Capítulo 19

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Nota de la autora

¡Hola queridxs lectorxs!

Aquí tenéis el penúltimo capítulo de esta historia. Sí, habéis leído bien, el penúltimo capítulo. Porque, por pena que me dé, está llegando a su fin. Como todo en la vida, esto tendrá que llegar a su final porque, hasta donde sé, esto no se llama "La Historia Interminable". Espero que os esté gustando lo que habéis leído.

Por cierto, no os preocupéis, cuando haya terminado de publicar esta historia, estoy escribiendo una nueva para que el Lunes de dentro de dos semanas podáis tener vuestro capítulo semanal. Solo os adelantaré una cosa de esta nueva historia: Hay mucho Dick Grayson (literalmente).

Bueno, yo ya no os molesto más, disfrutad de vuestra lectura y... ¡Hasta el lunes que viene!

-Así que eso es lo que ocurrió- dijo Dick para sí con un asentimiento lento. Era como si todo hubiera sido colocado de golpe en su lugar. Las piezas del puzle que no había sido capaz de encajar por sí mismo habían sido puestas en su lugar por la detallada explicación que le había ofrecido Slade. Otra cosa buena de su segundo maestro, Deathstroke, es que él siempre estaba dispuesto a dar todos los detalles posibles. Batman, si no estaba de humor, simplemente contaba vagamente qué era lo que había ocurrido y habría dejado a Dick tratando de deducir algunos de los detalles que se le escapaban.

-¿Seguro que estás bien?- inquirió Slade desde su lugar en el asiento frente a él. Ambos estaban en el cuarto de Dick. El joven aún llevaba su uniforme de mercenario. No obstante, se había quitado la máscara. Además, el de ojos azules había sido revisado unas trescientas veces por Miss Martian para asegurarse de que Psimon no había realizado algún otro cambio que había pasado inadvertido. A Renegade le había costado lo suyo relajarse lo bastante como para dejar entrar lo suficiente a la marciana al interior de su mente. Sin embargo, lo había conseguido. Finalmente, la pelirroja había constatado que estaba completamente limpio de toda clase de cambios indeseados.

-Desde luego, tampoco es como si una organización con la que colaboráramos me haya lavado el cerebro para extorsionarte y usarme como palanca para que permanecieras fiel- dijo sarcásticamente- Ah... Espera... Eso es exactamente lo que ha pasado- Slade resopló.

-¿Es que no puedes dejar el sarcasmo de lado ni por una sola vez en tu vida?- inquirió Slade con una ceja enarcada. El hombre no llevaba la máscara tampoco. Se encontraban solos en la habitación (aunque ambos sabían que estaban siendo observados y escuchados a través de los micrófonos y cámaras ocultas por toda la habitación. Sinceramente, no les importaba en absoluto. No estaban hablando de nada malo, después de todo).

-Vamos, Slade, ambos sabemos lo mucho que has echado en falta todos mis comentarios y la forma en la que me burlo de nuestros adversarios mientras nos enfrentamos a ellos- respondió Dick con una sonrisa y aires de suficiencia.

-Tu actitud hará que te maten algún día, Dick- reprendió el mercenario adquiriendo algo más de seriedad. Realmente se preocupaba por el bienestar de su aprendiz.

-Ya lo sé, ya lo sé- respondió el otro agitando la mano perezosamente, quitándole importancia a lo que le decía el mercenario- Cuando hace falta me pongo serio. Además, sabes de sobra que, en el momento en el que dejo de sonreír y bromear, son nuestros adversarios los que deberían preocuparse- se encogió de hombros el de ojos verdes. El tuerto se rio entre dientes por el comentario del de pelo azabache.

-No tienes remedio- dijo el mercenario negando con la cabeza lo que fue respondido por una brillante sonrisa por parte del aprendiz.

-Desde luego que no. Además, aunque lo tuviera, no querrías aplicarlo. Hago las misiones el doble de divertidas de lo que serían si tuvieras a un muermo como tú a modo de compañero. Imagínatelo, ¿Qué sería de ti si yo no estuviera aquí para alegrarte el día mientras me río en la cara de los estúpidos que creen que pueden contra nosotros?- inquirió retóricamente. Slade puso los ojos en blanco.

-Me alegra tenerte de vuelta- admitió por fin el mercenario bajando la mirada, su ojo suavizándose de nuevo y su tono tornándose algo serio de nuevo.

-Lo sé- Deathstroke pareció un poco sorprendido por su respuesta, sus cejas se alzaron con incredulidad- ¿Qué? Podrás parecer un viejo amargado con corazón de piedra pero sé que me consideras un hijo igual que yo te considero una figura paterna. Slade, por mucho que te esfuerces en ocultarlo (con éxito para los que no te conocen), los que somos cercanos a ti (es decir, unas pocas personas), somos conscientes de lo mucho que te preocupas por mí.

-¿"Viejo amargado con corazón de piedra"?- repitió Slade enarcando una ceja.

-Vamos, Slade, no puedes negarme que lo que te he dicho, en cierto modo, es verdad. Tienes una edad y no es que seas el que más muestra sus emociones del mundo.

-¿Y "amargado" de dónde viene, pues?- inquirió Deathstroke cruzándose de brazos. Obviamente, la parte final de esta conversación era para aligerar el ambiente tras la declaración sensiblera del mercenario respecto a tener a su hijo adoptivo de regreso.

-Por el bien de mi integridad física, no responderé a esa pregunta- contestó el joven dedicándole una de sus brillantes sonrisas descaradas. Slade sonrió levemente- Oh no, no, no, no- dijo Dick repetidas veces negando con la cabeza y moviéndose hacia atrás en su asiento, como si escapase del mercenario.

-¿Qué pasa?- inquirió Slade, genuinamente confundido por el repentino cambio en la actitud de su aprendiz.

-Esa sonrisita- le respondió señalándole acusadoramente con el dedo índice, como si estuviera cometiendo un crimen de guerra ante él.

-¿Qué hay con ella?- preguntó de nuevo el mercenario frunciendo levemente el ceño- ¿Tengo que sacarte las respuestas con cuchara o qué?

-Cuando sonríes de ese modo solo puede significar una cosa: Estás sensible- contestó negando con la cabeza repetidas veces- Esa es tu peor forma, Slade, es cuando empiezas con las moñeces. Prefiero que vuelvas a tener ese corazón de piedra.

-Entonces ¿Cómo se supone que te voy a hacer saber que te quiero?- preguntó Deathstroke inclinando levemente la cabeza hacia un lado.

-Así- Dick se puso en pie y se posicionó al lado de Slade- Te he echado en falta- dijo poniendo la voz más grave para luego volver a correr hasta ponerse en el lugar en el que se encontraba antes- Guay, bueno saberlo- se respondió a sí mismo regresando a su tono de voz habitual- Y ya está

-Ya veo- Slade le estaba dedicando una mirada que decía, literalmente, "¿En serio?"- Lo que pasa es que siento que te digo como me siento respecto a ti demasiado poco. Temo que no lo sepas o que confundas mi seriedad por falta de interés en ti- se sinceró el tuero mirando sus manos en un inusitado momento de vulnerabilidad.

-Ea, ea- le dijo Dick frotándole la espalda en un intento de reconfortarlo mínimamente- Sé que me quieres y que te preocupas por mí aunque no me lo digas a menudo. ¿Para qué gastar tiempo y saliva para decirme algo que ambos sabemos?- inquirió retóricamente con una sonrisa leve.

-No eres capaz de mantener una conversación que implique lo emocional de forma seria, ¿Verdad?- inquirió Deathstroke bromeando pese a su tono de voz serio.

-Te ha llevado lo tuyo darte cuenta, ¿Eh?- respondió el otro estando también de guasa- Cuando la situación lo requiera, mantendré la seriedad pero, de momento, tendrás que conformarte con la parte burlona de mí.

Not a Robin anymore (YJ & TT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora