Capítulo VI: Control.

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Como era costumbre, llevaba bastante tiempo arreglándome, debatiendo entre llevar tacones o plataformas. Es decir, las plataformas eran mucho más seguras contra las caídas y eso, y tomando en cuenta que hoy llevaría a cabo mi pequeña apuesta con estos chicos, creía que era un factor bastante importante. Tomé un bolso barato que había comprado en el buen Primark, asegurándome de llevarlo todo: dinero, celular, llaves y una que otra cosilla por emergencias.

Por la época del año, ya estaba algo oscuro a la hora que había decidido salir. Los mellizos favoritos de todos, Ámber y Nathaniel, irían conmigo, pues Nath se había mudado a un piso no muy lejos del mío, y Ámber le había pedido el favor de quedarse ahí, pues la fiesta estaba más cerca de nuestra zona. Era algo curioso, pero nunca me había llevado precisamente mal con Ámber. Charlotte era la única que no terminaba de convencerme, pero tanto la rubia como Li parecía que tenían un buen corazón muy, muy en el fondo.

Para resumir, la rubia nunca me había jugado ninguna broma o tontería como a otras chicas, incluso si mi cercanía con Castiel podía ser sospechosa para muchos. Casi al mismo tiempo que Kentin, había llegado una chica llamada Lynn Darcy... la pobre había sido víctima de las burlas de las tres tontas hasta que Nath les puso un alto. Nunca le pregunté con qué las amenazó, pero había una infinidad de razones para utilizar, para ser sincera.


—¡Ya te dije que voy a conquistar a Castiel con esto!— la rubia le modeló a su hermano, que parecía cada vez más irritado.

—Ámber...— como era una costumbre en él, se apretó el puente de las cejas. Me aclaré la garganta, haciendo notar mi presencia.

—Es cierto que ese body se te ve muy lindo, Amb.— intenté amenizar el ambiente. —Es de la nueva colección de Zara, ¿no?— en efecto, sabía cómo llegarla a Ámber, porque con ese simple comentario casi salta a abrazarme.

—¿Ves? Uno de nosotros debía tener sentido de la moda.— se puso de mi lado, casi sacándole la lengua a su hermano. —¿Y tú? ¡No estás vestida en tus trapos de siempre! Por un momento creí estar viendo a otra persona.— ah, pero no dejaba de ser dura.

—Por supuesto que soy Scarlett, Ámber. ¡Tampoco es como que me vista como un niño de diez años!— aunque no era común que usara ropa en exceso femenina, tampoco era muy masculina, de eso estaba segura.

—Mientras sigas sin ir tras Castiel, todo está bien.—

—¿¡Quién va a ir tras ese idiota!? Ya llegó el autobús, súbanse antes de que nos deje.— no pude evitar reír ante las palabras de mi amigo.

—A la orden.— me parecía algo tierno que, en el fondo, Nath se preocupaba por su hermana menor. Es decir, si yo tuviera una hermana y estuviera enamorada de Castiel, también evitaría que tomara esa pésima decisión.


Ámber estuvo mandándose mensajes con sus amigas durante todo el camino, lo cual realmente no nos molestaba ni a Nath ni a mí por el simple hecho de que los dos habíamos platicado durante todo el camino. El tema había salido de repente, pero al parecer, estaba comenzando a formar una amistad con Armin, y no pude evitar sonreír un poco. Era inesperado, sí, pero al final, sus aficiones geek partían del mismo punto. Nath le recomendaba novelas o series de misterio, y Armin lo forzaba a jugar League of Legends y esas cosas.

Cuando llegamos, me sorprendí un poco con la cantidad de gente que había en la fiesta. Es decir, Rosa no era precisamente popular, al contrario de lo que uno podría pensar. Era muy guapa y agradable, pero mi estimada amiga prefería pasar tiempo sola o con Leigh, y de muy de vez en cuando conmigo.


—Bueno, los dejo, Charlotte y Li ya llegaron.— a lo lejos, vi como sus dos amigas le hablaban.

Ice Queen [CDM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora