Al sentir un poco de luz sobre mis párpados, me desperté lentamente después de un sueño bastante reparador. A diferencia de lo que casi me había jurado Armin, no me sentía mal... sólo con un poco de sed, pero lo normal que sentía cada que me despertaba.
Hablando de él...
Extendí mi brazo, y, como era de imaginarse, no estaba en la cama. Volteé para todos lados, pero tampoco había señales de él en mi habitación. Una parte de mí prefería que se hubiera ido, pero otra se sentía bastante sola. Me levanté de mi cama, y al dirigirme a la puerta, pude escuchar un ruido en la cocina. ¿Será que mi tía había decidido hacer algo de comer? Una excelente noticia.
—Buenos días, tía...— antes de que pudiera continuar, el azabache se levantó, casi causándome un infarto.
—Cat, yo no me llamo tía, soy Armin. ¿No me digas que sigues ebria?— disimulé lo más que pude mi sorpresa, sobre todo al ver que en serio estaba cocinando.
—¿Sabes cocinar?— me recargué sobre la barra, un poco curiosa.
—Lo básico, ya sabes, wafles de caja... nada exagerado. Sé lo suficiente para no morir de hambre durante una semana.— asentí, bastante sorprendida. No sé si yo, como inútil en la cocina, sólo conseguía amigos con la pésima habilidad culinaria, pero nadie sabía cocinar además de Nathaniel.
—Bueno, pues esos wafles de caja huelen muy bien.— me senté en una de las sillas de la barra.
—Ya que los ingredientes que tenías parecían reservas para un campamento militar, no pude hacer mucho, pero es suficiente hasta para alguien tan glotona como tú.— no pude evitar sonrojarme un poco.
—No soy un barril sin fondo, simplemente estoy en crecimiento.— por su gesto, supuse que se quería reír.
—Sí, claro.— sacó dos platos. —Me alcanzó para tres, así que dos para ti y uno para mí.—
Apilé los wafles y les puse miel de maple, que era de las pocas cosas que tenía en mi nevera. Estaba bien de sabor, sobre todo para ser un wafle de caja. Me extrañó un poco que Armin no quisiera más, y fue entonces que me confesó algunas cosas que pasaron mientras yo seguía dormida.
Regresó a su casa por la mañana para hacer acto de presencia, sobre todo porque su madre no parecía muy contenta con el hecho de que pasara la noche fuera de casa y separado de Alexy. Por lo mismo, desayunó ahí, por lo que en este momento era más bien un capricho de comida lo que estaba teniendo más que hambre como tal, por lo que decidió no comer demasiado.
En general, nuestra charla fue muy tranquila mientras desayunábamos, él por segunda vez y yo por primera vez.
—Por cierto...— su ceño parecía algo fruncido.
—¿Sí?—
—No creas que es por entrometido, pero el recordatorio que tienes en tu refrigerador salta mucho a la vista. ¿¿Cómo es que los exámenes finales son mañana y no me dijiste??— al escucharlo, casi me atraganté con el último pedazo de wafle.
—¿¡Qué!?— me levanté rápidamente, yendo en dirección a mi refrigerador para comprobar la información... y era real.
—No sé ni los nombres de los profesores, ¿cómo voy a aprobar?— parecía algo desesperanzado, y apreté su hombro, aunque más a modo de regaño.
—Tampoco recuerdo haberte visto hacer la tarea...— más que un ánimo, era echarle tierra a su tumba. —¿Qué tan seguro te sientes con las materias?—
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Ice Queen [CDM]
Fanfiction「Confía en mí.」 ◊Scarlett es una joven inglesa que se ha visto obligada a vivir a través de una máscara tras un pasado turbulento. Al inicio de su vida de instituto y con la necesidad de enterrar ese pasado, decide migrar a Amoris, Francia; la ciuda...