"Tú eres él más fuerte, mientras que yo soy la más fuerte."
"¡Me halagas querida Izumi!"
"Pero, mientras yo esté aquí no puede haber otro más fuerte."
"Que pena y yo creí que me veías como una igual..."
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La escuela de hechicería no recibía tantos estudiantes, les hacía mucha falta de personal para ser una enorme escuela. Los estudiantes que ingresaban eran de diferentes clanes y habilidades se congregaban en sus pasillos y aulas, todos con un objetivo común: aprender a controlar sus poderes malditos y proteger a la humanidad de las maldiciones que acechaban en las sombras.
En un lugar despejado, la cafetería, era un lugar poco concurrido y aun más a las 7 de la noche, la mayoría ya había cenado a excepción de Izumi Senju, la cual no había desayunado, tampoco almorzó y era hora de comer.
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3 Meses atrás.
Izumi se encontraba sentada sola en una mesa del comedor. Aunque estaba rodeada de sus compañeros de clase, a menudo se sentía como una extraña. Como descendiente del Clan Senju, cuyo legado estaba arraigado en la creación y manipulación de bombas malditas, había enfrentado desconfianza por parte de algunos de sus compañeros. La mayoría de ellos provenían de clanes más reconocidos y, a menudo, menos temidos.
Pero Izumi no dejaba que eso la desanimara. Con una determinación férrea, se esforzaba por demostrar su valía y proteger a los demás con sus habilidades únicas. No obstante, a veces se preguntaba si encontraría a alguien con quien pudiera ser ella misma sin temor a ser juzgada por sus habilidades malditas.
Un día, mientras comía en el comedor, una voz infantil interrumpió sus pensamientos. —¡Vaya, vaya! ¿Qué tenemos aquí uh? Una solitaria disfrutando de su comida
Izumi alzó la mirada y se encontró con las gafas oscuras de Satoru Gojo, uno de los hechiceros más destacados de la escuela. Su presencia siempre llamaba la atención, no solo por su apariencia única con su cabello blanco y sus ojos vibrantes, sino también por su carisma y habilidades excepcionales.
—¿Quién eres?.— Preguntó Izumi, no era buena recordando rostros, peor nombres y con suerte hablaba con Ieiri Shoko.
—¿Eh? Soy tu compañero, Satoru Gojo, el hechicero más fuerte. —Ahora responde a mi pregunta.
