Capítulo 2

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Cómo de costumbre, Harriet, fue la primera en despertarse. Ya estaba acostumbrada a hacerlo, era la única manera en la que ni su tía ni su tío le dijeran que era una irresponsable. Se quiso levantar de la cama pero Tonks no la soltaba, no quería despertar a la metamorfomaga pues se veía muy tierna durmiendo por lo que pensó en transformarse en su animago. Ella no lo era antes, se volvió así para poder escaparse de Hogwarts en las noches de luna llena y proteger a su padrino cuando era profesor pero se dió cuenta que muy lejos no llegaría pues su animal es un conejo. Se transformó y logró salir de los brazos de Tonks. Volvió a ser ella y bajó a hacer el desayuno, hizo hot cakes con zumo de calabaza.

Escuchó unos pasos bajar las escaleras pero no le dió importancia hasta que entró a la cocina, volteó a ver y se encontró a la señora Weasley acercarse a ella con una sonrisa.

Molly: Oh cariño, ¿llevas mucho tiempo despierta? —la abrazó y cómo cada vez que la abraza sintió que estuviera abrazando a su madre, Lily Potter, la mujer que se sacrificó por ella y su hermano Harry.

Harriet: No mucho, hará unos diez minutos o un poco más.

Molly: Deberías de haberte quedado un rato más en la cama, aún es muy temprano y tienes que estar con las pilas recargadas para el juicio —le acaricia la mejilla.

Harriet: Desayunaré y me iré a cambiar.

Molly le sirvió el desayuno, se lo comió pensando que era Tonks quién se lo daba. Al terminar lo lavó y subió a la habitación. Comprobó que Tonks estaba dormida y se empezó a quitar el pijama dejando ver sus cicatrices y moretones por todo el cuerpo, se miró con asco.

Estaba tan metida en su odio interno que no se percató que la metamorfomaga se despertó y se le quedó mirando, recorriendo cada parte de su cuerpo incluso cuando Harriet se dió la vuelta porque se le cayó algo.

Tonks: Tus tíos te hicieron eso, ¿verdad?

Harriet la vio y con rapidez cogió un cojín y se tapó.

Harriet: ¿Qué dices, Tonks? No sé a qué te refieres —se le notaba en la voz que estaba nerviosa por su tartamudez.

Tonks: ¿Y los moretones y cicatrices qué? Sé que ellos te los hicieron y no sirve de nada mentirme.

Harriet: —traga saliva— ¿Y que importa? No es tu cuerpo para que te importe —sería aunque sus piernas temblaban de los nervios.

Tonks: O-okey pero y-yo solo me preo-preocupaba por ti, siento molestarte.

Harriet: —le duele verla así y agacha la cabeza— El desayuno está listo, yo misma lo hice.

Tonks: Gracias —sale de la habitación y baja a desayunar.

La Potter terminó de vestirse. Se puso unos pantalones negros y una camisa roja con cuadros negros.

Harriet: —se viste y sale de la habitación.

Harriet: —llega a la cocina y ya han terminado de desayunar— ¿Ya nos podemos ir?

Arthur: Claro, vamos.

Harriet: —se acerca a Tonks y le deja un beso en la mejilla— Perdón por lo de antes.

Tonks: No hay problema, linda, será mejor que vayas.

Harriet: Estarás luego disponible? Es para hablar, para conocernos —nerviosa.

Tonks: ¡Claro!

Harriet: —le sonreí— Nos vemos luego linda, quiero decir Tonks —se sonroja.

Tonks: Nos vemos luego princesa —le guiña el ojo—

Harriet se va y Remus se queda mirando a Tonks con una sonrisa.

¿Por tí? Estoy dispuesta a hacer lo que sea; Nymphadora TonksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora