𝕋𝕖𝕞𝕠𝕣

1K 127 33
                                    

Ballister veía con afecto a la pelirosa que comía caramelos sobre la cama ya más tranquila, Goldenloin ordenó a sus mozos llevarles el almuerzo a la habitación de la chica, el rubio estaba admirando las paredes de la habitación, estaban llenas de dibujos del pelinegro, Nimona y él. Este primero atendió la puerta para recibir la comida.

Por lo que se sentaron en el suelo a comer, a petición del rey, prepararon pizza para que la pelirosa se sintiera mejor.

- ¿Se molestarán porque manché el mantel? -cuestionó ella tomando un pedazo.

- Nimona, -susurró Bal de forma reprensora- no importa, puede lavarse y ya está. No te sigas culpando.

En ese entonces la pequeña explotó.

- No puedo simplemente no hacerlo, -azotó su plato asustando a sus...- temo que ustedes sufran por mi culpa, ¡Y si ya no puedes ser rey? -preguntó a Ambrosio sin dejarlo responder- no soy educada, ni refinada o buena con las personas, sé que parte del reino me acepta pero temo que pierda el control y los lastime, ustedes son lo único que tengo.

- Nimona...-el rubio intentó calmarla.

- ¡Nunca había tenido esto! -señaló todo a su alrededor- nadie se había preocupado por mi, y... ahora solo temo que al despertar, ustedes ya no estén. -cerró sus ojos sintiendo lágrimas formarse- siempre quise una familia... pero es raro pensar que puede acabar fácilmente.

- Pequeña... -Goldenloin apartó su plato para acariciar el rostro de la niña- eres diferente, ¿y qué? No importa lo que el reino entero diga sobre ti, eres nuestro mundo, Nimona, somos muy afortunados de tenerte aunque solo hayan pasado unos días, que sepas que Ballister y yo estaremos para ti siempre. Te queremos.

- Cuando te vi intentar acabar con tu vida, sentí que yo moría, -apoyó ahora el pelinegro- estar solo es horrible, por eso me prometí cuidarte con mi vida, no quiero esa soledad para ti, ahora quiero que logres todo lo que te propongas. Estaré ahí para apoyar tus malos días.

- ¿Qué somos...? -preguntó la pequeña confundida- sé que decirles "jefe" y "jefazo" no nos define...

- Podemos ser lo que tú quieras, -susurró Ambrosio- amigos, colegas, familia. Lo que decidas esta bien por mi.

- Perdón por estos colapsos...

Le aseguraron a la chica que estaba bien, retomando así la comida para luego salir e ir a la sala de entrenamiento, donde la chica observaba a sus figuras familiares pelear, sabía que esa no era la forma por la que quería llamarlos, pero Ballister tenía razón, debía luchar por demostrar al pueblo que era digna. Así se sentiría segura de llamarlos padres algún día, por lo que decidida tomó una espada de entrenamiento para enfrentarse al rey.

Pasaron una tarde lejos de preocupaciones, las pruebas serían en unas semanas, quería estar lista para defender el honor de su... su familia.

- Guardia arriba, -recomendó Ambrosio corrigiendo su postura- si das la más mínima oportunidad, -con gracia y facilidad llevo la hoja redondeada al cuello de la chica- podrán derrotarte.

- ¡Otra vez! -volvió a su posición levantando el arma decidida.

Pero el resultado fue el mismo con distinta ejecución, ya que había tropezado con sus propios pies.

- ¡Otra vez!

Caída y derrota.

- ¡Otra vez! -gruñó poniéndose de pie.

Perdió la espada y derrota.

- ¡Otra. Vez!

Había un largo camino por recorrer...









Hola, mañana voy a estar un tanto ocupada, por lo que... he pensado que necesito un día libre de publicar, pensaba en que fuera Domingo o Lunes. ¿Qué opinan?

Se les quiere <3

Me imagino el entrenamiento de Nimona como en la canción "hombres de acción" en Mulán.

P.d. Si ven fallas ortográficas por favor hágamelo saber en los comentarios para arreglarlas. *hace corazón coreano*

¿Nuestra hija...?          Nimona [Ambrosio x Ballister]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora