El Renacer del Fénix

Capítulo 84: La Gran Final

– ¡Ladies and gentlemen, magos y magas de todas partes, ha llegado el momento que han estado esperando! ¡La gran final del Torneo de Magia de Yellowstone está a punto de comenzar! En un rincón del campo, tenemos al poderoso y talentoso mago de la clase 1C, Liam, cuya determinación y habilidades asombrosas lo han llevado hasta aquí. Y en el otro rincón, el valiente y hábil mago de la misma clase, Tom, quien ha demostrado su destreza en cada etapa de este torneo.

La multitud estalla en aplausos y vítores mientras Liam y Tom se enfrentan en el centro del campo de batalla.

–Prepárate, Tom. No te será fácil enfrentarte a mí.

–No subestimes a tus oponentes, Liam. Estoy listo para demostrar lo que puedo hacer.

–¡Muy bien, magos y magas, que comience el enfrentamiento final!

La campana suena y ambos magos se preparan para el combate. La energía mágica fluye a su alrededor mientras se concentran en la batalla que está por comenzar.

Con el sonido de la campana resonando en el campo, Liam y Tom se lanzaron al combate. La tensión en el aire era palpable mientras los dos magos se movían con agilidad, cada uno evaluando los movimientos del otro. Liam avanzó con confianza, desatando una serie de hechizos veloces y precisos en dirección a Tom, quien respondió hábilmente con defensas y contraataques calculados.

Tom había decidido no utilizar su poder del Fénix al máximo potencial, recordando las palabras de Kenny y consciente de los peligros de perder el control. A pesar de ello, desplegó su magia con maestría, utilizando hechizos de fuego y hielo con precisión y habilidad. Liam, por su parte, demostró su poderío mágico con ataques impactantes y rápidos movimientos.

A medida que el combate avanzaba, ambos magos se mostraban igualados, cada uno buscando una apertura en la defensa del otro. Liam continuaba con su actitud confiada, mientras que Tom luchaba con determinación, tratando de superar las limitaciones que había impuesto a su propio poder.

Los hechizos chocaban en el aire, creando destellos de luz y explosiones de energía. Los movimientos de los magos eran rápidos y fluidos, su agilidad y destreza eran evidentes para todos los que observaban. La multitud en las gradas estaba completamente absorta en la intensa batalla que se desarrollaba frente a ellos, emocionados por presenciar el enfrentamiento final del torneo.

Tom se esforzaba por mantener el control y no dejarse llevar por la rabia del combate. Aunque no estaba utilizando todo su potencial, sus movimientos eran precisos y sus ataques eran impactantes. Por su parte, Liam no dejaba de mostrar su confianza, pero también estaba consciente de que Tom no era un oponente fácil de vencer.

El combate continuó con intercambios de hechizos, esquivas y contraataques. La rivalidad entre los dos magos era evidente en cada movimiento que realizaban. Ambos estaban decididos a ganar y se esforzaban al máximo para lograrlo.

A medida que la batalla continuaba, se podía percibir una transformación en la actitud de Liam. Su expresión comenzó a oscurecerse con una mezcla de frustración y rabia. Sus ojos centellearon con una intensidad aún mayor mientras sus movimientos se volvían más agresivos y poderosos. Cada hechizo que lanzaba era acompañado por una cantidad abrumadora de energía mágica, como si estuviera canalizando su enojo y determinación en cada ataque.

Liam había perdido su anterior aire de confianza y superioridad, reemplazándolo con una urgencia y ferocidad en su lucha. Sus hechizos impactaban con fuerza, generando explosiones más intensas y creando ondas de choque que sacudían el campo de batalla. La tierra temblaba bajo la fuerza de sus ataques, y su aura dorada brillaba con una intensidad deslumbrante.

Tom se vio obligado a aumentar su defensa, esforzándose por contener la avalancha de poder de Liam. A pesar de sus esfuerzos, era evidente que la rabia impulsaba al joven mago contrario a luchar con una energía casi descontrolada. La intensidad de la batalla aumentó a medida que ambos magos se enzarzaban en una lucha desesperada por la victoria.