Capítulo 10

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En cuanto ese nombre fue pronunciado, los ojos de Dick se abrieron como platos y dio un paso hacia atrás, sus manos abiertas y los dedos temblando. Todo era fingido, claro, pero desde fuera parecía que estaba a punto de tener un ataque de pánico.

-Wally- dijo Dinah con urgencia al darse cuenta de esto. Es indispensable que te lleves a Dick, está mejorando pero un enfrentamiento directo con Slade no es bueno para él. El velocista asintió, aceleró hacia su mejor amigo y lo agarró al estilo nupcial. Aceleró hacia la salida más cercana, que resultó ser la trasera. Dick casi quiso sonreír, si Slade iba a estar en algún sitio, iba a ser allí. Para su sorpresa, no estaba. Dick suspiró y Wally lo miró de reojo.

-Lo siento, Wally- susurró el chico ganando una mirada inquisitiva del pelirrojo. Pero en breve todo se tornó negro para él porque Dick lo había dejado inconsciente. El velocista se desplomó. O eso hubiera hecho si el chico de pelo azabache no lo hubiera agarrado y dejado caer menos dolorosamente.

"Ahora a ayudar a Slade" pensó corriendo hacia los Tubos Z, que era donde supuso que estaría su maestro y figura paterna. Cuando llegó a la estancia se encontró con un montón de miembros de la Liga de las sombras atacando a los héroes.

-¿Qué haces aquí?- inquirió alarmada Artemis cuando vio a Dick, Dinah había dicho que Wally se lo había llevado.

-Dejaron inconsciente a KF y tuve que salir corriendo para evitar que me atraparan- la verdad es que no era del todo mentira, solo que él había dejado sin sentido a Wally y había huido por si venían los héroes.

-Tienes que salir de aquí- dijo ella con gravedad, sugiriendo tácitamente que se dirigiera a la Batcueva. El chico asintió pero, por supuesto, no iba a ir con Bruce. Corrió por los pasillos en busca de la sala donde se guardaban los objetos requisados. Suplicó internamente que Bats no hubiera cambiado la contraseña que permitía la entrada al interior y sonrió cuando la luz se iluminó con verde y la puerta se abrió con un silencioso silbido.

Entró en la sala y rebuscó entre algunas cajas donde encontró sus cosas de Renegade. Agarró el comunicador y el cinturón, pero dejó el traje (tenía varios de repuesto en cada una de las casas seguras). Si le pillaban con el cinturón podía decir que quería defenderse si alguno de los asesinos le atacaba. Agarró el comunicador y lo colocó en su oreja.

-¿Slade?¿Estás ahí?- preguntó presionando un botón que lo mantendría comunicado todo el tiempo. No hubo ninguna respuesta, solo sonido blanco- Deahtstroke, ¿Me recibes?- inquirió de nuevo. Se escuchó un zumbido y un pequeño crujido.

-Estoy aquí- contestó la voz de su maestro. Dick soltó el aire que no sabía que estaba conteniendo, la verdad es que se había preocupado por él.

-Quedamos en la sala donde Dinah da las terapias, asumo que has estudiado los planos que te suministré en el pasado por si hacían falta- dijo el chico con una sonrisa burlona bailando en sus labios. Se sentía bien hablar con él después de bastante tiempo alejados. Lo había echado en falta.

-No, tienes que salir de aquí- ordenó el mercenario- Además, tendrías que haber esperado a estar a Kilómetros de aquí para dejar inconsciente a Kid Flash- amonestó.

-Ni de coña, no te voy a dejar solo y, para continuar, ¿Cómo pensabas salir de aquí? Acabarán llamando al resto de la Liga y no creo que puedas salir con tanta facilidad- explicó, dejando claro que se quedaba.

-Nos vemos donde has dicho- cedió el mercenario cortando la comunicación. Dick sonrió victorioso mientras emprendía corriendo el camino hacia la sala donde se reunirían ambos. El joven asesino llegó al lugar donde se habían citado y vio a Deathstroke parado en el centro del cuarto, en posición de pelea y con dos Katanas fuera. El mercenario se relajó al reconocer la figura de su hijo.

Dick corrió hacia Slade y le dio el abrazo más fuerte que el mercenario había recibido en toda su vida. El hombre se relajó, dado que se había tensado por el contacto, y pasó su mano por el cabello del joven, sonriendo suavemente, claro que eso no se veía por su máscara.

-Yo también te he extrañado- fue lo único que salió de los labios del tuerto.

-Bien- dijo el chico de 18 años separándose del abrazo con su mentor- Es hora de aprovechar y salir volando de aquí- Dick se giró hacia la puerta cuando Deathstroke adoptó una posición de pelea. Toda la Batfamilia estaba allí parada, con cara de traición grabada en sus rostros.

-Slade Wilson- gruñó Batman con el ceño profundamente fruncido.

-Bruce Wayne- respondió Deathstroke con tono frío mientras apretaba el agarre en sus armas.

-Dick Grayson- añadió Renegade con una sonrisa mientras se colocaba en posición ofensiva también- Bien, veo que ya nos conocemos todos. ¿Bailamos?

Y entonces, se lanzaron todos a pelear. Robin y Batgirl peleaban con Dick mientras que Batman y Red Hood se enfrentaban a Deathstroke. A Renegade no le costó mucho dejar inconscientes a sus dos oponentes y cuando miró a su maestro vio que se encontraba con algunas dificultades. Así que, sin pensarlo, se lanzó hacia Jason tirándolo al suelo al haberlo pillado desprevenido.

-Sabía que algo olía mal- dijo Jason forcejeando con su oponente en el suelo.

-Agradezco que no exteriorizaras tus sospechas o que, al menos, no te creyeran- se jactó el asesino con una sonrisa. Jason consiguió empujar lejos al chico de pelo azabache, que consiguió guardar el equilibrio de milagro. Dick sonrió al escuchar el pesado cuerpo de Batman cayendo al suelo, miró por encima del hombro y observó a Salde inmovilizando a Bruce con claras dificultades. El aprendiz del mercenario levantó una mano agarrando al aire una Katana que le había pedido a su mentor solo con el gesto.

-Por qué... ngh... JODER- trató de preguntar Jason pero se interrumpió maldiciendo cuando la katana que tenía Dick en la mano atravesó el hombro del Robin no tan muerto- ¿Por qué traicionarnos? ¿A tu padre adoptivo, hermanos...?

-Yo ya tengo un padre- dijo Dick repitiendo lo que le dijo en su día a Slade y retorciendo el arma en el hombro de Jason- Y ese- continuó mirando por encima del hombro a Bruce- No eres tú.

Los ojos del multimillonario y filántropo de Gotham se abrieron como platos ante esa declaración, dejando de forcejear por la sorpresa. ¿Quería eso decir que consideraba a Slade como a una figura paterna? ¿Cómo podía haberle fallado como padre? Esos eran algunos de los frenéticos pensamientos que pasaban a toda velocidad por la mente del Caballero Oscuro. Deahtstroke aprovechó el momento de debilidad para dejarlo sin sentido y Dick hizo lo mismo propinándole una patada en la cara a Jason.

-De ninguna manera- el chico negó con la cabeza cuando vio la mirada de Slade. Su ojo decía, clarísimamente, que ese comentario le había resultado agradable. Era como si se jactara diciéndole "Awww, así que me quieres"- Eso es peor que dejar que me atraparan- Su maestro no paró de mirarlo así y, finalmente, Dick cedió con un suspiro.

Not a Robin anymore (YJ & TT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora