EPILOGO

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SAMARA REYES

Sentirme afortunada era algo a lo cual no estaba acostumbrada a sentir, algo a lo cual solo podía aspirar y celar. Después de todo era imposible pensar que Samara Reyes aquella chica fastidiosa con aires de grandeza y el karma atacándola por todos lados podría ser feliz. Completamente no porque llegue a la conclusión de que eso simplemente es imposible

Siempre hay o falta algo que no te permite serlo, lo importante es sentrarte en lo que sí.

Lo soy, soy de esas personas afortunadas, de aquellas a las cuales algunos aspiran y otros celan y aunque a veces tengo mis altibajos aprendí a cómo afrontarlos sola y con las personas a las cuales amo con todo mi corazón.

Pienso en cómo es posible que la vida cambie tanto y el cómo toca aprender a luchar contra las adversidades sin desmoronarse en el intento y solo quiero llorar. No sé por qué, puede y sea que recuerdo lo que sufrí o la paz que me genero poder salir de ahí.

Repito, no lo sé y en verdad no quiero saberlo porque ya no importa. Aprendí a concentrarme en lo que sí y es lo que me mantiene en paz con mi yo interior.

—Me encanta esa sonrisa. —Miro a Dylan el cual también tiene una enorme sonrisa en un rostro.

En los meses que tenemos juntos he descubierto muchas cosas sobre él, lo que me confirma que lo único que puede pasar es que me guste cada vez más.

—A mí igual, siento que me da otro tipo de encanto.

—Tú siempre eres encantadora jolie —asegura, aun así puedo notar una pizca de burla en su comentario.

Al parecer que sea mi novio no le quitara del todo lo idiota. Que agradezca que es una de las cosas que más me gustan de él.

—De víboras será. —Giro con brusquedad al escuchar una voz que tenía tiempo sin provocar fastidio en mí.

No podría afirmar estar contenta o no al verla ya que se ve un tanto cansada. Está más delgada de lo normal y las orejeras son más prominentes en su piel blanca ahora un tanto amarillenta.

—Hola Kass —saludamos Dylan y yo en unción.

Ella nos sonríe a ambos y a comparación de otras veces no parece querer provocar con ella.

—Solo quería despedirme de ti primo —dice en cuanto el claxon de un carro llama nuestra atención.

—¿Te vas?

Kass no parece estar segura de contestar mi pregunta pero luego de ver a Dylan por varios segundos parece convencerse.

—Este no es un buen lugar para tener un embarazo fuera del matrimonio y ya la estoy pasando muy mal como para tener las críticas de todo un pueblo —explica —. Ya es muy tarde como para abortar y no voy a obligar a nadie a casarse conmigo.

Un escalofrío me recorre por todo la espalda al escuchar aquella palabra salir de sus labios. Embarazada.

Miro a Dylan esperando a que él diga algo pero parece igual de sorprendido que yo ante aquella noticia. Kassandra Fletcher está embarazada, la chica que consideraba mi némesis se irá y a comparación de lo que creí por mucho tiempo no se siente bien.

En sus ojos se percibe un poco de tristeza, algo me dice que si bien le está yendo cuenta con el apoyo de su familia y nadie más.

—Kass.

—Luego hablamos Dylan, cuando esté preparada para admitir todo lo que me paso —asegura —. Los extrañaré, tú incluida mi eterna rival.

Veo cómo se despide con un breve abrazo de Dylan y a mí me dedica una pequeña sonrisa, creo que puedo conformarme con eso tomando en cuenta nuestros antecedentes.

Los siguientes minutos son silenciosos considerando la noticia de Kass y parece que ninguno de los dos quiere sacar el tema por lo que pienso en cuál podría ser un buen tema de conversación para distraernos, solo que Dylan se me adelanta.

—Mamá fue al orfanato hace un par de días, tenía años que no ponía un pie ahí y me gusto saber que por fin lo hizo aunque ni Dreck ni yo estuvimos presentes.

—Tú mamá es una mujer muy fuerte Dylan, pasó por muchas cosas y por fin está volviendo a ser libre y más feliz de lo que ya era con sus encantadores hijos. Ni creas que te estoy contando.

Fui testigo en una ocasión en que mi suegra consideró regresar con su ahora ex esposo antes de firmar el divorcio. Pero con el apoyo de sus hijos logró darse cuenta de que ahora tiene que pelear por su felicidad.

Dylan habló hace poco con su papá y ya son capaces de no escabullirse el uno del otro. Aunque por lo que cuenta no hay el gran cambio, aquel señor sigue tomando y rehusándose a hablar con Dreck el cual tampoco parece muy convencido con la idea de volver a convivir con su progenitor.

—Estamos rodeados de guerreros jolie —asegura y yo no puedo estar más de acuerdo con sus palabras.

Seguimos hablando de su madre cuando una moto llama mi atención al no haber visto ninguna por los alrededores desde que pise este lugar. También influye que se baja de ella una chica un tanto escandalosa.

—No puedo creer que hicieras eso —grita una voz idéntica a la de mi hermana.

—Vamos risitas, ellos eran unos idiotas y se merecían lo que les pasó.

—No se lo merecían y por favor deja de meterte en mi vida, ¿entiendes?

Dylan y yo nos miramos sin estar muy seguros de intervenir. Ella se está quejando de metiches en su vida y parece que la situación no se saldrá de control.

—Ya veo que lo inocente nunca se te quitara.

—Vete al diablo idiopido.

Dari camina en nuestra dirección a una velocidad impresionante pero se para en seco al escuchar como aquel chico le recuerda que aun trae el casco puesto. Esta se regresa y al quitarse el casco se lo avienta desequilibrando al que ella llamó idiopido.

—Ahora si te puedes ir al diablo idiopido. —Ella emprende nuevamente su camino a la casa antes de girarse lentamente hasta que su mirada topa con la de él —. Y gracias.

Esto último provoca que una risa quiera escapar de mí por la manera en que lo dice. Parece que Dariana está molesta y aun así fue capaz de darle las gracias al chico de manera educada después de mandarlo al diablo.

Cuando por fin entra a la casa y el idiopido se va Dylan y yo por fin podemos opinar respecto a lo que acabamos de presenciar.

—¿Por qué nosotros siempre les tenemos apodos lindo y las hermanas Reyes nos apodan con insultos? —pregunta Dylan, el cual en verdad parece estar teniendo esa duda. Creó que nunca olvidara el día que se dio cuenta que lo tenía agregado como estúpido Fletcher.

—Ni idea pero te puedo asegurar una cosa. —Él me mira curioso —. Jolie y estúpido Fletcher suenan mejor que risitas e idiopido —suelta una sonora carcajada antes de acercarme a él y plantarme un beso en la cien.

—Es que tú y yo somos los protagonistas de esta historia linda.

Aún recuerdo la vez que logre que Dylan me dijera qué significaba jolie, al principio se negaba a hacerlo asegurando que era divertido tenerme con la duda pero cuando por fin me explico que me dice linda en francés ya que sabe un poco del idioma porque su abuela lo aprendió cuando se enamoró de un francés y se lo enseñó a sus nietos más cercanos no pude evitar sentirme parte de la historia.

No sé qué pase con mi hermana y ese chico, al igual que no sé si tendrán que vivir muchas cosas juntos al igual que Dylan y yo, pero lo que sí sé es que los protagonistas de esta historia son unos idiotas enamorados disfrutando de sus vidas. Después de todo solo somos Jolie y Fletcher.

                                                                                           FIN

Un Lindo GirasolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora