Tuve unos pocos segundos para calmarme tras el comentario de Alexy, pues Armin había regresado de una competencia de arcade. No había ganado como él esperaba, pero parecía haberse divertido... no estaba muy segura de lo que me había dicho, pues mi mente estaba más ocupada con el dilema que tenía en mi cabeza sobre lo que hablé con su gemelo.
Poco después y muy a su estilo, sugirió que jugáramos Mario Kart. No estaba muy convencida: no era muy fan de Mario. Era una opinión bastante impopular dentro del mundo de los videojuegos, por lo que Armin primero actuó como si estuviera ofendido, preguntándome por un listado de videojuegos diferentes y mi opinión sobre ellos. Como era de esperarse, sí había jugado una parte de ellos, pero no me lograron atrapar. Mi problema principal era Mario, así que no había manera de que disfrutara jugar algo que tuviera su cara.
Al final, accedí a jugar otro videojuego de carreras de la competencia directa de Mario: Sonic. En lo que él había subido para dejar sus cosas en su habitación, yo me dediqué a iniciar la partida. Encendí la consola, configuré nuestros mandos y esperé a que regresara. Agh, lo que me frustraba de jugar con otras personas era precisamente la opción de terminar siendo el jugador 2, lo cual me era un poco complicado. Era hija única, por lo que jugar videojuegos con la pantalla partida en dos, tres o cuatro no era muy común para mí.
—Antes que nada: sin resentimientos.— solté una risa.
—Bueno, ya te gané una vez, la segunda sería de esperarse, ¿no crees?— alzó una ceja, bastante ofendido.
—¡No te dejaré ganar en mi propia casa!—
—¡No me dejaste ganar, mentiroso!— aunque dijera eso, presentía hasta el día de hoy que ese había sido el caso.
Tenía los dedos tensos sobre el mando del XBOX. Presionaba el RT con fuerza para esperar a que el auto de mi personaje encendiera el turbo, y, en cuanto terminó el conteo, avancé a toda velocidad. Para mi buena suerte, incluso si habíamos hecho elección aleatoria tanto en personajes como en pista, era una en la que yo ya tenía bastante práctica.
Tomé todos los atajos que podía recordar, pero, aun así, Armin iba en primer lugar, bastante más adelantado. Era la tercera vuelta, y sabía que tenía que ganarle a como diera lugar. Tenía un as bajo la manda, y aunque era arriesgado, tenía que hacerlo. ¡No podía dejar que me ganara en un videojuego de carreras! Justo cuando estábamos a nada de llegar a la recta final, saqué por fin mi arma secreta: un misil. Me había dedicado a intentar recoger uno durante toda la carrera, pue sabía que era lo único que iría justamente en su contra.
Lancé el misil, y el personaje de Armin se quedó dando vueltas, siendo arrastrado hasta la quinta posición. Con facilidad y cinco segundos después, llegué a la meta. Me quedé mirando a la televisión durante un instante, y cuando no escuché nada de parte de mi contrincante, me giré hacia él: irritado. Demasiado irritado.
—¡Eso fue trampa!— exclamó.
—¿Para qué crees que son los objetos? ¿Para coleccionarlos?— respondí con ironía. —Todo hubiera sido más fácil si te hubieras dejado ganar como decías desde un inicio.—
—¡Exijo una revancha sin objetos!— solté una carcajada ante su petición.
—Por favor, ¡ni el modo de tutorial es tan fácil como lo que estás pidiendo!—
—Armin, acepta la derrota.— escuché por fin otra voz femenina en esta casa, y esbocé una sonrisa ante el puchero de mi contrincante.
—Ya escuchaste, Armin. En videojuegos, vamos 2 a 0... y en lo demás, bueno, ya perdí la cuenta.—
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Ice Queen [CDM]
Fanfiction「Confía en mí.」 ◊Scarlett es una joven inglesa que se ha visto obligada a vivir a través de una máscara tras un pasado turbulento. Al inicio de su vida de instituto y con la necesidad de enterrar ese pasado, decide migrar a Amoris, Francia; la ciuda...