Ice Queen [CDM]

Capítulo II: Amante de las Bromas.

No sabía en qué momento me había quedado dormida, pero el dolor de espalda me daba por enterado que no había dormido precisamente en la comodidad de mi cama.

Busqué mi celular a tientas para poder ver la hora, casi rezando por que fuera una hora prudente... esperanza que se esfumó cuando la vi: 5:31 de la mañana. Sí, definitivamente ni siquiera valía la pena volver a dormirme. Caminé hacia el cuarto de baño, dispuesta a tomar una ducha. Después de todo, si comenzaba a arreglarme a esta hora, podía correr con algo de suerte y que me dieran ganas de dormir otra vez.

Me quité la ropa, y, a último momento decidí cambiar mi opción de ducha por un baño. Me dolía la espalda, así que podía ayudarme, ¿no? Entré en la tina, mis músculos relajándose casi al instante. Me quedé ahí durante un rato bastante largo, hasta que por la temperatura que parecía estar bajando, me imaginaba que ya era hora de salir. Me sequé el cuerpo y el cabello, envolviendo mi cuerpo en una toalla para dirigirme a mi habitación y vestirme.

Mi outfit era ciertamente básico, y pensé en usar un moño como el día anterior. No era muy fan de estos, pero últimamente había comenzado a cambiar de opinión... por lo que tomé uno color rosa palo, ciertamente pequeño, que até a la media coleta que me había hecho. Me gustaba mi cabello largo, pero a veces era un dolor en el culo tener que peinarme todos los días.

Una vez lista, comencé a navegar en mi celular, sin esperanzas de volver a dormir. Me distraje viendo memes extraños durante un rato, hasta que mi alarma para ir a la escuela sonó. Por un instante, pensé en Armin... no podía decir que me agradara, al menos no después de lo que hizo, pero tampoco era tan grave, ¿o sí? Al final yo había conseguido mi juego y él había salido físicamente lastimado, así que, en términos de perder, yo no lo había hecho. Podía intentar hablar con él, pero... no sé, no tenía muchas ganas.

Salí de mi piso, aprovechando que había salido temprano para irme caminando. Hacía unos quince minutos, los cuales también me servían para quitarme un poco el frío que me estaba matando últimamente. No había demasiadas personas en la calle, por lo que supuse que estaba llegando algo temprano. Bueno, ¡de alguna manera tenía que compensar mi tardanza de ayer!

—¡SCATTIE!— reconocí la voz de Alexy al instante, y aunque seguía costándome un poco el acostumbrarme a ese apodo, intentaba sobrellevarlo.

—Hola, Alex.— me giré hacia él, saludándolo.

—¿Qué crees? Le pregunté a mis padres si podía ir este sábado al centro comercial contigo, y me dieron permiso.— me di cuenta de que a su lado estaba Armin, y pese a mi pensamiento matutino sobre ser mejor persona, lo ignoré.

—Genial. Tengo algo de dinero ahorrado, así que espero que tengas la energía suficiente para soportar una maratón de compras.— pude ver que el gemelo malvado tenía una cara de molestia ante nuestra decisión de ignorarlo, cosa que me divertía por alguna razón.

—¡Y no te olvides de llevar cosas para comer! Necesitaremos hidratación, algunas golosinas...—

—Yo llevaré los líquidos, así que no te preocupes.— seguimos ignorando al tercero en discordia, sin señal de querer incluirlo en la plática. Ahora, que lo pensaba, ¿por qué tendría que disculparme por lo que pasó? ¡Él había intentado robarme!

—Uff, tengo un montón de chuches en mi casa. ¿Te gustan los bomb--?— antes de que pudiera terminar, su gemelo suspiró con fuerza.

—Sí, y yo soy parte de la decoración exterior.— tardamos más en reaccionar de lo que él ya estaba en camino hacia la escuela, refunfuñando.

—Vaya...— solté una risita ante su actitud.

—Este niño y sus pataletas...— el peliazul suspiró, bajando la mirada. —Voy detrás de él, Scattie. Tengo la tarea de vigilar que entre a sus clases, lo de ayer podría no ser la última vez.— parecía irritado, y me encogí de hombros.