En la pantalla frente a él rubio, estaba la imagen de su amado Bal y la pequeña pelirosa. Había sido tomada en la entrada del castillo.- ¡Su majestad! -Ambrosio le indicó al reportero el habla- ¿Qué puede decirnos de la cambia formas "Nimona"?
El silencio ensordecedor luego de cada pregunta, los lentes y grabadoras apuntándole cuál arma y miradas punzantes era algo a lo que aún no se acostumbraba.
- Es una chica muy agradable, sincera, leal, -recordó las tardes que charlaba con Ballister sobre la pequeña- le gusta bromear y bailar.
- ¿Es una amenaza para el reino?
- ¿Cómo planea tenerla bajo control?
- ¿Estamos en peligro?
Rápidas preguntas cruzaron la sala como flechas.
- Nimona no es una amenaza, -cortó la lluvia de preguntas poniéndose de pie- toda la presión social que se ejerció sobre ella hace meses es muestra de cómo reacciona al maltrato, no es una clase de animal al que enjaular y me niego a hacerlo, -los flashes segadores captaron la mirada dura y determinada del ahora rey- es una niña, que debe vivir una vida como tal, así que como su rey, lo único que exijo es respeto, comprensión y tolerancia hacia ella. No más preguntas.
La sala se llevó de preguntas y las cámaras enfocaron muy bien la salida apresurada del Rey.
- Wow... -en otro lado del castillo, Nimona veía la rueda de prensa en el taller/estudio de Bal- ¿Siempre es así de serio?
- Nah, solo habla así cuando hay un reportero cerca, -el pelinegro revisaba una nueva mejora para su brazo, ya que casi siempre hacía un ligero ruido- conmigo es más informal y libre.
La aún felina se dejó caer desde la repisa en la que estaba para tomar su forma humana, caminó al balcón para apreciar el atardecer del que le habían hablado, si que era lindo, realmente esperaba que al volver solo serían Ballister y ella en aquella torre alejada de todo, más que nada lejos de todas las personas.
- ¿Alguien quiere pizza? -se escuchó la voz del rubio a lo lejos.
Ambrosio dejó la caja en el escritorio al lado de la mesa de trabajo donde Ballister terminaba de conectar su brazo, una vez listo recibió a su pareja con un beso.
- ¿Vieron todo? -preguntó al ver las noticias en la televisión, no quería que Nimona supiera sobre el posible rechazo de algunas personas.
- Siendo honesto intenté apagarla, -ambos dirigieron su mirada a la chica sentada en el barandal de mármol- pero... ella quería saber que sucedía.
El rubio sonrió nostálgico al ver a la pequeña de esa forma, recordó las veces en las que encontró a Ballister aislado del mundo, apreciando el atardecer de la misma forma, el cómo sus ojos se ahogaban en lágrimas al hablar de ella, su dulce Bal quería a la pequeña demasiado.
Al crecer como el descendiente directo de Gloriana, todo siempre fue fácil, no importaba cuanto quisiera mostrar que no había cierta inclinación hacia él, pero la mayoría de las veces fue reconocido por Gloriana y no sus propios méritos. Ballister y Nimona eran tan parecidos, así que motivado por ese sentimiento de protección, creó un pequeño plan en su cabeza.
- Tengo una idea... -susurró tomando la mano de su amado, el pelinegro le dio una mirada curiosa- pero deberás ayudarme, creo que ella aún no confía en mi...
Espero estes disfrutando la historia, aún no decido sobre si será un Au, pero mientras dejemos eso de lado.
Se les quiere <3
Mil gracias por leerme.
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¿Nuestra hija...? Nimona [Ambrosio x Ballister]
FantasyCon la paz reinando, Ambrosio Goldenloin tomó el cargo de Rey, siendo el siguiente en la línea, Ballister fue nombrado director de la academia, quien se negaba luego de lo sucedido en el reino. Juntos buscaban crear una nueva guardia de caballeros...