Capítulo 12

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Los días pasaron hasta volverse una semana. Harriet solo salía de su habitación para desayunar y ayudar a sus suegros en lo que necesitase al igual que Tonks. Con la metamorfomaga sólo compartían algunas miradas que no duraban mucho, la menor la apartaba avergonzaba.

Después de recoger la mesa, la pelirroja decidió darse una vuelta por los alrededores.

Harriet: Me iré a dar una vuelta.

Edward: Ten cuidado. Si ves algo sospechoso sal de ahí corriendo.

La Potter se fue. Llegó a la playa y empezó a caminar por la orilla de la playa en silencio, cerró los ojos y suspiró todo el aire contenido. Sintió unas manos alrededor de sus ojos y por un momento creyó que era su novia pero estaba muy equivocada.

X: ¿Te parece bonito pegarme una patada en la pierna y luego irte cómo si nada? —La piel de la pelirroja se estremeció y más al escuchar risas de otros chicos. —Mis amigos y yo te vamos a hacer entender que eso está muy mal, pequeña —la tiró al suelo haciendo que su cara acabará en la arena. Se iba a levantar hasta que sintió unas patadas en su abdomen y volvió a caer. Su espalda acabó amoratada por los golpes que le dieron con el bate de béisbol. Le dieron la vuelta y le siguieron golpeando, uno de ellos le golpeó la cara con el bate haciéndole escupir sangre y alguna que otra herida y moretones.

Los ojos de los chicos se pusieron blancos, se asustaron y se fueron corriendo. Harriet se quedó confundida y se levantó como pudo. Los vio irse sin entender muy bien que les había pasado. Como pudo regresó a la casa de sus suegros, iba tan lenta que le cayó la noche encima.

Entró a la casa llamando la atención de su suegra que estaba poniendo la mesa. Se preocupó al ver a su nuera con la cara ensangrentada con moretones, la camiseta blanca ahora era roja.

Andrómeda: ¡¡HARRIET!! —Se acercó a ella y le cogió la cara. El grito alarmó a Tonks y bajó las escaleras con rapidez.

Tonks: —Al verla sintió una presión en el pecho. —¡¿QUÉ TE PASÓ?!

La pelirroja no quería preocuparla por lo que decidió restarle importancia al asunto.

Harriet: Nada importante —se apoyó en el poyete. No quería mirarle directamente a los ojos porque sabía que sería su perdición y le diría la verdad.

Tonks: ¡¡SI ES JODIDAMENTE IMPORTANTE, JODER!! ¡¿QUÉ MIERDA TE PASÓ?!

Harriet: —Suspiro con frustración. La metamorfomaga la tenía cogida por las pelotas, con solo mirarla la podía leer perfectamente. —Sólo unos muggles que me golpearon con bates, fueron los amigos del chico de la playa y él mismo.

A la metamorfomaga se le puso el pelo del color rojo por el enojó y salió de la casa. Estaba dispuesta a acabar con la vida de todos ellos por haber tocado a su mujer. Harriet salió detrás de ella como pudo y le agarró del brazo.

Harriet: Ni se te ocurra ir a por ellos —le agarró del brazo con fuerza. Tonks se deshizo del agarré y se teletransportó. —Está loca está mujer.

Andrómeda la metió para adentro y empezó a curarla. La cuido con mucho cuidado.

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¿Por tí? Estoy dispuesta a hacer lo que sea; Nymphadora TonksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora