22. NOSTALGIA

58 6 0
                                    

SAMARA REYES

Siento mí corazón bombear a toda velocidad. No soy consciente de ninguna otra sensación, ni siquiera de que Cam y Oliv me toman cada una de un brazo hasta segundos después.

Laura me mira completamente impresionada por mi presencia, incluso veo como sus ojos comienzan a cristalizarse junto con los de las demás, y no sé cómo logro contenerme. Seguramente fue que me la pase repitiéndome una y otra vez que si lloraba me concentraría tanto en eso que no disfrutaría ni un minuto aquí y que mi visita a este lugar no se trata de llorar y ponerme nostálgica, sino de volver a disfrutar.

Las chicas comienzan a caminar demasiado lento seguramente esperando a que me acople nuevamente a este lugar. Termino por desesperarme por lo cual acelero el paso tomándolas por sorpresa.

—Sam, en verdad me alegra verte aquí.

—¿Fue una buena sorpresa entrenadora?

—Claro que sí —dice mientras extiende sus brazos para darme un abrazo, no lo dudó ni un segundo para cuando me acerco a ella para ser estrujada.

Laura nunca fue de las personas que demostraran afecto las veinticuatro horas del día pero tampoco una que se negara por completo al contacto físico, estaba acostumbrada a sus abrazos más ahora no quita que sea raro y extremadamente nostálgico. Definitivamente me agrada.

Siento como Laura toma mis hombros y me gira bruscamente para así poder ver a Tina.

—Hola cariño me gustaría presentarte a Sam como se merece.

—Ya la presentamos —le recuerda Marín con obviedad.

—Justo por eso.

—Ignoren a Laura, es solo que ella quería presentarme a Samara y está molesta por no haberlo hecho —explica Tina.

La castaña le da una enorme sonrisa a su novia antes de acercarse a nosotras.

—Hola cariño, ¿quién es tu amiga?

—Hola amor, ella es mi ex alumna Samara Reyes —Laura se coloca a mi lado —. Sam, ella es mi hermosa y encantadora novia Tina.

—Olvidaste decir que cumplo todos tus caprichos. —Le giña el ojo a mi ex entrenadora antes de mirarme con una enorme sonrisa —. Encantada.

—Igualmente —contesto. Miro a mis amigas esperando alguna explicación sobre lo raras que son estas dos pero ninguna me mira, están completamente segadas con la pareja.

La mirada de Laura cambió mucho, me encanta como ella mira a Tina y viceversa, hay algo tan puro en los ojos de ambas que no dudo ni por un segundo lo mucho que se aman y lo que me duele haberme perdido el inicio de su historia.

Me encantaría tener a alguien a quien mirar así y que él también me mire de esa manera. Creo que Dylan podría ser un gran candidato para eso pero el tiempo terminará eligiendo si eso pasa o no. Sea pronto o dentro de mucho.

—Bueno, creo que es momento de darte un pequeño recorrido.

—Saben, creo que me encantaría ir al otro gimnasio. —Chillo cuando Cam da un pequeño estirón —. Comencemos de a poco, es en donde nació mi amor por la gimnasia me gustaría ir ahí.

—Claro —dicen todas en unción no sin antes darse una mirada.

Todas salimos de aquel gimnasio para ir al pequeño edificio de alado. Al entrar veo a un grupo de niñas corretear, otras bailar e intentar saltos. Aquí entrenan niñas de entre tres y quince años, a primera vista se logra ver el gran potencial de algunas niñas y niños aunque de los últimos hay muy pocos.

Un Lindo GirasolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora