El corazón le seguía latiendo con fuerza después de aquel susto. Era sorprendente cómo el mundo podía caerse a pedazos en un segundo y recuperarse en otro; pensó que perdió a su hermano y mil recuerdos invadieron su mente. Todos y cada uno de ellos felices, Alexander, su cómplice, su amigo, su hermano, había pasado la mitad de su vida con él y no podía imaginar pasar la otra mitad que le quedaba sin él.— ¿Te sientes mal? — preguntó Lorelay.
Charles sentía como su pierna se movía involuntariamente por la ansiedad.
— Quiero saber dónde está ese imbécil y como está, cuando lo encuentre… oh solo Dios sabe cuando lo encuentre, yo mismo lo mataré — respondió.
— Seguramente esta bien, debemos confiar en eso, por favor, tranquilízate querido y respira. — su prometida colocó una mano en su pierna, los movimientos cesaron.
Charles la miró fijamente y la abrazo.
— No sé qué sería de mí si no estuvieses aquí, ya quiero que volvamos a Londres y que todo mundo sepa que eres mi prometida.
— ¿Volver? — preguntó asustada, el Bridgerton notó cómo su rostro se palideció al instante, aunque trato de no parecer nerviosa—. No pensé… no pensé que quisieras volver.
— Mi familia vive en Londres, ¿por qué no querría hacerlo? — preguntó frunciendo el ceño, la vio tragar saliva.
— Pensé que querías el trabajo — ella evitó mirarle a los ojos.
— ¿Qué sucede? — le preguntó.
Lorelay se debatió entre responder esa pregunta o no, porque si bien, ella había sido prometida a un hombre que no conocía ¿como la casarían si no la encontraban? y por dios que ella no había deseado que la encontraran, su deseo era irse y nunca volver.
— Es que yo… — la voz le salió temblorosa y sus manos comenzaron a sudar — ¿cómo podré volver después de aquel rumor? — preguntó finalmente.
— No importa lo que diga la gente, tienes la protección de los Bridgerton y todo el peso de lo que eso significa.
Ella lo sabía, eso era mucho, eso era demasiado. Tal vez no fuera merecedora de nada de eso, se sentía mala e incluso egoísta por permitirse creer que podía tener lo que quería y de verdad su corazón lo deseaba fervientemente ¿por qué no podía ser feliz? No iba a soltar a Charles, no podía renunciar a él ¿pero qué haría entonces?
— A veces siento que eres demasiado bueno conmigo y no lo merezco.
— ¿Qué tonterías es esa? tu mereces el cielo entero — le sonrió tomando sus manos.
— ¡Ah! — gritó Elisa, mientras los señalaba con el dedo— ¡Sostienen sus manos! ¡Están haciendo un bebé!
Ambos miraron con un poco de escepticismo a la pequeña niña que se asomaba en la puerta.
— Elisa — la voz de Charles no era exactamente un regaño pero se sintió de esa manera — no es lo que está sucediendo, los bebés no se hacen de esa manera.
— ¿A no? — preguntó su sobrina con confusión — ¿Entonces cómo? — Charles y Lorelay compartieron una mirada nerviosa, la niña seguía con una mano en la cintura en espera de una respuesta.
— Mamá dice que no debo sostener la mano de ninguna señorita si estamos solos — añadió Neil, ambos agradecieron la intromisión.
— Pero yo soy su prometida, puedes tomar la mano de la señorita que sea tu prometida, por supuesto cuando seas un adulto y eso no significa que estés haciendo un bebé — le sonrió.
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Un Bridgerton Con Honor
FanficAlexander Bridgerton tiene dos opciones: decir la verdad o fingir ser otra persona. Todo podría resultar maravilloso de acuerdo a su plan, pero hay algo que nunca previno: el amor y el odio. Pero él no es el único que guarda un secreto, ¿que ocurri...