La vida de la pequeña ____ es sumamente tranquila y afortunada, ¿Qué más podría desear una niña de casi cuatro años? Tenía a su hermano mayor y un perrito, con el cuál peleaba constantemente por la atención del mayor, pero solían llevarse muy bien...
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En el cielo brillaba el sol con fuerza, pero no tanta como para poder llegar a molestar. El cielo estaba azul y las avecillas viajaban de un lado a otro trinando. Por su parte, ______, Willy y Mike viajaban con Trollino pues habían decidido salir a dar una vuelta para comer ya que Trolli tenía mucho trabajo.
—Tengo hambre~ —se quejó Mike mientras su estómago rugía.
—Yo ta'en tengo hambe —añadió la niña quien venía en el asiento trasero.
—Que sorpresa —respondió el ojiazul sin quitar la vista del camino.
—No, pero que tengo hambre de verdad. ¡Es hora de comer!
—Tú siempre tienes hambre de verdad —señaló al canino—. Y ya sé que es la hora de comer, a eso hemos salido, a comer.
Mientras el auto seguía avanzando, Mike miró un establecimiento de hamburguesas, después de todo la pequeña siempre podía comerse las papas si no quería la hamburguesa.
—¿Hamburguesas? —preguntó Mike con sus ojos hechos un corazón.
—¡Habuguesas! —repitió la niña emocionada, ahora Trolli no tenía otra opción que hacer caso.
—¡Porfa, porfa, porfa!/¡Po'fa, po'fa, po'fa! —instian ambos al mismo tiempo.
—¡Vale, pesa'os, hamburguesas! Pero nos las llevamos a casa que tengo que trabajar —dicho esto desvió el auto rumbo al establecimiento.
—¡Wujuu! ¡Vamos a comer hamburguesas ______! —celebró el canino volteando a ver a la niña quien también agitaba sus brazos con emoción.
Finalmente llegaron al autoservicio donde se estacionaron y Trollino se acercó al parlante para hacer el pedido. Sin embargo, del otro lado había alguien muy conocido para la pequeña y su perro.
—¡Buenaz! —la voz hizo a ______ enderezarse en su asiento.
—Hola, un momento por favor.
—Buenaz.
—Sí, sí buenas, buenas tardes. Un momento que estamos mirando el menú.
—Buenaz —insistió el chico al otro lado del parlante.
—¿Quieres hacer el favor de esperar un momento? —habló Trolli un poco harto.
—Yo quiero esa —Mike señaló una hamburguesa del menú al mismo tiempo que babeaba por ella—. La que lleva doble hamburguesa, doble queso, doble bacon, doble lechuga, doble…
—Que sí, que sí, que quieres la doble.
—¡Sí, yo quiero la doble! —habló levantando sus patas con emoción, ya quería comer.
—Doblez no noz quedan.
—Mmmm, a mí esa voz me suena de algo, ¿No te parece ______? —Mike miró a la niña quien apretaba su inseparable peluche con ambas manos.
