Capítulo 4

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Un ruido proveniente del salón sacó a Harriet de su sueño ligero. Cogió su varita y sin despertar a Tonks fue a ver quién era. Casi se caga del susto al ver de quién se trataba. Se armó de valor y lo apuntó con la varita.

Harriet: ¿Qué haces aquí, Severus?

Severus: Baja la varita, señorita Potter, vengo en son de paz —al ver como negaba con la cabeza intentó arrebatarle la varita con un hechizo pero le salió mal.

Harriet: Te recuerdo que en conjunto con Granger soy la mejor de mi generación.

Severus: Te pareces mucho a tu madre, Lily y es por eso que he venido para hablar contigo de un tema sumamente importante.

Potter estaba bastante confundida ante las palabras de su profesor de pociones.

Severus: Remus sabe que estoy aquí, él me trajo y se fue. Me dijo que nada más que saliera de está casa no podré volver a entrar si no es contigo ni con él...

Harriet: Directo al grano, no quiero que ella se despierte y te vea aquí, no le caes bien ni a mí tampoco.

Severus: La señorita Tonks, habiendo tantas mujeres te fijaste en ella —hace una mueca de desagrado— Igual que tu madre con malos gustos, ella se enamoró del gafota de Potter y tú de la rara de Tonks.

La sangre de la menor se estaba calentando del enojó que estaba pillando por culpa de Snape.

Harriet: Malos gustos hubiera tenido mi madre si se hubiera quedado con un amargado como tú. No pude pasar mucho tiempo con mis padres porque me los arrebataron y el único recuerdo que tengo de ellos es la noche de su muerte, cuando vi cómo el alma de mi madre salía de su cuerpo y una luz verde le dió a mi mellizo que le pudo haber matado sino hubiera sido por el sacrificio de mi madre.

Severus: A mí también me dolió su muerte aunque creas que no.

Harriet: ¿A qué vinistes?

Severus: Voldemort ha jugado con la mente de tu hermano para llevarlo a una trampa y matarlo.

Harriet: ¿Qué trampa?

Severus: Que Sirius Black está en el ministerio de magia y ya deben de estar ahí —saca un frasco con un líquido blanco grisáceo— Tómatelo, ésto hará que no mueras porque seguramente algún mortifago lo intentará.

Harriet desconfiada se lo tomó e hizo una mueca de disgusto, sintió como si hubiera un remolino en todo su cuerpo. Perdió el equilibrio por unos segundos y se incorporó de inmediato al ver la sonrisa burlona de Snape.

Harriet: Borra esa sonrisa o te la quitó al estilo muggle —se remango las mangas dispuesta a golpearlo si hacía falta.

Severus: —Borró la sonrisa al ver la mirada tan seria de la chica— Ya nos veremos, Potter.

El profesor se fue y Harriet subió las escaleras. Entró a la habitación y despertó a Tonks.

Harriet: Linda, despierta, tenemos un problema.

Tonks: ¿Qué pasa? —Adormilada.

Potter le contó todo, detalle por detalle sin dejarse nada por contar. Las cosas no estaban para olvidarse algo. Ahora todo es necesario, hasta lo más mínimo y poco importante a nuestra vista.

Tonks: No podemos perder el tiempo, tenemos que ir ya de ya al ministerio. Aunque no quiero que vayas por si te lastiman pero si funciona la poción que Severus te dió me quedó más tranquila.

Ambas se cambiaron de ropa, se pusieron algo cómodo y que les ayudará a moverse con agilidad. Una vez listas se cogieron de la mano y se teletransportaron al ministerio justo a tiempo. La orden ya se encontraba allí luchando contra los mortifagos, algunos tenían a los amigos del otro Potter. Empezaron a luchar como si no hubiera un mañana. Tonks protegía a Hermione y a Ginny, mientras que Harriet cuidaba las espaldas a su mellizo.

Bellatrix: ¡AVADA KEDAVRA!

La maldición asesina le dió de costado a Harriet, la cuál atravesó el velo de la muerte. Miró a todos y sonrió con debilidad al ver a Remus y Tonks juntos.

El cuerpo de Harriet desapareció dejando a todos destrozados, menos Tonks que ya sabía que no había muerto por la poción de Severus Snape.

Harry al verlo entró en estado de shock para luego gritar. Hermione no se podía creer lo que había visto mientras las lágrimas corrían por sus mejillas, aunque no hablaron mucho Granger le tenía apreció, ambas se ayudaron mutuamente en las tareas que les dejaban. Ron, comenzó a llorar, él la entendía y antes de que Harry empezará a tratarla mal, en los dos primeros años de escuela solían pasar tiempo jugando al ajedrez mágico.

Sirius: ¡No! —en ella veía a Lily y perdió a la hija al igual que a la madre años atrás.

El que más estaba sufriendo era Remus que rompió en llanto.

Remus: ¡¡¡No!!! ¡¡¡No!!! ¡¡¡Harriet!!!

Para que no todo se fuera a la mierda a Tonks le tocó fingir que le dolió y comenzó a llorar como si de verdad sintiera el dolor mientras abrazaba a Remus deseando poder decirle que su ahijada está viva gracias a Severus.

Remus: La perdimos, Tonks, la perdimos y para siempre —su voz estaba completamente rota y transmite mucho dolor.

Tonks: Ya lo sé Remus, no sabes cuanto me duele...

Bellatrix: ¡¡¡Yo maté a Harriet Potter!!! —con una sonrisa burlona.

Los mortifagos comenzaron a desaparecer mientras reían por lo que dijo Bellatrix Lestrange.

¿Por tí? Estoy dispuesta a hacer lo que sea; Nymphadora TonksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora