El Renacer del Fénix

Capítulo 57: El Maestro Zork

A pesar de estar malheridos por el poderoso ataque de Zork, Tom y Brooks se levantan lentamente, sintiendo la intensidad del dolor recorriendo sus cuerpos. Miran fijamente a Zork, reunidos en una determinación compartida.

–No dejaremos que tus oscuros planes se cumplan, Zork. Juntos, lucharemos hasta el final y te derrotaremos.

Brooks asiente, apoyando a su hermano en esta batalla crucial.

–Estamos unidos por nuestro linaje y el poder del Fénix. No importa cuán fuerte seas, te enfrentarás a nuestra unión y determinación.

Los hermanos canalizan sus últimas fuerzas, reuniendo su poder del Fénix y formando un vínculo inseparable. Las llamas brillantes los envuelven, fortaleciendo su espíritu y renovando su determinación.

Con paso firme, avanzan hacia Zork, listos para enfrentarlo. Su unión como hermanos y el poder del Fénix les da la fuerza para desafiar incluso al más temible de los enemigos.

Tom y Brooks lanzan un ataque combinado, concentrando toda su energía en un poderoso torrente de llamas del Fénix dirigido hacia Zork. La explosión de fuego envuelve al malvado mago mientras intenta resistir la embestida.

El aire se llena de un estallido de energía y fuego, iluminando la oscuridad que rodea la casa. Tom y Brooks luchan con determinación, enfrentando a su enemigo sin retroceder.

Zork, sin inmutarse por el poderoso ataque combinado de los hermanos, continúa su desafiante sonrisa. Esquivando con facilidad los ataques lanzados por Tom y Brooks, muestra una agilidad y destreza sorprendentes.

Los hermanos no se rinden y siguen lanzando ataques desesperados, intentando encontrar una brecha en la defensa impenetrable de Zork. Sin embargo, cada movimiento de Zork parece anticipado, evadiendo los golpes con una gracia sobrenatural.

En un momento de desesperación, Zork decide poner fin al enfrentamiento. -Se acabaron las tonterías. Acto seguido Zork canaliza aún más poder, comienza a teletransportarse rápidamente, dejando a los hermanos confundidos y sin poder rastrear sus movimientos.

Zork ataca a una velocidad vertiginosa, lanzando ráfagas de energía oscura que alcanzan a los hermanos antes de que puedan reaccionar. Los impactos son devastadores, dejando a Tom y Brooks en el suelo, completamente derrotados y sin fuerzas para continuar la batalla.

El poder abrumador de Zork ha demostrado ser demasiado para los hermanos, y ahora se encuentran en una posición vulnerable ante su enemigo implacable. Mientras yacen en el suelo, el desafío de derrotar a Zork parece cada vez más inalcanzable.

Los hermanos, Tom y Brooks, se encuentran tendidos en el suelo, exhaustos y heridos. El brillo apagado en sus ojos refleja la dura batalla que han enfrentado. Brooks, con un tono de remordimiento, le habla a Tom mientras su pecho sangra por las heridas.

–Siento haberte arrastrado a esto, hermano. –susurra Brooks, su voz entrecortada por el dolor.

Tom, luchando por mantenerse en pie, responde con determinación: –No podemos rendirnos, hermano. Todavía podemos luchar.

Brooks, con una mirada resignada, agrega: –Es demasiado tarde, su poder es inalcanzable.

Mientras Zork se acerca a ellos, una sombra imponente y siniestra, los hermanos saben que están en peligro. Zork se prepara para lanzarles su golpe fatal, y sus palabras frías cortan el aire: –Se acabó para vosotros, herederos del fénix.

En el último momento, justo cuando Zork estaba a punto de asestar el golpe mortal, un destello de luz rompe la oscuridad que los rodea. West, lleno de determinación, aparece en escena y se lanza al combate sin dudar. Su golpe impacta en Zork, lanzándolo violentamente hacia el suelo.

Zork, sorprendido por la inesperada intervención de West, se recupera rápidamente y se prepara para enfrentar al nuevo oponente. West se pone en posición de combate, su rostro sereno pero firme.

–¡No permitiré que hagas más daño! –declara West con convicción mientras mira a Zork a los ojos.

Tom, sorprendido por ver a West en el momento más crítico, exclama con alivio:

–Tu presencia aquí me alegra, West. Pensé que te habías quedado atrás.

West, con una mirada seria y determinada, responde:

–Ahora no es momento de hablar. Tenéis que huir de aquí, ambos. Zork es extremadamente poderoso y peligroso. No puedo permitir que os haga más daño.

Tom, decidido a ayudar a su amigo, se acerca a él y dice:

–No te dejaremos solo en esta lucha. Lucharemos juntos, somos compañeros y tenemos que protegernos mutuamente.

Brooks, aún recuperándose de las heridas, asiente en acuerdo con Tom.

West frunce el ceño y les advierte:

–Escuchadme, no hay tiempo que perder. Zork es demasiado fuerte, y no quiero veros heridos por mi culpa. Huid ahora y poned distancia entre vosotros y este lugar.

Tom y Brooks se miran entre sí, pero la determinación de West es evidente en su mirada. Saben que no pueden hacer frente a Zork en su estado actual, y la orden de West es clara.

Tom asiente y toma a Brooks del brazo.

–Está bien, West, pero asegúrate de mantenernos informados de tu situación. No dejaremos que te enfrentes solo a esto.

West sonríe con gratitud y agrega:

–Lo prometo, os mantendré informados. Ahora id, cuanto más tiempo os quedéis aquí, más peligro corréis.

Con un último vistazo a su maestro, Tom asiente y junto a Brooks, empiezan a alejarse corriendo del lugar. West observa cómo se van y vuelve su atención a Zork, quien se está recuperando.

Ahora solo queda él para enfrentar a Zork. Con su determinación y la confianza de sus amigos, West se prepara para el enfrentamiento final. Sabe que no será fácil, pero está dispuesto a darlo todo para detener a Zork y salvar a Tom y Brooks.

Zork, sorprendido, le dice: –Eres West Macaber. He oído hablar de ti. Del héroe de Altair. Has vivido una vida llena de éxitos en combate...

West, sin bajar la guardia, le mira con seriedad: –¿Quién eres y por qué vas detrás del Fénix?

Zork sonríe y responde: –Soy uno de los tres maestros de la Legión Z. Nuestro objetivo es acabar con el poder del Fénix.

West se muestra intrigado: –Nunca he oído hablar de la Legión Z.

Zork, sonriendo siniestramente, responde a West:

–Oh, no es de sorprenderse. La Legión Z ha sido una organización oculta, operando en las sombras, hasta ahora. Pero eso no importa. Lo que realmente importa es que estoy aquí para acabar contigo y con el poder del fénix.

West, con determinación en sus ojos, le mira fijamente:

–No voy a permitir que logres tus malvados planes. Protegeré el poder del fénix incluso con mi vida.

Zork continúa con su sonrisa siniestra y se prepara para el combate.

Continuará...