Capítulo 15

234 15 0
                                    

Subí al taxi volador con Rosa. Fue un viaje tranquilo y empecé a caminar hacia casa tranquilamente con Rosa. Llegamos ya en los últimos rayos de sol. Estaba bastante agotado.

-Rosa. ¿Te importa sí nos vamos a dormir directamente que estoy cansado?

-En absoluto. También estoy agotada y quiero dormir.

Subimos a la habitación y solamente me tumbé y Rosa se tumbó sobre mí. Le di un beso de buenas noches y al poco tiempo me dormí.

Desperté al día siguiente bastante tranquilo. El sol ya había salido y Rosa al parecer se había ido de la habitación.

Me levanté y bajé a buscarla. Miré la hora y eran las 8:00 am.

Rosa estaba haciendo el intento de cocinar. Digo intento porque todo se veía completamente quemado. Se percató de mi presencia.

-Buenos días nenaza pervertida. Quiero poner en práctica lo que me enseñó ayer Lía.

-¿Te enseñó a cocinar?

-Más o menos. Me explicó cómo hacer las cosas. Pero se me han olvidado algunos pasos así que he improvisado. Toma. Lo he hecho para tí con mucho amor.

Me sirvió lo que traté de identificar como curry de Galar. Estaba bastante quemado y la salsa del curry a saber por qué echaba burbujas. Aparte tenía un olor que creo que hasta espantaría a Giratina. Rosa con una mirada ilusionada me pasó una cuchara.

-Se ha quemado un poco y quizás no ha salido tan bueno como lo preparaste tú. Pero quiero saber tu opinión.

Le miré directamente a los ojos. No se lo iba a rechazar. Lo hizo con muchísimo amor e ilusión. Le destrozaría que se lo rechazase. Con mucho miedo agarré la cuchara y lo probé. Arceus, el arroz es casi un bloque de lo pegado que se ha quedado. Lo junté con la salsa y sin olerlo lo probé.

Jamás había probado algo así. Creo que sí Giratina probaba esto encontraría la mejor forma de tortura eterna a todos.

Sentí ganas de vomitar y mi cuerpo chillaba que escupiera eso. Pero para no decepcionar demasiado a Rosa decidí tragarlo y poner la mejor cara que pude.

-¿Qué te parece? Sí no te ha gustado me lo puedes decir...

-N-no.... Está m-mal.... T-te falta algo de práctica..... Pero cuando quieras v-volver a hacerlo avísame..... Y t-te ayudo.

Sentía cómo me bajaba esa cosa por el esófago.

-O entiendo. Supongo que no está mal para ser la primera vez. Sólo he preparado para ti porque quería una opinión directa y no hacerme muchas ilusiones.

Le asentí con la cabeza.

-¿Q-Qué has desayuno tú?

-Un puñado de bayas. Por cierto. Veo que no has seguido comiendo. Supongo que no te has despertado con mucha hambre. Supongo que lo puedo tirar e intentar pedirte ayuda para la cena para aprender a cocinar mejor.

Le asentí con la cabeza. Sentía que sí abría la boca para hablar sería para vomitar. Sigo con ese sabor en la boca...

Agarró el plato y lo echó a una bolsa de basura. Arceus, gracias.

-¿Vas a vigilar el bosque? Yo me quedaré recogiendo la cocina que la he dejado muy desorganizada. Recuerda que tenemos que estar listo antes de las 14:00 para ver a Alex.

Le asentí y me dispuse a irme. Le di un pequeño abrazo y sentía cómo mis entrañas se revolvían agonizando.

Cuando salí de casa corrí lo más lejos que pude y estuve vomitando por lo que creo que fueron 5 minutos. Creo que hasta he echado lo de ayer. ¿Qué le enseñó Lía? Voy a matar a ese pokemon en cuanto lo vea. Encima le ha dado la manía de cocinar.

El placer de la iraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora