Prólogo

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♔ Nota de la autora ♔

Hola queridxs lectorxs,

Como he terminado dos de las obras en las que estaba trabajando, ("Misión en... ¿¡La UA?!" y "¿Traición en el equipo?" podéis echarle un ojo si queréis), os traigo una historia nueva en la que, como no, aparece Slade (lo siento, es un villano que me encanta. Me parece sensacional).

Sin más que decir... Disfrutad de vuestra nueva historia <3

P.D: No os preocupéis, mañana subiré un capítulo nuevo de esta historia :D

-Sondas nanoscópicas- la profunda voz de Salde resonó por la enorme sala llena de engranajes mientras observaba la enorme pantalla que mostraba el torrente sanguíneo de los 4 Titans que fueron disparados por el arma del mercenario- el detonador de cronotones era simplemente un señuelo para una trampa aún mayor- dijo mientras extendía una mano y un detonador salía de su antebrazo- Si presiono este botón, mis sondas destruirán a tus amigos desde dentro.

-No puedes controlarlos- dijo Dick mientras su ceño, ya fruncido, lo hacía más aún- No importan tus amenazas, ellos nunca te obedecerán- esto último lo dijo cerrando el puño con tal de enfatizar lo que estaba diciendo.

-No se trata de tus amigos, Robin. Se trata de ti. Siempre se ha tratado de ti- explicó empezando a dar vueltas alrededor del chico, como un cazador a su presa.

-¿Qué?- dijo con patente confusión, sus músculos, que hasta el momento habían estado tensos, se relajaron abruptamente por la sorpresa.

-Desde causarte problemas y hacerte descifrar pistas enigmáticas. Estaba probándote- Las respuestas enigmáticas de Salde no estaban ayudando a Dick en absoluto- Durante todo este tiempo, siempre estaba buscando un aprendiz- dijo Deathstroke mientras se acercaba al joven de 15 años con ambas manos a la espalda, una mirada peligrosa se hallaba en el ojo frío y azul del mercenario- Alguien que siga mis pasos. Y, Robin...- se paró a escasos centímetros de su cara, agachado hacia adelante con tal de poder mirarlo a los ojos, aunque un poco por encima, dejando claro la posición de superioridad en la que se hallaba- ...te he elegido a ti- cuando dijo esto, los ojos del héroe se entrecerraron hacia su enemigo- felicidades- añadió finalmente Deathstroke entrecerrando su único ojo. Sinceramente, Dick casi quería sonreír. Le había dicho a los Titans que había creado a Red X para seguir a Slade pero en realidad disfrutaba mucho el robar, es lo que tiene la cleptomanía.

-Jamás trabajaría para..- empezó Robin, disimulando, pero paró en cuanto vio al mercenario aproximar su mano al botón rojo, sus ojos se agrandaron automáticamente al verlo y sus manos, que se habían levantado mientras decía eso cayeron a sus lados. Debía mantener las apariencias dado que, realmente, le interesaba vivamente la idea.

-Si te unes a mí... Si juras servirme... Si nunca vuelves a hablar con tus amigos...- esto último lo dijo con un brillo especial en sus ojos, anticipando su victoria- Les permitiré vivir- Los ojos de Robin no hicieron más que agrandarse ante las palabras del mercenario- Pero...- prosiguió- Si desobedeces incluso la orden más pequeña... Los aniquilaré, Robin. Y te haré observar- su ojo se entrecerró hacia el chico al que se dirigía. La última frase le brindaba a Dick la oportunidad perfecta eso le causó una sonrisita que pudo disimular bastante bien con un ceño fruncido y puños apretados- Entonces... ¿Aceptas el trato?

-Robin, por favor, contesta- La voz de una Starfire suplicante se escuchó a través de los altavoces del comunicador del líder de los Titans- Robin, ¿Dónde estás?- Él no podía contestar, si lo hacía, sus amigos morirían por su culpa y debía esperar al momento propicio para dejarlos fallecer. Su traje estaba apoyado en uno de los engranajes y un único haz de luz iluminaba la estancia que se hallaba completamente a oscuras. Se podía vislumbrar la silueta de Robin, que se colocaba el traje que Slade había hecho a medida para él. Era espeluznante pensar que el villano lo conocía tan bien que hasta sabía cuál era su talla de ropa.

Se acabó de colocar las piezas de metal en su antebrazo y cuello y levantó la mirada. Su máscara también era diferente, tenía dos picos en los bordes de la misma.

-Sé que te sientes incómodo- dijo el mercenario una vez el adolescente terminó, mientras se colocaba detrás suyo- pero créeme...- afirmó mientras desaparecía de nuevo en la oscuridad- Llegará a gustarte- concluyó. Robin pudo sentir la mirada del mercenario clavarse en él pese a la oscuridad que lo rodeaba. Cuando vio que el joven no iba a contestar abandonó la sala dejándolo solo allí.

Fue en ese momento en el que por fin decidió sonreír, todo saldría como él quería.

Not a Robin anymore (YJ & TT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora