En la mañana siguiente, el castaño desayunaba cereales mientras sus padres estaban fuera nuevamente, hablaba por llamada con cierta pelirosa.
- ¿Entonces, serás princesa ahora? -pinchó él de forma burlona.
- ¡No por qué yo quiera! -se quejó lanzando un cojín- pero, estoy feliz por ellos, los quiero mucho.
- Además, -tomó el último bocado hablando con la boca llena- loos shamaste pafres, fal fin.
- ¡Te dije que lo haría a mi tiempo!
- Me alegra que lo hicieras, -dejó su plato en el fregadero para ir a su habitación- ¿Quieres salir a tomar chocolate? Deberíamos disfrutar nuestro último día libre.
- No gracias, -se escuchó una puerta cerrarse- Mis padres y yo saldremos a ver una función de teatro, dicen que es buena.
- Oh... está bien, -susurró dejándose caer- supongo que nos veremos mañana en la práctica. Adiós.
Al cortar la comunicación con la chica dejó su celular a un lado para observar el techo de su habitación, ignorando el sentimiento de soledad que lo acompañaba, buscado que hacer, se dispuso a salir de casa y mantenerse de mejor humor, salió de la casa abrochándose bien el abrigo café y poniéndose un gorro de lana, a juego con los guantes, fue camino al centro, en busca de una actividad llamativa y con todas las luces de navidad decorando algunos negocios era un ambiente encantador, por ello fue al teatro de la cuidad sin saber muy bien por qué lo hacía. ¿Quería encontrarla? Sí.
Una vez con su boleto fue en busca de un lugar para sentarse y de paso buscar con la mirada a Nimona, una parte de si mismo le decía que no podía solamente fingir que fue casualmente a la misma obra, pero sus pensamientos se desvanecieron al verla sentarse frente a él, al parecer el cubrebocas y el gorro lanudo evitaron que sea reconocido, por lo que admiró -como cualquiera lo haría- a la peligrosa sentarse mientras devoraba unas palomitas de maíz, soltó un suspiro más sonoro de lo normal y se escondió al verla voltear.
- ¿Troy? -el crujir de las sillas le hizo saber que ella se acercaba- ¿eres tú?
- ¡H-Hola, Nim! -al levantarse vió al rey y al director de la academia- ¡Majestad, Director!
- Hola joven, Walker. -sonrió el rubio.
- Cadete... -gruñó por lo bajo el moreno.
- ¿Qué haces aquí? -preguntó ella apoyándose en el respaldo del asiento- ¿no ibas a estar en casa?
- Pues pensé que e-era un lindo día para venir a ver la obra... -sonrió evitando ver al director y su imponente aura oscura- también pensé que t-te gustaría ir a la feria al acabar la obra.
- Me parece una buena idea.
- Absolutamente no.
Los adolescentes compartieron miradas cuando Ambrosio y Ballister hablaron al mismo tiempo, por lo que no sabían a quien obedecer. Pero el rey supo cómo convencer a su pareja con un susurro que nadie más escucharía.
- Está bien... al acabar la obra pueden ir, -respondió Ballister dándole un golpe en el hombro al rubio- ¡pero esta vez no quiero que mi hija regrese con olor a alcohol! ¿Entendiste, muchacho?
- ¡S-Sí, director! -tragándose el miedo y se puso firme.
- Siéntate con nosotros muchacho...
- De hecho... mi asiento está allá atrá-
- Insisto, ven. -interrumpió el rubio.
Buenas tardes, noches o días, disculpen la ausencia por aquí, al fin se terminó todo problema con la mudanza, pero, ahora mi país está en problemas y todo ese conflicto me ha llevado a abastecerme como en aquellos tiempos de 2020, espero estén bien y les guste este futuro desarrollo de pareja.
Saben que les quiero mucho, ¡Gracias por darle una oportunidad a mi historia! <3
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¿Nuestra hija...? Nimona [Ambrosio x Ballister]
FantastikCon la paz reinando, Ambrosio Goldenloin tomó el cargo de Rey, siendo el siguiente en la línea, Ballister fue nombrado director de la academia, quien se negaba luego de lo sucedido en el reino. Juntos buscaban crear una nueva guardia de caballeros...