificios color ladrillo, sé dónde es porque queda cerca de una dulceria a la que a veces voy—Comentó con una sonrisa.

—June: Se lo agradezco, pero necesitamos ir a la “Academia Verone” —Miho: Justo a esa va a Shun, la chaqueta de su uniforme lleva el escudo.

—Ikki: De verdad te agradezco la información, Miho—Tomó sus manos—Prometo que la próxima vez que venga te traeré algo para pagarte tu ayuda, hasta pronto.

—Miho: Nos vemos, Ikki—Se despidió hasta que ya no pudo verlos.

—June: ¿Ya conocías a esa chica de antes?—Sacó a Ikki de sus pensamientos.

—Ikki: Sí, pero eso no es asunto tuyo—Se mantuvo callado hasta que llegaron a la entrada del colegio.

—June: Esta es, pero deberemos hacer algo con nuestras cloths si no queremos asustar a los alumnos.

—Ikki: A mí eso me da completamente igual, entraré así—Cruzo el patio hasta entrar al colegio, June lo seguía con un poco de molestia.

—June: ¿A qué parte vamos?—Ikki caminaba sin poner mucha atención a la santa de camaleón—¿Tú ya habías estado aquí?

—Ikki: Algo por el estilo—Miraba por las ventanas de los pasillos, buscaba instintivamente a Shun con la mirada, pero no tenía muchos resultados.

—June: Vayamos a la azotea, rápido, que la gente nos está viendo raro por culpa tuya—Ikki señaló unas escaleras que daban a la azotea.

—Ikki: Pues aquí es, te esperaré.

—June: ¿Esperarme? Tienes que venir conmigo—Agarró el brazo de Ikki con fuerza.

—Disculpe, ¿Tiene un momento?—Lo tocó en el hombro una de las maestras—Lamento preguntar, pero, ¿Usted es Nero Yukishiro?

—Ikki: No—Suspiro con pesadez—Nero está muerto, yo soy Ikki Kido.

—Oh, ya veo—Dijo mientras miraba la armadura—Usted también estudió aquí, ¿Verdad?

—Iki: Sí, al igual que algunos de mis hermanos—Le dio la espalda a June, ignorandola completamente.

—Entiendo, usted es hermano de Shun Kido, le gustará saber que él es un alumno ejemplar—Felicitó.

—Ikki: ¿Está ahora en clases? Me gustaría hablar con él—Pidió.

—Lo lamento, pero no se encuentra aquí por los momentos—Revisó entre los papeles de su carpeta—Él forma parte del equipo de Fútbol del colegio, los clubes escolares de fútbol y lacrosse fueron a un torneo fuera de la cuidad.

—Ikki: Entiendo—Subió hasta la azotea sin decir una palabra más.

Continuará...