Capítulo 6

372 27 2
                                    

Nota del autor: Este capítulo tiene contenido +18. Se recomienda discreción

{Perspectiva de Jorge}

Rosa se acabó durmiendo en mis brazos, no me puedo creer por lo que ha pasado, estoy llorando por ella. ¿Tan mal lo ha pasado? ¿Por eso ella es así?

Sus palabras me han marcado, ¿Tan dispuesta está por estar junto a mí?

La cargué en mis brazos y empecé a volver a casa en un paso casi fúnebre, estaba completamente sumido en mis pensamientos.

De pronto vi que algo me seguía. Curioso me paré y empecé a mirar.

De unos arbustos apareció el Leafeon de ayer.

-¡Leaf!

-Hola Leafeon. ¿Que tal estás?

Se acercó amistosamente a mí y vio a Rosa en mis brazos.

-¿Leaf?

-Ella es Rosa. Es mi pokemon. Hemos pasado un mal momento y se ha quedado dormida en mis brazos.

-¡Leaf Leaf!

Ella empezó a moverse despacio.

-¿A dónde vas?

-Leafeon

Empecé a seguirle. Es curioso. Estamos siguiendo el camino hacia mi casa. Supongo que se acuerda de el camino.

Pronto llegamos a mi casa. Me dejó ahí y se dispuso a ir.

-¡Leaf!

-Gracias pequeño. Nos vemos.

El Leafeon sólo asintió y se marchó.

Entré en casa y subí a mi habitación. Ahí me desplomé en la cama y dejé a Rosa encima de mí para que descansara. Le besé en la frente y el sueño me venció.

Desperté con una sensación agradable de un ronroneo. Abrí los ojos y era Rosa que me miraba ronroneando.

-Hola Rosa. ¿Que tal estás?

-B-bien. Ya puedo moverme con tranquilidad.

-Oye. Gracias por contarme lo de ayer. Lo aprecio mucho. Y como te dije. También lucharé para conservar mi amor por tí.

-Je. Además de nenaza eres cursi. ¿Y sí te llamó nenaza cobarde cursi?

-¿Y sí yo te llamo Quejica arrogante enana?

-... Vale. Tú ganas

-Por cierto. He notado que no me has atado.

-Lo sé. Me apetecía que como hemos tenido un día poco convencional hacer algo poco convencional, pero no te acostumbres. Volverás a ser una nenaza.

-Y tú siempre serás una quejica.

-Lo que sea...

-¿Quieres ir a jugar a el bosque? Llevas tiempo sin estirarte. Luego al volver podemos ducharnos.

-Está bien.

Ambos nos levantamos. Miré por la ventana y el sol estaba saliendo. Sí que estábamos cansados.

-Oye Rosa... Esto... ¿Quieres dar un paseo antes de que te pongas a estirar y todas esas cosas?

-Solamente di que quieres una cita conmigo. Sabes que soy irresistible, pervertido.

-Estoy considerando cambiarte por algún otro pokemon.

-¡A tí te voy a cambiar!

-¿Con qué pokeball?

El placer de la iraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora