18. Un mapa sin solución

632 52 8
                                    

Todos dormían, menos yo. Me tocó hacer turno para vigilar que el rey de espadas no se acercara a nosotros.

Estaba recargada en la pared, y sentía los ojos hinchados de tanto llorar. Para ese punto de la noche, ya ni siquiera sabía porque lloraba... ¿Por Chishiya? ¿Por Arisu? ¿Por mi familia?...

El sonido de unos pasos acercándose llamó mi atención, e inmediatamente sequé las lágrimas en mis ojos.

Voltee al lugar de donde venía el ruido, y ví a Kuina, que se iluminaba de su pequeña linterna.

-Es mi turno de vigilar, puedes ir a dormir -me dijo, y se sentó a mi lado, pero yo negué.

-Ni siquiera se si podré dormir.

-Necesitas hacerlo- suspiro-. No podemos seguir si no estamos alimentados y descansados.

-Suenas como una madre -reí.

-Claro, ¿si no quien tomará ese papel en el grupo? -rio también.

Suspire con pesar y recargue mi cabeza en la pared, cerrando mis ojos lentamente. No sabía si podría ir a dormir a donde estaban durmiendo todos, pero tal vez ahí podría descansar un rato.

-Kyomi -murmuró Kuina-. ¿Estas bien?

Abrí mis ojos lentamente y la voltee a ver. Debido a la falta de luz, me costo un poco distinguir su rostro con claridad. La chica parecía preocupada.

-Tan bien como se puede estar en esta situación..

-No quiero entrometerme- suspiro-, pero siento que algo pasó entre Arisu y tú cuando fueron por la comida...

-¿Se nota demasiado?- suspire con pesar.

-¿Quieres hablar de eso?

Negué como respuesta, pero cuando me di cuenta de que la chica no podía verme, hable.

-Él... esta confundido... o al menos eso quiero creer.

-¿Qué pasó?

-Básicamente me confesó su amor y me... beso.

-No quiero sonar entrometida, pero... te lo dije.

-Yo lo sé, pero no creí que fuera cierto. Él es mi amigo y yo...

-¿Tu jamás lo haz visto de esa forma?

-No- negué-. Pero... él cree que por haber estado conmigo en momentos difíciles ya tiene derecho sobre mi, como si le debiera algo.

-¿Eso lo dijo Arisu? -parecía sorprendida.

-Algo asi -suspire de nuevo-. Por una parte, entiendo que, en efecto, él ha estado conmigo en mis peores y mejores momentos, y que tal vez es difícil para él verme con alguien que, a su parecer, no sabe nada de mi, pero...

-Pero eso no debería de comprometerte a nada. De igual forma, solo tú y Chishiya saben lo que pasa en su relación.

-Supongo que si... -mire hacia el techo, como si eso pudiera darme las respuestas que buscaba-. Pero por otro lado... puede que tenga razón.

-¿En que, exactamente?

-En que Chishiya no me conoce de nada.

-¿No crees que estas siendo un poco melodramática?

-Dime algo... ¿Alguna vez me has escuchado hablar de mi pasado? -la chica negó como respuesta-. Yo se acerca de tu vida, tus conflictos con tus padres por ser chica y todas esas cosas que te hicieron la persona que eres ahora... pero nosotros... a veces siento que no hay nada de eso... y no es por su culpa, es mía, porque no se como hablar de todo lo que... -mi voz se quebró.

El lobo y la oveja [Shuntaro Chishiya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora