Capítulo 68: El Poder del Ángel

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El combate entre Kenny y Zaal comenzó con ambos magos manteniendo una distancia prudente el uno del otro. Kenny se mostraba seguro de sí mismo, mientras que Zaal intentaba mantener la calma a pesar de los nervios.

Kenny fue el primero en actuar, invocando una ráfaga de viento con su poder del dragón y enviándola hacia Zaal. El viento era poderoso y veloz, pero Zaal logró reaccionar a tiempo y se protegió con un escudo mágico para resistir el ataque.

Zaal tomó la iniciativa y contraatacó con una serie de rayos eléctricos, intentando aprovechar la ventaja de la distancia que le otorgaba su magia. Sin embargo, Kenny no se dejó intimidar y utilizó su habilidad para controlar la electricidad, desviando los rayos hacia el suelo.

El combate se volvía cada vez más intenso. Kenny se movía con agilidad, esquivando los ataques de Zaal y contraatacando con ráfagas de fuego y poderosos golpes mágicos. Zaal se defendía con habilidad, pero estaba claro que Kenny tenía la ventaja.

Con una mirada desafiante, Kenny concentró su energía y aumentó la intensidad de su poder del dragón. Un aura ardiente lo rodeó mientras su poder mágico se intensificaba. Sin darle tiempo a reaccionar, Kenny lanzó una impactante explosión de fuego hacia Zaal.

Zaal intentó resistir, pero la fuerza del ataque fue abrumadora. El fuego lo envolvió y lo arrojó varios metros hacia atrás. El impacto dejó a Zaal aturdido y debilitado, incapaz de continuar la lucha.

El director Golden, quien observaba el combate desde las gradas, anunció la victoria de Kenny. Los compañeros de clase de 1C vitorearon al ganador, mientras Kenny se acercaba a Zaal para asegurarse de que se encontraba bien.

A pesar de la derrota, Zaal mostró una sonrisa de respeto hacia Kenny. Sabía que había luchado con valentía y había enfrentado a un rival formidable. Kenny le ofreció su mano como signo de camaradería, y Zaal aceptó el gesto con gratitud.

El combate entre Kenny y Zaal había sido intenso y emocionante, y Kenny se había mostrado como un mago poderoso y hábil. Con esta victoria contundente, Kenny avanzaba en el torneo con la confianza de que podía llegar lejos y demostrar a todos sus habilidades mágicas y su dominio del poder del dragón.

Kenny se reunió con sus compañeros en las gradas, y Tom fue el primero en felicitarlo por su impresionante victoria. Con una sonrisa amistosa, Tom le dijo: –¡Increíble combate, Kenny! Estuviste increíble ahí fuera.

Kenny, con su característica actitud borde, respondió: –Sí, sí, ya lo sé. No esperaba menos de mí mismo.

Max, intentando mantener el ánimo del grupo, agregó: –Vamos, Kenny, al menos acepta un cumplido de vez en cuando.

Kenny rodó los ojos, pero no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa. –Está bien, está bien. Gracias, chicos.

Brandon y Kate también se unieron a las felicitaciones, alabando el control y la fuerza que Kenny había demostrado en el combate. A pesar de su personalidad borde, Kenny sabía que sus compañeros de clase estaban genuinamente impresionados por su talento mágico.

Mientras el resto de la primera ronda del torneo continuaba, la clase 1C seguía animando a sus compañeros y disfrutando de la emoción de las batallas mágicas. Tom, Kenny y el resto del grupo estaban ansiosos por ver cómo se desarrollaba el torneo y qué desafíos les depararía el futuro.

El entusiasmo y el compañerismo en la grada eran evidentes, y todos estaban orgullosos de formar parte de la clase 1C de Yellowstone. Aunque cada uno tenía su propia personalidad y forma de enfrentar las cosas, en el fondo compartían una fuerte conexión y un objetivo común: convertirse en grandes magos y enfrentar juntos cualquier desafío que se les presentara.

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