T²|| 𝓔𝓵 𝓸𝓼𝓬𝓾𝓻𝓸 𝓼𝓮𝓬𝓻𝓮𝓽𝓸 𝓭𝓮 𝓜𝓲𝓴𝓮.𝓮𝔁𝓮

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La mañana era tan tranquila como cualquier otra, aquel día no había escuela para ______

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La mañana era tan tranquila como cualquier otra, aquel día no había escuela para ______. Así que se encontraba de lo más divertida mirando el capítulo de Ultra Rex que transmitían por la televisión, pero había algo que no estaba bien.

Tanto ella como Mike le daban furtivas miradas a Mike.exe, éste parecía notarlos pero ignorarlos al mismo tiempo. Aunque cada vez parecía desesperarse más, sobretodo por el canino amarillo.

—Ahorita mengo —se excuso bajandose del sofá antes de que explotará esa bomba de tiempo llamada Mike.exe

Una vez que lo hizo, rápidamente se retiró a la pequeña habitación que se le había concedido cuando llegó a la casa de Hortensia. La misma estaba llena de cosas suyas y sus dibujos, sin embargo lo que buscaba no estaba a la vista. Se acercó a una esquina donde se encontraba una enorme sábana cubriendo algo, acercó sus pequeñas manos y tiró de ésta haciendo que cayera, revelando un espejo de cuerpo completo.

Había sido cubierto por Hortensia una vez en la que ______ tenía problemas para dormir, quizá después de todo la bruja no era tan bruja como aparentaba.

La pequeña puso ambas manos sobre el espejo y delicadamente golpeó sobre el vidrio con sus deditos. En menos de un minuto, su reflejo fue reemplazado por una niña de ojos rojizos, por su cara de podía notar que su humor no era el mejor.

—¿Qué quieres? —cuestionó mirando en todas direcciones.

—Pues… —jugaba con sus manos de manera nerviosa, ella sabía perfectamente que Mike y ______.exe no se llevaban bien, pero no estaba de más intentarlo— Mai' Ese…

—¿Y a mí que me importa Exe? —respondió de manera brusca antes de la su contraria pudiera terminar—. Tengo mejores cosas en que pensar.

Dicho ésto su reflejo desapareció, dejando confusa a la niña. Sobretodo al escuchar pasos apresurados corriendo por toda la casa y la voz de Mike detrás de los mismos. Quizá debía insistir.

Regresó al espejo y dió suaves golpecitos una vez más, haciendo que el oscuro reflejo tomara lugar en el espejo una vez más.

—¿Otra vez tú? —cuestionó la contraria negando con el ceño fruncido—. ¿Es que no te vas a cansar?

—Solo te moleté dos veces —dijo la pequeña mostrándole tres de sus dedos.

—Eso es un tres… —respondió con fastidio la chiquilla.

—Oh —bajó uno de sus dedos y se los mostró al reflejo, quien resopló levantando algunos de sus propios cabellos.

—Sí, eso es un dos. Ahora, ¿Qué quieres?

Las esperanzas de la niña renacieron pero murieron mucho antes de que siquiera pudiera abrir la boca para preguntar.

—Y por tu bien espero que no sea nada relacionado con Mike.exe. No quiero saber nada de ése —se quejó dándole la espalda y mirando en todas direcciones como buscando algo.

¡¿Una niña?! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora