Capitulo 4

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"Me gustas como el carajo. Te deseo como el carajo. No me importa el resto del mundo"
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El de ojos blancos abrió sus ojos con pesadez, tratando de ajustarse a la luz radiante del sol, su cabeza dolía pues tenía una resaca de los mil demonios y su cuerpo estaba débil.

Dirigió su vista hacia su teléfono viendo miles de llamadas y mensajes de su prima Hinata.

Se cambió, tomo sus cosas y salió de la habitación, se dirigió a la salida sin antes entregar la llave de la habitación.

-Disculpe el chico que vino con usted le pidió un taxi para que se fuera a casa, el lo pago- dijo la de recepción con un voz dulce y agradable.

El contrario la miro con confusión y después dirigió su vista al automóvil que estaba afuera, se dirigió a este y se subió, dió su dirección y en unos minutos ya estaba en casa. Bajo del auto y se dirigió a la gran mansión de los Hyuga, tan solo al abrir la puerta una niña de unos 15 años se dirigió a abrazarlo.

-Neji! Dónde estabas, papá está muy enojado contigo - dijo la menor de cabellos cafés.

-Me quedé con unos amigos ¿Dónde está tu padre, Hanabi?- preguntó el mayor poniéndose a la altura de la más pequeña.

-En su oficina, ten cuidado, lleva toda la mañana furioso - decía con miedo en sus palabras, sabía lo que estaba a punto de pasar, y no le gustaba para nada.

El mayor le dió una sonrisa y acarició su cabellera para dirigirse a la oficina de su tío, tocó la puerta y un -Pase- se escucho del otro lado.

Entró con miedo, sabía lo que iba a pasar y eso lo tenía preocupado.

- ¿Dónde estabas?- preguntabas el mayor de edad mientras estaba sentado en su escritorio, miraba con furia al de ojos blancos.

-Con unos amigos, disculpe por no avisar no era mi intención - hizo una reverencias bajado su cabeza con la esperanza que se apiadará de el.

-¿Acaso me crees idiota? ¿Crees que no noto las marcas que tienes en tu cuello? ¿Ehh, zorra?- el mayor se levantó de la silla, se dirigió al menor, jaló de sus cabellos para que alzará la cara y le propinó una cachetada. -Te doy todo en ésta casa, comida, hogar, TODO, y tú me pagas acostándote y en sima con un hombre? ¿Que piensas que va a creer la gente sobre eso?- otra cachetada seguida.

El menor estaba callado, estático, sabía que si hablaba le iba a ir peor.

-largate de mi vista, debí dejar que te matarán junto a tus padres- dicho eso el menor salió de la oficina y corrió escaleras arriba para su cuarto. Colocó el seguro y se tumbó en la cama, no soltaba ni una lágrima, solo se quedó ahí, mirando el techo blanco sin imperfecciones.

-¿Neji-niisan? ¿Estás bien?- una voz aguda y tímida provino de afuera de a habitación.

-Estoy bien Hinata-Sama solo quiero espacio, por favor - y después de eso el silencio volvió a su habitación, un silencio abrumador.
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Un muchacho de piel morena iba llegando a su casa, cansado y agotado, solo quería llegar y acostarse en las frías cobijas de su cama.

-Shikamaru ¿Eres tú?- pregunto una voz tranquila pero fuerte.

-Si mamá, ya llegué, voy a mi cuarto a descansar ¿Vale?- dijo desde las escaleras listo para subir a su habitación.

-Esta bien hijo, descansa - está vez fue una voz masculina, demasiado tranquila.

Subió con cuidado a su habitación y se recostó de inmediato en su cama, cerrando los ojos y pensado en la noche que había tenido.

Se sentía mal, se sentía estúpido, talvez no estuvo bien acostarse con una persona que no estaba en sus cinco sentidos, pero no lo puedo evitar.

El chico lo miraba con lujuria y coqueteaba con el, y cuando se acercó tocando con delicadeza su mano, era la mejor sensación que había tenido. La mejor noche de toda su vida... Pero, sus ojos se abrieron de par en par cuando recordó a su supuesta novia.

Desde hace unos años salía con una chica de otro país, así que no la veía muy amenudo, pero estar estaba, estaban en una relación y el se había acostado con un chico, el que fuera chico era lo de menos, el sabía perfectamente su sexualidad y no tenía problemas con eso, el problema era que engaño a su novia.

¿Que debía hacer en este momento? No era como si se acostó con el por amor o algo así, fue la lujuria de la noche, y unos tragos demás, estaba seguro que no volvería ocurrir, estaba seguro que no volvería a caer por la lujuria.

Estaba seguro de eso así que simplemente decidió dejar de pensar en eso y más bien arreglar su habitación para la visita que iba a llegar... Porqué si, ese mismo día su novia iba a visitarlo.

Antes de todo iba a bañarse y entonces se dió cuenta del estado de su cuerpo, su labio inferior está rojo e hinchado y sin camisa se podía ver los rasguños de su espalda.

Estaba en serios problemas, y tenía que resolverlos pronto. Primero se dio una ducha y al salir se puso un bálsamo labial para la irritación, se vistió se arregló y se perfumó, acomodó su habitación y al igual que lo de invitados, pues también iban a venir los hermanos de su novia.

Se miró una vez más en el espejo y noto que sus labios ya estaban mejor, bajo las escaleras, se despidió de sus padres y se fue directo al aeropuerto para recoger a su novia, esperando que no notará absolutamente nada.

Lujuria /Shikaneji/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora