El Renacer del Fénix

Capítulo 71: Enfrentamientos Feroces

En la segunda ronda del torneo, el enfrentamiento entre Liam y Melanie generó una tensión inesperada en el campo de batalla. A pesar de ser compañeros de clase, ambos magos mostraron una determinación feroz en sus rostros al ponerse frente a frente.

El combate comenzó con Liam mostrando una agresividad y ferocidad sorprendentes. Sin dudarlo ni un instante, utilizó toda su fuerza y habilidades mágicas para atacar a Melanie con una intensidad despiadada. No mostró piedad ni remordimientos mientras lanzaba hechizos poderosos contra ella.

Por otro lado, Melanie luchaba con valentía, pero se vio abrumada por la agresividad y el poder de Liam. A pesar de sus esfuerzos por defenderse, no pudo igualar la fuerza de su compañero de clase.

A medida que el combate avanzaba, Liam continuaba presionando a Melanie, humillándola en el campo de batalla. Su actitud sin compasión y su deseo de aplastar a su oponente dejaron a todos en la grada sorprendidos y conmocionados.

La atmósfera en el campo de batalla era tensa y llena de emociones encontradas. Algunos espectadores se mostraban preocupados por Melanie, mientras que otros admiraban la fuerza y determinación de Liam. Los ánimos en la grada eran divididos, y la intensidad del combate aumentaba con cada segundo que pasaba.

Finalmente, Liam se impuso sobre Melanie con una victoria contundente. A pesar de la derrota, Melanie mostró una actitud valiente y digna al aceptar su derrota sin resentimientos. Aunque humillada por el resultado, decidió seguir adelante con la frente en alto.

El combate entre Liam y Melanie dejó una profunda impresión en todos los presentes. La fuerza despiadada de Liam y su actitud sin compasión se convirtieron en tema de conversación en la escuela. Mientras tanto, Liam avanzaba en el torneo con paso firme, dispuesto a enfrentar cualquier obstáculo en su camino hacia la victoria.

***

En el siguiente combate, Roger y Celia se encontraron en el campo de batalla, preparados para enfrentarse en un duelo mágico. Desde el inicio del combate, quedó claro que Roger era un oponente formidable y poderoso.

Con una actitud arrogante y confiada, Roger desplegó su magia con precisión y fuerza. Sus hechizos eran rápidos y certeros, apuntando directamente a Celia sin darle tiempo para reaccionar. Celia luchó con valentía, pero estaba claramente superada por la habilidad y experiencia de Roger.

A lo largo del combate, Roger demostró su destreza en el manejo de la magia, utilizando una variedad de hechizos y estrategias para mantener a Celia a la defensiva. Su control sobre los elementos mágicos era asombroso, y cada ataque era más poderoso que el anterior.

Celia intentó contraatacar, pero sus esfuerzos fueron en vano. Roger era implacable y no mostraba misericordia. Su objetivo era ganar y demostrar su superioridad sobre los demás participantes.

A medida que el combate avanzaba, Roger aumentó la intensidad de sus ataques, aplastando a Celia con una demoledora combinación de hechizos. A pesar de sus esfuerzos por mantenerse firme, Celia se vio completamente superada y, finalmente, tuvo que rendirse ante la abrumadora fuerza de Roger.

El combate entre Roger y Celia fue corto y contundente. Roger salió victorioso sin problemas, dejando en claro que era un competidor formidable y que no iba a detenerse hasta llegar a la final del torneo.

Tras su aplastante victoria, Roger dejó el campo de batalla con una sonrisa satisfecha en su rostro. Su actitud arrogante y confiada no hizo más que aumentar su reputación como un mago poderoso y temible.

Por otro lado, Celia se retiró del campo de batalla con la cabeza en alto, a pesar de su derrota. Sabía que había luchado con valentía, pero enfrentar a un mago como Roger era una tarea difícil de superar.

El combate entre Roger y Celia dejó claro que en este torneo no había lugar para la complacencia. Los competidores debían estar preparados para enfrentar a oponentes formidables y demostrar su habilidad y determinación si querían tener éxito en el torneo de Yellowstone.

El campo de batalla estaba listo para el enfrentamiento entre Kenny y Oriol. Ambos magos se miraron con determinación y concentración, preparados para demostrar sus habilidades mágicas en el combate.

Tom, desde las gradas, deseó buena suerte a Kenny con una sonrisa de ánimo. Kenny asintió con confianza antes de enfocarse completamente en su oponente. El combate comenzó y Kenny no perdió ni un segundo. Utilizando el poder del dragón, desató una ráfaga de hechizos rápidos y certeros contra Oriol.

Los ataques de Kenny eran precisos y letales. Con una destreza excepcional, evitó los contraataques de Oriol mientras continuaba su ofensiva implacable. La velocidad y agresividad de sus ataques eran impresionantes, dejando poco margen para que Oriol pudiera reaccionar o defenderse adecuadamente.

Oriol intentó resistir y contraatacar, pero estaba claro que estaba siendo superado por la habilidad y experiencia de Kenny. Los hechizos del Dragón golpeaban a Oriol una y otra vez, debilitándolo cada vez más.

Con determinación, Kenny siguió adelante, sin mostrar piedad ni duda en su búsqueda de la victoria. Su confianza en el poder del dragón lo impulsaba a luchar con todo su ser, sin dar tregua a su oponente.

Finalmente, después de una serie de ataques rápidos y certeros, Kenny logró derrotar a Oriol. El combate terminó con una victoria contundente para Kenny, quien se mostró como un oponente formidable y digno de respeto.

Tras la victoria, Kenny volvió a las gradas, donde sus compañeros lo felicitaron por su impecable desempeño en el combate. Tom le dio una palmada en la espalda, orgulloso de su amigo, mientras Kate y los demás expresaban su admiración por la habilidad de Kenny en el campo de batalla.

El combate entre Kenny y Oriol dejó claro que Kenny era un rival temible y que su dominio del poder del dragón le confería una ventaja significativa en el torneo. Con su victoria, Kenny demostró que estaba dispuesto a llegar lejos en la competición y que no se detendría ante nada para alcanzar la gloria en el torneo de Yellowstone.

En los vestuarios, mientras Tom se preparaba para su próximo combate contra Serkal, su amigo de infancia, se encontró con él en un momento de calma antes de la batalla. Ambos se miraron con determinación, sabiendo que tenían que enfrentarse en el torneo, pero también con el recuerdo de la amistad que compartían desde hacía tanto tiempo.

Serkal rompió el silencio y habló con sinceridad: –Que pase lo que pase, que gane el mejor. Nuestra amistad está por encima de este torneo. Vamos a darlo todo, Tom.

Tom sonrió, apreciando las palabras de su amigo, y respondió con sinceridad: –Por supuesto, Serkal. Buena suerte, amigo.

Con ese intercambio de palabras, ambos se dirigieron al campo de batalla, con la promesa de dar lo mejor de sí mismos en el combate. Aunque estaban a punto de enfrentarse como rivales, su amistad seguía intacta, recordándoles que, más allá del torneo y la competición, eran compañeros de confianza y respeto.

Continuará...