Capítulo 11

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Meses después.

La puerta de la habitación en que duermen Tonks y Harriet se abrió dejando ver a la metamorfomaga con una sonrisa bien grande en su rostro. Potter estaba haciendo las maletas cuando su trasero recibió una nalgada que casi se cae al colchón.

Harriet: ¡Nymphadora Tonks! —La regaño incorporándose. La nombrada la miró con seriedad.

Tonks: Lo siento, princesa.

Harriet es la única que la puede llamar por su nombre sin que la metamorfomaga la regañe por como la llamó. Los padres de la mayor se quedaron sorprendidos al verlo por primera vez. No se esperaban eso. Ellos reciben una regañina por llamarla por el nombre que le pusieron y una adolescente que apareció de nada no recibe nada.

La mayor le ayudó a hacer las maletas. Una vez listas bajaron a la sala donde ya estaban ahí Andrómeda y Edward.

Edward: —Se acerca a ellas y le coge las maletas para luego hacerlas desaparecer. —¿Listas?

Tonks: Listas, papá.

Andrómeda: —Le coge de la mano a Harriet. —Agarrense bien y partimos. —Harriet le cogió de la mano a Tonks y está con su padre. Desaparecieron y aparecieron en una pequeña casa con vistas a la playa. —Vuestras cosas ya están en vuestra habitación.

Tonks: Le enseñaré nuestra habitación.

La cogió de la cintura y se la llevó a la habitación. Nada más entrar Harriet se quedó observándola. Se sintió acogedora, no se sabía si era por los colores tan relajantes o porqué sentía a Tonks en esas cuatros paredes.

Harriet: Me gusta tu habitación, es muy tú y acogedora.

Tonks: Ahora es nuestra habitación. Si quieres cambiar algo no dudes en hacerlo —apoyó su cabeza en el hombro de la menor.

Harriet: Me gusta tal y como está. —Se dió la vuelta sin romper el abrazo y le cogió del cuello. La besó en los labios con mucha delicadeza. La metamorfomaga la llevó más a ella y metió sus manos por debajo de la camiseta. —Cariño, están tus padres en el salón —recordó al sentir los labios de su novia en el cuello.

Tonks: Lo sé pero no creo aguantar hasta la noche para estrenar la cama.

Le siguió besando el cuello y marcándolo sin pudor alguno. Un pequeño pero fuerte gemido salió de los labios de Potter, sus suegros lo escucharon, se quedaron quietos y sorprendidos.

Edward: Al parecer van a estrenar ya la cama —se estaba aguantando la risa por la cara que tenía su esposa, sus ojos parecían platos de lo abiertos que estaban.

Edward: Al parecer van a estrenar ya la cama —se estaba aguantando la risa por la cara que tenía su esposa, sus ojos parecían platos de lo abiertos que estaban

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Horas más tarde las dos bajaron acomodando su ropa, las mejillas de la pelirroja tenían el mismo color que su cabello. Al llegar a la sala las miradas de los señores Tonks se dirigieron a ellas. Edward al verlas sonrió a lo grande.

¿Por tí? Estoy dispuesta a hacer lo que sea; Nymphadora TonksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora