Not a Robin anymore (YJ & TT)

Capítulo 18

Deathstroke frunció el ceño, en este preciso instante, desearía correr hacia su aprendiz y abrazarle pero no podía dejarse engañar de ese modo. Las probabilidades que Dick le estuviera tratando de manipular eran extremadamente altas por lo que no podía bajar la guardia. Mantuvo el arma alta, amenazando con atacar a la más mínima sospecha de que no se había liberado realmente. Su aprendiz era inteligente y, si bien estaba a la par de su maestro, Renegade sabía que una ventaja nunca estaba de más. Por tanto, no sería sorprendente si estuviera fingiendo.

Dick se hallaba completamente confundido. Lo último que recordaba era que estaba en Nanda Parbat y, de golpe, estaba armado, en medio de una isla en lo que parecía un enfrentamiento. Lo que no conseguía explicarse es qué había ocurrido desde su último recuerdo hasta lo que estaba viviendo ahora. No obstante, no le costó lo más mínimo reconocer la desconfianza en los ojos de su maestro, que seguía sosteniendo su arma en alto, preparándose para un ataque. Fuera lo que fuere que había ocurrido, Slade no confiaba en él. El joven aprendiz tenía más de una idea de lo que podría haber ocurrido. Sin embargo, de poco le iba a servir pensar en lo acontecido, de momento, su mejor opción era tratar de mostrarle al desconfiado mercenario que era digno de su confianza.

Sin dudar, Dick soltó las armas que sostenía y levanto las manos a la altura de su cabeza, dejando las palmas a la vista de modo que sus movimientos no hicieran saltar las alarmas de Slade. Pese a que el mercenario llevaba la máscara, Dick podría jurar que vio su ojo entrecerrarse. El mercenario movió la cabeza ligeramente hacia el lado aunque no apartaba los ojos de Renegade.

-Kid Flash, desármale, no queremos correr riesgos- ordenó Slade. Bart titubeó y su mirada fue directamente a Robin, como si buscase su aprobación para obedecer a uno de los mercenarios más buscados del mundo. Tim asintió, consintiendo que hiciera caso.

Esta pequeña interacción dejó a Renegade más perplejo aún. La última vez que lo revisó, ambos estaban en contra de los héroes y ellos le buscaban. ¿Cabía la posibilidad de que Slade hubiera decidido entregarle a los héroes? Se preguntó mientras el velocista hacía su trabajo en, literalmente, un abrir y cerrar de ojos. Dick sacudió levemente la cabeza, como si eso le ayudara a ahuyentar los pensamientos negativos respecto a una posible traición de su maestro.

Dick se obligó a pensar racionalmente. No podía dejarse llevar las emociones tan fácilmente. Rememorando su entrenamiento tanto de Deathstroke como de Batman, se calmó y analizó los datos que tenía disponibles enumerando los que tenía de mayor a menor importancia. En primer lugar, obviamente, estaba la evidente laguna que había en su memoria. No era consciente de cuánto tiempo había transcurrido desde su último recuerdo. Lo mismo podrían haber pasado 6 horas como dos semanas. Por tanto, saltar a conclusiones precipitadas no le iba a ayudar en absoluto, más bien al contrario. Un punto importante a tener en cuenta era el por qué de su laguna. ¿Un golpe en la cabeza, quizás? No, habría dolor en alguna parte. A parte del pequeño dolor de cabeza que le azuzaba que, por supuesto, no era debido a un traumatismo craneal. En ese caso, debía preguntarse otra cosa como... ¿Qué le había provocado el dolor de cabeza? ¿Un telépata? Si los héroes estaban presentes y ayudando a Slade, no podían ser Miss Martian o Martian Manhunter... Solo quedaba...

-Psimon- la palabra abandonó los labios de Dick involuntariamente en forma de susurro cuando la realización le golpeó. De hecho, el propio Renegade no se había percatado de que había dicho eso en voz alta. La laguna podía explicarse con el control mental así como el pequeño pero molesto dolor de cabeza que llevaba golpeando su sien desde que había sido consciente de lo que estaba ocurriendo. Todo encajaba a la perfección.

El ojo de Slade se suavizó levemente al escuchar lo que dijo su aprendiz en forma de un susurro que había sido dicho lo suficientemente alto como para ser escuchado por todos los presentes. Poco a poco, si bien aún un poco titubeante, Deathstroke bajó el arma y la guardó en su funda dando un paso hacia adelante, deseando poder abrazar a Renegade. No obstante, se obligó a detenerse.

-Renegade- dijo con voz de hierro, sin embargo, solo Dick fue capaz de discernir el tinte de alivio que cubría sus palabras. El aprendiz inclinó la cabeza levemente en forma de saludo respetuoso antes de responder.

-Maestro. Asumo que seré debidamente informado de lo acontecido durante mi...- Dick titubeó. Habría dicho "ausencia" pero realmente él había sido presente de todo lo que había hecho pese a no recordarlo. Por desgracia, me temo, no recordar algo no significa necesariamente que no haya ocurrido. De todos modos, Slade tampoco le dejó acabar la frase pues él mismo respondió antes de que su aprendiz pudiera siquiera pensar en una palabra para acabar la oración.

-Así es- asintió el otro- Sin embargo, me veo en la necesidad de recalcar que has sido capaz de dilucidar qué ocurrió.

-Asumiré, pues, que emprenderemos el camino hacia Monte Justicia- dedujo Dick- Teniendo en cuenta la presencia de los héroes y el hecho de que no estemos esposados todavía, me da que estáis colaborando. Aunque, a juzgar por la mirada de tres de ellos, solo uno está informado al respecto, ¿Me equivoco?- interrogó. Slade sonrió levemente bajo la máscara. Su aprendiz era muy observador. En parte, era por eso que había decidido que el primer aprendiz de Batman, el Robin original, iba a ser el aprendiz perfecto para él. Por supuesto, no se había equivocado en su suposición al escogerle.

-Así es, Aprendiz, ahora pondremos rumbo a Monte Justicia. Nos reuniremos con Batman- explicó brevemente- Vamos- ordenó, empezando a caminar.

-Claro, ¿Cómo no? Siempre hay que ir a ver a Batman- rezongó Dick por lo bajini mientras caminaba tras su maestro.

El tercer y actual Robin no tardó demasiado en caminar tras su predecesor siendo seguido por los otros tres héroes que seguían levemente confundidos por toda la situación. Sin embargo, debido a las vagas respuestas y evasivas que habían recibido por parte del líder del pequeño grupo, sabían que preguntar no serviría de nada. De modo que simplemente decidieron que esperarían al momento más adecuado para simplemente preguntar o tratar de interrogar a Tim en un vano intento de sonsacarle información.