T¹|| 𝓔𝓵 𝓬𝓪𝓻𝓽𝓮𝓻𝓸 𝓷𝓸𝓸𝓫

409 28 40
                                    

Por primera vez, no nos centramos en nuestra protagonista cuando hablamos de Ciudad Cubo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por primera vez, no nos centramos en nuestra protagonista cuando hablamos de Ciudad Cubo. Sino que nos encontramos en la oficina de correos, Primum Semper, dentro de ella varios paquetes corrían por la cinta transportadora, carteros iban y venían con sus bolsas llenas de correo.

Mientras tanto en una de las oficinas el jefe de carteros, Raptor, le daba la bienvenida a un cartero más.

—¡Hoy empieza con nosotros un nuevo compañero! Tratenlo bien —habló muy animado el chico.

—Hola chicoz —saludó el nuevo, Ambrozzio.

—¡Es un valiente que viene a ayudarnos en nuestra difícil tarea diaria! ¡Carteros siempre…!

—¡Los primeros! —gritaron el resto de carteros, completando el lema.

—¡Loz primeroz, zi! —respondió algo tardado el chico nuevo.

—Hoy es lunes, primer lunes del mes. Lo que significa, reparto de turnos —entre el resto de carteros, empezaron a cuchichear algunas cosas, algunos con temor e incluso temblando—. Ya lo sé, ya lo sé. Pero somos profesionales y tenemos un trabajo que hacer.

Los dos carteros que estaban al lado de Ambrozzio, empezaron a rezar para que no les tocáse el sector cinco. El nombrado parecía confundido, no entendía porque tenían al sector cinco.

—¡Sector cinco no por favor, sector cinco no! —dijo atemorizado el joven.

—Lo que sea menos el cinco, por favorcito, señor sector cinco no.

—¿Zector cinco no? ¿Qué paza con zector cinco?

—¡El sector tres es para el señor… Meano!

—La casa de diamantito —dijo el más joven mientras temblaba.

—El diamantito —dijo el viejito.

—¡El sector cuatro es para Galarga!

—El perro amarillo —dijo el cartero joven con un tic en el ojo.

—Solo le teme a la lluvia —añadió el viejecito.

—¡La lluvia! —repitió el chico.

—¡El sector cinco es para… meh, el nuevo! —dijo Raptor sin darle mucha importancia al asunto mientras todos suspiraban aliviados—. Y novato, ¿Sabes dónde queda el sector cinco? ¿No?

—Ajá —respondió Ambrozzio mientras estaba aterrado.

—¡Ánimo muchacho!

—¡Estamos contigo! Si algo pasa, busca que esté presente “caramelito”.

—¿Caramelitoz? —preguntó confundido el novato.

—Sí, es la niña dueña del perro amarillo. Si ella está presente, no te hará nada… grave —dijo el viejito, susurrando lo último.

¡¿Una niña?! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora