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Disculpen la tardanza!! Espero disfruten el cap n.n


Se notaba la tensión en el aire. Incluso Brendan que había perdido toda capacidad de sentir era capaz de incluso palparlo y le molestaba. Toda la situación le estaba molestando sobremanera y más cómo parecía que ninguno tenía el coraje de comenzar con la conversación.

Él se encontraba allí por si algo se salía de control de cualquier tipo y por ordenes de Ethan, pero la verdad era que se estaba cansando de las demandas del alfa que parecía más que sacado de sus propias casillas y había comenzado a perder varios tornillos en el camino desde lo que le había sucedido a su pareja y no lo culpaba.

Sabía que él hubiese actuado de la misma manera si algo como aquello le hubiese sucedido a alguien cercano, o por lo menos, era lo que pensaba, pues nunca había tenido a nadie lo suficientemente cerca como para que le importara y como nunca lo había experimentado en carne propia no se sentía con el derecho a opinar.

El padre parecía todo el tiempo nervioso y mirando constantemente hacia la puerta ubicada a su lado, como si el mismísimo diablo pudiera ingresar a la habitación en cualquier momento. Y con mismísimo diablo sabía que era referente a Ethan, pues era plenamente consciente de lo que le había hecho a aquel hombre.

Brendan aun se preguntaba cómo le quedaba valor para estar allí y querer hablar con la ultima persona que parecía querer verlo. Grayson.

Grayson por otro lado, por lo que se había enterado, hacia años que no tenía contacto con ninguno de sus padres y nunca habían llevado una buena relación, pero no sabía hasta que punto, por lo que tampoco se tomó la molestia de averiguar más de lo que había escuchado. Algo que no era de su interés nunca merecía ser investigado.

–¿Para qué has venido? –cuestionó entonces Grayson cortando aquel silencio tortuoso y Brendan agradeció, hasta que una sonrisa satisfactoria adornó los labios del alfa mayor.

–Sabes que con tu madre nos ha estado costando...

–¿Por qué tendría que saber? –le cortó y Brendan supo que Grayson entrecerró los ojos aun cuando lo tenía de espaldas.

El alfa tragó con fuerza y lo miró, viendo entonces la sonrisa que adornó sus labios, pues se sentía satisfactorio que Grayson no parecía acobardarse con la presencia de aquel ser que le generaba rechazo.

–Gray –lo llamó –Sé que tu pareja puede tranquilamente mantenernos y...

–¿Por qué lo haría? –le volvió a cortar y Grayson se cruzó de brazos –¿Por qué debería de ayudar a las personas que arruinaron mi vida?

Brendan ahogó una risa, pues el rostro desencajado del alfa fue una obra de arte para sus ojos y fue entonces que sus miradas se cruzaron y Brendan le dejó en claro que no se le ocurriera hacer nada, lo que hizo que el alfa temblara levemente.

Sabía a la perfección que aquel hombre no levantaría una sola mano contra su propio hijo y menos bajo aquel techo, bajo su protección, pues a penas diera indicios de realizar algo no debido Ethan le había permitido hacer lo que quisiera y él lo esperaba... Con ansias.


***


Iba y venía por el pequeño patio para no interferir con lo que sucedía dentro de la casa, pero la verdad era que se arrepentía en parte de haber dejado vivo a aquel ser que poco tenía de alfa y mucho menos de padre. Aún se sentía incapaz de comprender cómo Grayson había aguantado tanto. Cómo había ayudado tanto a dos personas que nunca habían merecido ningún tipo de ayuda.

Sus padres lo único que habían sido para la vida de Grayson habían sido una carga. Una carga pesada que le había sido difícil de dejar atrás, pero lo había logrado. Lo había hecho gracias a Hope y porque sabía que no podía criar a un niño en aquel ambiente. Con aquellas dos personas que poco tenían de padres.

Y había sido gracias a ello que se habían conocido.

Quizás Ethan se arrepentía de muchas cosas que había hecho en su vida y quizás en parte también se arrepentía de haber conocido a Grayson, pero muy en el fondo sabía que ya no podía mentirse a si mismo y decirse que lo hacía. Porque no lo hacía y nunca lo haría.

Amaba a Grayson, aquello quedaba más que claro con tan solo verlo. Con tan solo ver la devoción que le brindaba. Ethan era capaz de quemar una ciudad entera por él, y casi que lo había hecho y poco a poco las consecuencias comenzaban a llamar a su puerta, si no era que ya estaban dentro.

–Si sigues girando como un loco no tendré más remedio que enviarte a que te traten –lo interrumpió Brendan cortando cualquier tipo de pensamiento.

–¿Qué haces aquí?

Brendan suspiró y se encogió de hombros, bajando los pequeños escalones que separaban la casa del pequeño patio.

Ethan miró hacia la casa con cierto nerviosismo.

–Ya se fue –le comentó entonces, tranquilizándolo y fue entonces que lo vio sacar de uno de los bolsillos del jean que llevaba puesto una cajetilla de cigarrillos.

–¿Lo dejaste solo? –le preguntó mientras extendía una mano hacia él, indicándole que quería uno.

–Ha ido con tus hijos –le dijo y le tendió uno de los cigarrillos –Estará dentro de la casa con las niñeras así que no habrá problema.

Ethan suspiró y esperó que Brendan sacara en encendedor para comenzar a fumar.

–Pensé que lo habías dejado hace tiempo –comentó Brendan cuando ya los ojos se encontraban ensimismados en sus propios pensamientos.

–Y lo había hecho –le respondió y miró hacia el cielo encapotado –Pero –le sonrió falso –Tenía que encontrar algo con lo que calmarme –terminó y lo miró –Creí que también tu lo habías dejado.

Brendan le dio una calada antes de responderle.

–Nunca lo dejé para ser sincero.

–¿Por?

Brendan se encogió de hombros.

–No tuve ganas.

Ethan rodó los ojos y dejó escapar una leve risa.

–Creo que no tenían mucho con lo que divertirte.

Brendan chasqueó la lengua y asintió.

–Buen punto.


***


Cansado era quedarse corto de cómo se sentía. Estaba exhausto, agotado, muerto y Max lo notó a penas ingresó a la habitación.

–¿Qué sucedió? –le preguntó el menor saltando de la cama y llegando a su altura, hasta que algo hizo que frenara de golpe.

–Lo siento –le dijo al darse cuenta de porqué se había detenido.

Su camisa se encontraba manchada de sangre.

Max tragó con fuerza y lo miró a los ojos.

–Si quieres puedes decirme qué sucedió –le dijo con firmeza en los ojos.

Kenji asintió y miró hacia la puerta del baño.

–Lo haré, pero primero debo limpiarme –terminó pasando por un lado del menor y se internó en el baño quitando la sangre que se le había pegado en la piel y también quitándose la ropa manchada.

Se sentía impotente y sin fuerzas, como si todos lo hubiesen abandonado y en parte sabía la razón. Nunca había sido hecho para ocupar aquel cargo que tenía en sus espaldas. No tenía las ganas de seguir con aquello, pero sabía que debía, aun si no quería.

Solo esperaba no arrastrar a sus propios hijos y a Max en aquella guerra sangrienta que se estaba cocinando en el centro de la ciudad y que él quizás, no saldría con vida. 

Un sentimiento entre amor y recuerdos [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora