Capítulo 5

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El ambiente en el número 12 de Grimmauld Place estaba tenso desde hace casi un mes que ya había pasado desde la supuesta muerte de Harriet Potter. Nadie se atrevía a decir algo al respecto para no poner peor al licántropo quién es el que más está sufriendo. Tonks fingía que también le dolía para que nadie sospechara algo de la verdad o la tratará de traidora. Aunque el dolor que ella sentía era diferente porque cada vez que regresaba a casa la veía con la cara pálida y casi sin fuerzas para moverse, todo eso iba bajando con el pasar de los días. Harriet poco a poco regresaba a ser ella misma y moverse por la casa sin la ayuda de nadie.

Todos se encontraban en la cocina, cenando, cuando Harry abrió la boca y dijo unas palabras que hizo que todos se sorprendieron y se enojaron con ello. Sobre todo Nymphadora Tonks y Remus Lupin.

Harry: La verdad, es que la muerte de Harriet no me importa, era un estorbo y me alegra que Bellatrix Lestrange haya acabado con ella. Un problema menor.

Tonks: —Apretó tan fuerte los puños que se le pusieron blancos— ¡¡¡MALDITO NIÑATO TÚ NO TIENES UN MÍSERO RESPETO, ERA TU HERMANA, ERES LO PEOR, NO PORQUE SEAS EL ELEGIDO SIGNIFICA QUE ERES EL ÚNICO QUE SUFRE!!!

Remus: —Lloraba desconsoladamente al ver que incluso después de muerta, Harry no la quería ni le tenía respeto a su memoria— ¡¡¡HARRY JAMES POTTER, A TU HABITACIÓN, ESTOY MUY DECEPCIONADO DE TÍ!!!

Harry: Hasta muerta me causa problemas —se levantó de la silla de una manera tan brusca que movió la mesa.

Remus: ¡¡¡CALLATE LA MALDITA BOCA Y VETE A TU HABITACIÓN!!!

Harry se fue a la habitación maldiciendo en susurros apenas audibles. Mientras tanto en la cocina Remus seguía llorando pero está vez en el hombro de Tonks que estaba muy enojada con su casi cuñado. No le diría nada a Harriet para que no le afecte en su recuperación.

Casi a las doce de la noche, Tonks llegó a la casa en la que vivía ahora con Harriet, la cual la nombraba bajaba las escaleras con un poco de dificultad.

Tonks: Hola princesa.

Potter se dió cuenta que algo malo había pasado por su semblante serio molesto por lo que terminó de bajar las escaleras y acercarse a ella con preocupación.

Harriet: ¿Qué tienes? ¿Pasó algo?

Tonks: No, nada. Problemas con las misiones de aurora —mintió demasiado bien. Cambió sus expresiones a una dulce y cariñosa para luego sentarse en el sofá.

Harriet: Entiendo —se puso detrás de ella y le empezó a hacer un masaje para relajar sus músculos sabiendo que había tenido un día duro al parecer —¿Has cenado?

Tonks: Sí y ¿tú?

En ese momento Harriet tembló de los nervios, no quería mentirle después de todo lo que ella había hecho y seguía haciendo por ella pero tampoco quería comer, su estómago no le pedía comer por lo que le tocó mentir por el bien de la relación.

Harriet: Bien.

Tonks: Vale, confío en tí.

Esas tres últimas palabras rompieron el corazón de Potter, sabía que se estaba jugando su confianza.

Harriet: Vamos a la habitación, necesitas descansar.

Tonks: Okey.

Ambas se fueron a la habitación. Nada más llegar Harriet se acostó en la cama y Tonks detrás. Potter colocó su cabeza en el pecho de la metamorfomaga.

Tonks: Te amo.

Las mejillas de la menor se pusieron un poco rojizas, se sonrojo y la mira a los ojos.

¿Por tí? Estoy dispuesta a hacer lo que sea; Nymphadora TonksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora