Bocón: hoy llego el día chicos, el día en que los jóvenes vikingos llegan a la madurez y tienen el honor de recibir su primera arma.
Podíamos ver a Goku y a sus amigos reunidos en la escuela de dragones, emocionados ya que estos después de demostrar de estar listos para la dura vida de un vikingo, estos hiban a recibir sus primeras armas.
Patán: qué emoción, quiero una espada, no, una hacha, no, un martillo.
Brutacio: un cañón, debemos tener uno de esos.
Brutilda: porfavor dinos que tienes un cañón.
Bocón: no, no tengo un cañón, pero pueden escoger cualquier otra arma de las que traje.
Diría bocón quien había traído varias armas para que los chicos eligieran.
Brutilda:
Astrid: yo ya tengo mi hacha, así que pasó.
Patapez: no gracias, mi sabiduría en libros y dragones es mi propia arma.
Dirían Astrid y patapez, siendo los únicos que no elegirían un arma.
Bocón: bien, entonces Goku, patán y los gemelos, elijan sus armas.
Goku: ok, aquí vamos.
Goku empezaría a buscar su arma ideal, viendo a los gemelos empezando a golpearse con unos masos, mientras que patán tomaba una espada, empezando a posar con ella.
Patán: oh esto su me gusta, hey que tal me veo Astrid?.
Astrid: te ves bien, patán.
Patán: gracias, sabía que te gustaría.
Astrid:
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Patán: oye!.
Astrid solo reiría para luego ir con Goku quien parecía tener dificultades para elegir una arma para el.
Goku: a ver, a ver...
Astrid: tienes problemas, Goku?.
Goku: no, es solo que no se que arma elegir.
Astrid: mmmh... Qué te parece una ballesta, son prácticas y muy fácil de usar.
Diría Astrid cargando la ballesta para luego disparar, tirándole el casco a patán.
Patán: oye, cuidado con eso!.
Goku: jajaja, no lose, como que no va conmigo.
Goku seguiría buscando entre las armas hasta que una pequeña luz lo alumbraria, encontrando debajo de unos escudos lo que parecía ser una extraña espada que reflejaba los rayos del sol en ella, mirando que la hoja era muy delgada y redonda, viendo que el mango era muy pequeño pero era fácil de empuñar.
